Josemi Rodríguez-Sieiro - Lo que me apetece

Futuro incierto

El riesgo de una convocatoria de elecciones generales acecha

Ayuso y Casado Gtres

Josemi Rodríguez-Sieiro

La semana que termina hoy es digna de ser olvidada, aunque yo creo que será imposible conseguirlo.

Empezamos con una manifestación de adhesión a una lideresa, pidiendo la cabeza de un supuesto rasputín de provincias y como consecuencia la de su jefe que, posiblemente por buena persona, por falta de liderazgo o por ansias de imperio y delirios de grandeza, ha jugado mal la partida.

Y pasa lo de siempre, que los perdedores no gozan de perdón y, junto a estos, las huestes, aduladoras e incondicionales cambian de posición, provocando la deserción mayoritaria y los peones van cayendo uno a uno, como las fichas del dominó. Solo un par de leales les acompañan con ojos llorosos hasta el último momento, ante un futuro incierto y sin un proyecto personal concreto.

Aquí es donde las adhesiones inquebrantables pierden su esencia y desaparecen completamente.

Empieza la caza del líder. Y cuando se encuentra al personaje y se le convence para que se ponga al frente de ese desaguisado, comienza la otra lucha, la de recolocar todas las piezas para conseguir que por vestir a un santo, haya que dejar desnudo a otro.

La aventura es fuerte. Encontrar a la persona intachable, personal y familiarmente hablando, con inteligencia, educación, astucia, prudencia, templanza y cultura no es tarea fácil. Lo importante es que sepa rodearse de gente inteligente y que su generosidad sea lo suficientemente amplia como para aceptar los éxitos de las personas que lo rodean, sin querer apropiarse de ellos y con total ausencia de envidia, una de las causas que han propiciado llegar a este punto y estar viviendo ahora esta penosa y vergonzosa situación.

Ahora hay que recordar lo de que a río revuelto, ganancia de pescadores. La premura es vital. El riesgo de una convocatoria de elecciones generales acecha y el desencanto es peligroso. Los activos son dos. Ella y él. No matemos la gallina de los huevos de oro.

Y por si esto fuera poco, amanecemos en guerra, sin comerlo, ni beberlo. El zar es caprichoso, tiene cara de malvado, es rápido, hábil y contundente, mientras que otros pierden el tiempo en diálogos, reuniones y llamamientos al aire que, naturalmente, se los lleva el viento. Se pide calma, lo que produce mucha risa, dentro de lo que ya está teniendo tintes de tragedia.

Estamos empezando a ver una contienda televisada, como quien sigue una serie de Netflix. De momento, en toda Europa, han salido las gentes a las calles para manifestarse en contra de la ocupación. Luego llegarán los refugiados, habrá escasez de un montón de cosas y como la respuesta no sea contundente tendremos al zar veraneando con un palacio en Marbella y su gente controlando la entrada al Mediterráneo. No es exageración. Todo es posible. ¿Quién nos iba a decir que nos gobernaría una coalición de individuos con las manos manchadas de sangre?

Pero como siempre hay que tener un halo de optimismo y felicidad. Wlilliam Lewy, el actor protagonista de la serie ‘Café con aroma de mujer’, va a venir a España para rodar ‘El Conde de Montecristo’ en versión actual. Quitará penas, aliviará sinsabores y desbancará a algunos indecentes protagonistas de la crónica rosa actual.

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