El lago de Como, el pequeño Hollywood de Italia
Su costa ha conquistado a innumerables celebridades y se han rodado películas como ‘Ocean’s Twelve’ o ‘El ataque de los clones’
Algunas zonas de Italia tienen ese encanto tan propio de este país mediterráneo. Lugares donde perderse tardes enteras, días, meses o toda una vida. Uno de esos paisajes es el lago de Como, un idílico escenario pegado a la frontera con Suiza que, por su belleza, siempre ha cautivado a los turistas. Y a las celebridades. En su costa se han rodado también numerosas películas: vio cómo fructificaba el amor de Anakin Skywalker y Padme en ‘El ataque de los clones’, cómo Uma Thurman y Vanessa Redgrave pasaban ‘Un mes en el lago’ y cómo Danny Ocean y su esposa (Julia Roberts) embaucaban al ‘Zorro nocturno’ en ‘Ocean’s Twelve’. No le costó precisamente a George Clooney rodar por allí porque es un gran enamorado de la zona, donde había comprado (por nueve millones de euros) un par de años antes una de las viviendas más exclusivas del mundo: villa Oleandra. La adquirió a los herederos del rey del kétchup John Heinz después de encapricharse de ella en 2001, justo después de pinchar con su moto delante del palacete de 30 habitaciones por el que ha pasado medio Hollywood de visita. Muy próxima se encuentra Villa Fontanelle, que perteneció al diseñador italiano Gianni Versace hasta su muerte. Por sus impresionantes jardines se paseó hasta la mismísima Diana de Gales.
No es casualidad que sea precisamente en este lugar donde Alfa Romeo presentase hace unos días una edición muy especial para sus dos modelos insignia, el Alfa Romeo Giulia y Stelvio , que rinde tributo al emblemático 6C 2500 SS que ganó el Concorso d’Eleganza Villa d’Este en 1949. Bajo el nombre de ‘6C Villa d’Este’, en honor al lujoso hotel del lago de Como en el que tiene lugar el prestigioso certamen de coches clásicos, la marca del Biscione celebra la elegancia, la deportividad y el ‘Made in Italy’, los pilares fundamentales del ADN de la marca.
Con una pintura Etna Red de tres capas que replica a la original del 49, los marcos de las ventanillas cromados, además de grabados en el salpicadero y reposacabezas con el nombre de la edición especial, entre otras cosas, hacen de esta serie la más acorde al lugar del que emana su nombre.
El templo de la elegancia
Con vistas al hipnótico lago de Como se erige Villa d’Este , antigua residencia de la aristocracia italiana hoy convertida en uno de los mejores hoteles del mundo. Esta joya arquitectónica sinónimo de elegancia y lujo fue diseñada por Pellegrino Pellegrini en 1568 como residencia de verano del cardenal Tolomeo Gallio . A su muerte pasó por varias manos hasta que vivió sus días más gloriosos con la reina Carolina de Brunswick. Se convirtió en su refugio tras huir de Reino Unido por varios escándalos sentimentales y un marido, Jorge IV, que lo único que quería era deshacerse de ella y que se quedara en tierras italianas. No fue hasta 1873 cuando se abrió como hotel para los bolsillos más pudientes (la noche ronda los 1.000 euros la noche).
Casi cinco siglos después de su construcción, Villa d’Este parece inmutable al tiempo . Aún conserva ese estilo clásico de antaño en cada uno de sus rincones: desde las majestuosas arañas que cuelgan de sus techos hasta las obras de arte que decoran cada uno de los pasillos y del interior de las 152 habitaciones que dispone con mobiliario antiguo, tapizados onminepresentes y predominio del azul marino, el amarillo, el rojo, el verde y el blanco. Es una ventana a la Italia del Renacimiento. Aúna el glamur del viejo mundo con un personal de modales exquisitos vestido de punta en blanco y una ubicación excepcional, que hacen de este enclave el favorito de famosos. No solo lo han visitado los Obama, Greta Garbor, Clark Gable, Gary Cooper, Mick Jagger , Bruce Springsteen y Paul McCartney, entre otros muchas celebridades, sino que ha sido testigo de las historias de amor más legendarias. Aquí se refugió Elizabeth Taylor en los inicios de su romance con Richard Burton y en una de sus estancias se hospedaron Frank Sinatra y Ava Gardner.
La imponente verja de hierro negro de la entrada del hotel rezuma ya de por sí sola elegancia y a partir de ahí, todo mejora, culminando con una piscina flotante sobre el lago de Como, que conforma una de las postales más bellas de Europa. Como dijo el premio Pulitzer Herb Caen en 1970 durante su estancia: «El lugar preciso donde se encuentra el cielo nunca ha sido establecido pero podría ser perfectamente aquí».
