Complicidad entre el Príncipe Harry y Meghan Markle en los Juegos Invictus
Los Duques de Sussex inauguran en La Haya el evento deportivo tras reunirse en secreto con la Reina dos años después de renunciar a sus deberes reales
El Príncipe Harry y Meghan Markle, reunión secreta con la Reina y el Príncipe Carlos
El Príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (40) han viajado hasta Países Bajos para inaugurar la quinta edición de los ‘Invictus Games’, que se desarrollarán hasta el 22 de abril en La Haya. Unos juegos que el propio Harry fundó en el año 2014 en homenaje a los militares veteranos o heridos en acto de servicio. La pareja real asistió el pasado viernes a una recepción especial en homenaje a los competidores. Markle y Harry saludaron a los espectadores antes de compartir la velada con los equipos participantes, sus familias y los líderes políticos holandeses.
La duquesa de Sussex acaparó todas las miradas con un elegante traje blanco de pantalón firmado por Valentino. El matrimonio, que derrochó simpatía y gestos de complicidad, asistió ayer a la inauguración de los Juegos Invictus . Fue la duquesa de Sussex la encargada de presentar a su esposo del que dijo sentirse «orgullosa». El Príncipe Harry pronunció un sentido discurso ante más de 500 atletas de 20 países y afirmó que su hijo Archie quiere ser piloto de helicóptero. Durante su visita a La Haya, el Príncipe Harry y Meghan Mark están acompañados por un equipo de producción que graba su participación en la ceremonia como parte de una serie documental que los Duques de Sussex están grabando con su productora en colaboración con Netflix.
Visita a la Reina
Aprovechando su viaje a Europa, el Príncipe y su mujer hicieron una escala en Reino Unido para visitar en pareja, por primera vez en dos años, a su abuela la Reina Isabel II y a su padre, el Príncipe Carlos. Dos años han pasado desde que el Príncipe Harry y su mujer renunciaran a sus deberes reales y abandonaran Reino Unido para afincarse en EE.UU. en compañía de sus dos hijos, Archie, de 2 años, y Lilibet, de 10 meses.
Dos años de tensiones entre la pareja y la Familia Real británica que parecen suavizarse con esta corta visita que abre la puerta a la reconciliación. La débil salud de Isabel II, que el próximo 21 de abril cumplirá 96 años, ha sido determinante para que el pasado jueves se produjera el esperado reencuentro.
La Reina, que sufre problemas de movilidad y ha superado el Covid, confesó sentirse «exhausta» desde que se contagiara el pasado mes de febrero. Un cansancio que la ha obligado a renunciar a asistir al servicio religioso del Domingo de Pascua en el Castillo de Windsor.
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