Elena Furiase: «Aún queda mucho para que las mujeres podamos conciliar»

A la espera de que llegue al mundo su segundo hijo con Gonzalo Sierra , con el que se dio el «sí, quiero» el pasado año y ya tiene otro hijo, Noah, Elena Furiase , quien ayer además cumplía 34 años, compagina la maternidad con su trabajo como actriz e imagen de diferentes marcas. En su caso -como es el de muchas otras madres- tiene que hacer «encaje de bolillos», como reconoce en el evento de presentación de las ‘Gastro Quedadas’ de la marca de tomate Orlando. Aún así tiene suerte: «Nos organizamos bastante bien. No tenemos niñera fija porque siempre intentamos que alguno de los dos esté con el niño y porque no tengo un trabajo diario de sol a sol, pero reconozco que hay mucho trabajo por hacer con el tema de las madres trabajadoras». En su opinión hay que «promover más el teletrabajo y solventar muchas lagunas que hay en este tema». Lo que no sabe es cómo se apañarán cuando llegue el segundo. Puede que ahí la cosa cambie.

Menos mal que cuenta con todo el apoyo de su madre, Lolita Flores . Junto a ella estrenará el próximo otoño la película ‘Venus’, de la que están muy orgullosas. Aunque tienen un papel «chiquitín», es la primera vez que les une tanto un personaje. «Cuando coincides con alguien de tu familia ya sea en una entrega de premios, en un corto, en una serie o lo que sea, es muy gratificante porque esta profesión es maravillosa pero a veces es también muy solitaria y dura», reconoce Furiase. Habla de los constantes viajes, de los fríos hoteles, de las giras interminables con personas que al principio solo son simples desconocidos hasta que se convierten en compañeros porque, como dice, «no es una oficina en la que conoces a todos».

Esa no es la parte que menos le gusta de su trabajo, sino las «largas esperas entre un trabajo y otro». Pero sabe que es una privilegiada . No solo por compartir profesión con su familia, sino también porque tiene trabajo desde que empezó hace quince años en series como ‘El internado’, a la que le guarda un especial cariño por ser la que la catapultó. Desde entonces ha podido interpretar a un sinfín de personajes distintos por tener también la fortuna de «no estar catalogada como la guapa de», como dice, aunque reconociendo que echa de menos la ficción.