Lali Espósito: «La prensa es como esa tía mayor que siempre te pregunta si te has echado novio»

La protagonista de ‘Sky rojo’ cierra su trilogía musical con la canción ‘Como tú‘ y cuenta con más de 10 millones de seguidores en las redes

Lali Espósito TP

Antonio Albert

A sus 30 años, Lali Espósito lleva 20 ante las cámaras y sobre los escenarios, ha crecido ante el público y mantiene una cuenta con más de 10 millones de seguidores. Podría ejercer de diva, pero no lo hace porque es una mujer con los pies en la tierra a la que le divierte que le busquen pareja: «La prensa es como esa tía mayor que en Navidad siempre te pregunta si te has echado novio». Dos años de rodaje de la serie ‘Sky rojo’ junto a Miguel Ángel Silvestre han dado para muchos rumores, que no han impedido que ambos publiquen fotos en sus ‘stories’ pasándolo en grande: «Es un compañero maravilloso, un tipo amoroso y es un placer tenerlo en mi vida». Nada más. Está soltera y, como le confesó a Pablo Motos , es una defensora de la pareja abierta: «Me sorprendió esa pregunta en un programa familiar, pero no me extraña que se me pregunte por eso porque nos hemos puesto tantas cadenas que resulta difícil quitarse los miedos. Pero es un tema que me importa, del que hablo mucho con mis amigos, porque se suele llevar al tema sexual y no es eso, es algo más profundo que nos lleva al miedo a encontrar esa persona con la que ser feliz por siempre jamás. O el daño al descubrir que nos hemos equivocado al elegirla». En ‘El hormiguero’ ya dejó claro que no es lo mismo ser leal que ser fiel, porque el sentido de propiedad pesa mucho en las relaciones. Ay, el amor, ese misterio que a Lali le despierta ternura: «No el amor en sí, sino lo que somos ante el amor, tan vulnerables, capaz de arrancarnos las caretas sociales que nos ponemos». Por eso, la actriz y cantante ha citado alguna vez en la vida real la famosa frase de Julia Roberts en ‘Notting Hill’ (’Solo soy una chica diciéndole a un chico que le quiere’): «Es que la cita es mítica. Nos regodeamos en nuestro éxito pero al final somos los mismos miedosos que solo queremos ser amados».

Tatuaje simbólico

Mide 1.53, pesa 45 kilos, ha cumplido 30 años y luce una rosa sujeta por una mano de mujer tatuada en el antebrazo: «Estaba en Buenos Aires, en la casa que recién me había comprado. Era el día que me volvía a España. Tomé una foto en el jardín agarrando una rosa blanca. Salió linda, con un halo de luz casi mágico. En ese momento sentí que esa imagen simbolizaba mi vida. Esa rosa era mi casa, que yo sostengo con mi trabajo. Es mi esfuerzo el que la ha hecho florecer».

La ficción no ha impedido que Lali siga apostando por la música , cerrando este año una trilogía de temas concebidos para bailar: ‘Disciplina’, ‘Diva’ y ‘Como tú’, su último lanzamiento, cuyo estribillo dice ‘No hay nadie como tú, que me quite el estrés’: «Pero no es una referencia al amor romántico. Todos necesitamos a alguien en quien confiar, en quien apoyarnos». Y en eso, Lali se confiesa una buena amiga : «Me gusta mucho hablar, ejercer un poco de psicóloga, estar para mi gente. Disfruto siendo buena compañera, cuidar a los míos emocionalmente». No nos sorprende que todos le canten ‘Como tú’.

De chiquita

La pequeña Mariana, antes de convertirse en Lali, era en palabras de su madre «porque yo vivía la inconsciencia de la infancia feliz, con dos hermanos pero solitaria, metida en un mundo imaginativo propio conectado con la música. Éramos una familia muy humilde , no teníamos juguetes pero con lo poco que teníamos éramos felices».

Redes

Se siente muy orgullosa de sus padres, «porque como niña actriz (fue protagonista de series como ‘Florecienta’ y cantante del grupo ‘Teen Angels’) descubrí que había muchos padres frustrados que querían para sus hijos lo que ellos no habían tenido. No era mi caso. Mis padres molaban. Y mis hermanos. Todos se alegraban de mi éxito, me apoyaban, sin celos ni envidias, con amor. Hasta cierta edad me dio pudor reconocer que ganaba más que ellos. Yo pagué nuestras primeras vacaciones a la playa. Y apenas tenía 13 años. Eso, que podía haber sido delicado, para mí era ilusionante porque lo compartíamos todo. Mis padres hicieron algo muy bien, que fue crear esencia de hogar. Ya era lo suficientemente extraordinario como para dar más importancia a lo que yo hacía. Por eso, por ejemplo, con mis dos hermanos yo no hablo de mí, hablamos de nosotros, de nuestras cosas. Mi curro no lo es todo ni es más importante que el suyo solo porque sea masivo y de cara al público. Es solo un curro, con sus horarios. Fuera de ellos soy yo misma, no la artista».

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