La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, una «interrupción» sin trascendencia jurídica

El abogado del ex-duque de Palma asegura que su matrimonio no está roto, sino en un «impasse»

Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina Gtres
Rocío F. de Buján

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El comunicado oficial de la Infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin por el que anuncian «de común acuerdo interrumpir nuestra relación matrimonial» no es más que una declaración de hecho sin transcendencia jurídica alguna. Se ha publicado en algún medio, sin prueba alguna que lo demuestre, que dicho texto fue redactado por el ex-duque de Palma junto a alguien del entorno de la Infanta. Ello la sitúa indebidamente, en un segundo plano como si se quisiese ratificar que no tiene la personalidad suficiente para hacerse cargo, personalmente, de sus asuntos, incluso los más íntimos.

Pascual Vives Gtres

Las declaraciones a RAC1, la radio oficial de la Generalitat, del que se califica como abogado de Urdangarin, el letrado Mario Pascual Vives , no son más que una obviedad destinada a los que no tienen los más elementales conocimientos jurídicos. La expresión «interrupción» del matrimonio no se recoge en ningún texto legal. Por ello es irrelevante y no trae consecuencias jurídicas ni para el momento de formularla, ni compromiso alguno de futuro. Lo que se interrumpe, es equivalente a lo que se ‘suspende’, entendiendo por tal, que se mantiene en la forma, pero sin efecto en la práctica. Suspender una situación, es equivalente a posponerla. La «interrupción de una relación matrimonial» supone pues que los cónyuges se dan un tiempo para recuperarla o disolverla. En este sentido tiene toda lógica la aclaración, necesaria para la opinión pública, al decir el letrado: « Es un ‘impasse’ . Un tiempo que ellos se han dado para reflexionar». La expresión francesa puede sustituirse por una expresiva española que refleja mejor lo que está sucediendo: la Infanta y su marido se han dado, de mutuo acuerdo, un ‘compás de espera’.

En este sentido han sido prudentes las declaraciones de Pascual Vives cuando se le interroga sobre si «confía» en una reconciliación: «Yo puedo pensar en mi fuero interno que me agradaría que pasara eso, pero a lo largo de los años, lo que me agradaría que pasara no ha sucedido».

Lo que parece impropio es que se le califique de «abogado de Urdangarín», ya que este no es por ahora su cliente en la cuestión matrimonial. Lo será en cuanto que se ejercitase, por alguno de los dos cónyuges, algún acto de transcendencia jurídica, aunque no sea necesariamente litigioso-procesal así, por ejemplo, un acuerdo de separación.

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