Zoë Kravitz y su infierno hasta ser más famosa que sus padres

Soledad, bulimia y depresión: la hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet alcanza el éxito como 'Catwoman' tras superar sus traumas

La «it-girl» rebelde hija de Lenny Kravitz

La vacuna del Covid provoca el primer divorcio en Hollywood

Zoë Kravitz

Antonio Albert

A los 13 años, Zoë (33) sufría sobrepeso, el acné asomaba por su cara y su padre, el mítico rockero Lenny Kravitz (57), estaba a punto de casarse con la modelo Adriana Lima, una de las mujeres más bellas del mundo. Lo que por entonces nadie sospechaba es que esa niña vivía un infierno de inseguridades, empezaba a desarrollar un trastorno de bulimia y se deslizaba por el precipicio de la depresión cada vez que, sin poder evitarlo, se comparaba con una madrastra a la que empezó a odiar con toda su alma. Tampoco ayudaba pensar en su propia madre, Lisa Bonet (54), toda una estrella de la televisión desde la adolescencia por su papel de hija rebelde en ‘El show de Bill Cosby’ y convertida en ‘sex symbol’ gracias a la película ‘El corazón del ángel’.

Criada en mansiones en la que veía más al servicio que a sus progenitores, Zoë estudió en un exclusivo colegio de Miami que parecía surgido de la mente perversa de los creadores de ‘Élite’. Rodeada de rubias altas, delgadas y crueles, Zoë era una adolescente negra, menuda, de cabellos rizados, condenada a encerrarse en su propio mundo para sobrevivir. Pobre niña rica, dirán algunos.

Lo que esa adolescente acomplejada nunca pudo imaginar es que, tras diez años de terapia, acabaría posando junto a Naomi Campbell en una campaña de Tiffany & Co, sería portada de ‘Rolling Stone’ con un desnudo inspirado en el de su madre, ficharía como embajadora de imagen de Yves Saint-Laurent, desfilaría como modelo para Alexander Wang o Balenciaga, crearía diseños de joyería para Swarovski y se embutiría en el traje de cuero más deseado de Hollywood, el de Catwoman, para la ‘The Batman’, la superproducción más importante de la temporada. Sin embargo, todos aquellos traumas vividos modelaron sus gustos: es una fanática de la ropa ‘oversize’, con prendas XL en las que esconde su cuerpo; lucha contra el uso del ‘photoshop’ en las portadas y reportajes gráficos, en los que quiere lucir natural; defiende el uso del maquillaje justo, el imprescindible para realzar la belleza más que para disimular los defectos.

Con el tiempo, Zoë y sus padres recompusieron su relación y se perdonaron los errores cometidos. Lenny le dedicó la canción ‘Flowers for Zoë’ cuando ella tenía dos años, aun está a tiempo de dedicarle un tema de madurez. O será ella quien lo haga, ya que también ha hecho sus pinitos musicales con distintas bandas, desde Elevator Flight a Lolawolf. Además, la joven asumió como padre adoptivo al actor Jason Momoa (42), que estuvo 17 años con su madre hasta su reciente ruptura, y quien además le dio dos hermanos a los que adora, Lola Lolani (14) y Nakoa-Wolf (13). Jason, conocido por su papel de superhéroe en ‘Acquaman’, pudo tener mucho que ver en la elección de Zoë en papeles de heroína de acción que la llevaron de la saga ‘Divergente’ a ‘X Men’ o ‘Mad Max: Fury Road’. Y sin renunciar al cine independiente.

Zoë Kravitz y Karl Glusman Gtres

En 2019, Zoë anunció su compromiso con el actor Karl Glusman tras tres años de noviazgo. Una vez más, el peso de los traumas emocionales se dejaba ver en sus palabras: «Un hombre me ha elegido para toda la vida. Eso quiere decir que tienes un valor como ser humano, ¿no?», se preguntaba de manera retórica en la revista ‘Elle’. Lamentablemente no fue un amor para toda la vida , sino para 18 meses: «Me casé, me divorcié. Las rupturas son tristes, pero también son hermosas. Es una dulzura agridulce, por lo que tiene de inicio y de final. Es complejo ese espacio que se crea cuando estás de luto, con el corazón roto por la ruptura, y la emoción ante la espera por lo que está por llegar», se confesaba en ‘Another’. Y lo que estaba por venir se llama Channing Tatum (41), el actor que lucía mucho músculo y poca ropa en ‘Magic Mike’. Pase lo que pase con la pareja, aunque acabe el amor, siempre nos quedará ‘Pussy Island’, la película con la que Zoë debuta como directora y guionista, con Channing como protagonista. Es un ‘thriller’ feminista que Zoë tardó cinco años en escribir y que sufrió «un millón de cambios» por la influencia del caso Harvey Wenstein en su trama. Su estreno está previsto para el año próximo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación