Boris Becker vive de lujo pese a haberse declarado en bancarrota

El juicio contra el extenista por sus millonarias deudas arrancó ayer en Londres

Desalojan a los okupas que vivían en la antigua finca de Boris Becker

Boris Becker llegando ayer al juzgado de la mano de su pareja GTRES
Ivannia Salazar

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El famoso extenista Boris Becker , de 54 años, ha sido acusado en un tribunal londinense de actuar «de forma deshonesta» al no entregar sus trofeos, incluidos dos que ganó en el torneo de Wimbledon y una medalla olímpica, para saldar sus deudas tras declararse en bancarrota en junio de 2017. Antes, había pedido a un banco un préstamo de 3,5 millones de libras esterlinas (4,2 millones de euros aproximadamente) que no pagó. Becker, que está acusado de 24 cargos en virtud de la Ley de insolvencia, los ha negado todos en el primer día del juicio en su contra, que podría extenderse durante tres semanas, y al que llegó de la mano de su pareja, Lilian De Carvalho Monteiro , una analista de riesgo que habla cinco idiomas y tiene tres títulos universitarios, entre ellos una maestría en estudios africanos. Según los tabloides británicos, la mujer y el deportista están juntos desde junio de 2020.

La juez le pidió al jurado que «ignore» que el acusado es una «celebridad» y lo traten «exactamente de la misma manera» en que tratarían «a alguien de quien no han oído hablar» y que no está «a la vista del público». La medida se prevé harto difícil, ya que el ex número uno del mundo es una de las grandes figuras del deporte en todo el planeta, aunque sus años de gloria hayan quedado ya en el pasado. El alemán ganó 49 títulos individuales de 77 finales durante sus 16 años como tenista profesional, incluyendo seis Grand Slam.

Despilfarrador

Becker, ganando en Wimbledon GTRES

Pese a haberse declarado en bancarrota, el tenista ha seguido disfrutando en los últimos años de una vida de lujo, en la que De Carvalho Monteiro ha sido protagonista. Juntos han sido fotografiados en yates en Ibiza, en restaurantes y en lujosas tiendas de la capital británica, donde residen. Según ‘The Daily Mail’, viven en un ático de lujo de seis millones de euros con vistas al Támesis y entre sus posesiones está un Mercedes de 70.000 euros. Según fuentes citadas por el tabloide, Becker ganó alrededor de 100 millones de libras durante su carrera como tenista, pero gran parte de ellos se han evaporado debido a su extravagante estilo de vida, que incluye la compra de autos deportivos, carísimas obras de arte y, por si fuera poco, divorcios e incluso sobornos a una mujer con la que tuvo una aventura.

La vida del tenista no ha estado exenta de polémica, y no solo en el ámbito financiero sino también en el emocional. La modelo Lilly Becker, que fuera su esposa durante nueve años y con quien tiene un hijo en común, Amadeus, atacó a la nueva pareja de forma pública en un post de Instagram cuando apenas empezaron a salir diciéndole que se alejara de su hijo, después de que publicara una foto poniéndole protector solar, y acusó a Becker de tener al menos tres novias en un período de siete meses, lo cual no era lo mejor para su hijo. A finales de los 80 los tabloides lo bautizaron como «Bonking Boris», que podría traducirse como «Boris el follador». Además de Amadeus, tiene otros dos hijos, Noah Gabriel y Elias Balthasar, con la modelo Bárbara Feltus; y una hija, Anna, fruto de una relación casual con la camarera rusa Ángela Ermakova, a quien los abogados del tenista acusaron de haber robado su esperma para inseminarse tras haber tenido sexo oral con él.

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