La epifanía psicodélica de Chris Martin: «Tomar setas alucinógenas confirmó mis sospechas sobre el universo»

Aunque la música de Coldplay deja bien claro que nunca han sido fuente de inspiración, las setas alucinógenas sí han ejercido una importante influencia filosófica-existencial para su cantante, Chris Martin . Así lo aseguró en un nuevo episodio del podcast 'You made it weird' del cómico Pete Holmes, después de que éste le preguntara si alguna vez había tomado sustancias psicotrópicas.

«Solo una vez, con hongos mágicos», contestó el famoso el artista británico, que al parece no sólo disfrutó de la experiencia sino que además le condujo hacia cierta epifanía existencial. «Me encantó, y eso fue bueno... de alguna manera confirmó mis sospechas sobre el universo. Para mí fue en plan, 'está bien, sí, lo que pensaba parece ser que es verdad'. Sentí que, después de aquel viaje, realmente había obtenido la confirmación que necesitaba acerca de lo que pienso de cómo es el universo , así que no necesito volver a hacerlo. Pero creo que, para otras personas, el efecto siempre es increíble». No obstante, Martin no quiso hacer una apología explícita de estos enteógenos. «No soy muy de drogas y el alcohol, entorpecen mi relación con la música. Algunas personas las usan para componer y les funciona. Pero para mí, no es así». Además, aseguró que la música también puede hacerte sentir un viaje psicodélico sin necesidad de ingerir ninguna droga, haciendo referencia al álbum del músico electrónico Jon Hopkins 'Music for Psychedelic Therapy', que calificó como «un recordatorio de que en realidad no es necesario tomarse nada para llegar a ese lugar».

Otro artista pop famoso que reveló haber tenido un viaje de setas mágicas, aunque algo menos agradable que el de Chris Martin, fue el ex cantante de One Direction, Harry Styles , que las tomó mientras grababa su próximo segundo álbum en Los Ángeles. «Me las comí mezcladas con chocolate y me puse a escuchar el álbum 'Ram' de Paul McCartney. Me subió tanto que me mordí la punta de la lengua. Y ahí me vi, cantando las canciones del disco con un montón de sangre saliendo de mi boca. Qué buenos recuerdos», dijo con su flema británica.

También ha tenido experiencias intensas con alucinógenos el colombiano Juanes . «Cualquier ser humano debería experimentar con la ayahuasca en algún momento de su vida», comentó en una entrevista con ABC. «No es algo para irse de fiesta con los amigos, sino para tener un viaje introspectivo que te lleva a lo más profundo de tu ser, para explorar tu consciencia. También probé las setas mágicas con Karen, mi esposa, y fue la cosa más impresionante del mundo. Estábamos muy nerviosos, nos daba mucho miedo qué podía pasar. Y al final se convirtió en un viaje introspectivo de los dos muy bonito, que hasta el día de hoy recordamos como algo muy hermoso. Pero hay que hacerlo en el contexto correcto».

Otros invitados inesperados a este club son los españoles Taburete , que hicieron alusión al tema en el título de su disco ‘Madame Ayahuasca’. «Bebimos la ayahuasca todos juntos en el local de ensayo, con un amigo médico por si acaso, y aunque hubo momentos malos y agobiantes, porque vomitas y te parece que no es vómito sino cosas malas de tu vida. Pero es algo increíble porque pierdes la noción de lo que eres. Pierdes tu cuerpo, tus capas de personalidad, y te quedas en la pureza más básica, una pureza que te ayuda a entender cosas de tu pasado. Sin recomendarlo, porque es algo delicado, si más gente la probara cambiarían muchas cosas para bien, se acabarían muchos odios porque es una planta de amor. Pero ante todo, no queremos hacer apología de las drogas», dijo Willy Bárcenas a este periódico. Ya habían probado otras alucinógenos como las setas, o incluso alguno «más fuerte» que no les gustó como la salvia divinorum, pero con la ayahuasca vivieron una experiencia «muy espiritual y mística», dijo su socio Antón Carreño.

Huelga recordar que muchos músicos han buscado este tipo de experiencias desde los años sesenta. Incluyendo a The Doors, Jefferson Airplane, los Beach Boys, Eric Clapton, artistas de jazz como John Coltrane, y por supuesto a los mismísimos Beatles. «Tuve una sensación de bienestar tan abrumadora, que supe que había un Dios, y podía verlo en cada brizna de hierba. Fue como ganar cientos de años de experiencia en doce horas», dijo Harrison acerca de su primer viaje de LSD. Paul McCartney tuvo revelaciones similares: «Me abrió los ojos al hecho de que hay un Dios. Es obvio que Dios no está en una pastilla, pero explica el misterio de la vida. Fue verdaderamente una experiencia religiosa. El LSD comenzó a encontrar su camino en todo lo que hacíamos. Coloreaba nuestras percepciones. Creo que comenzamos a darnos cuenta de que no había tantas fronteras como pensábamos que había. Nos dimos cuenta de que podíamos romper barreras».