Berlusconi celebra una boda simbólica con Marta Fascina

La «fiesta del amor», como la definió el Cavaliere, tiene lugar en la residencia de Villa Gernetto, una gran mansión del s. XVIII, con medio centenar de invitados

Los cinco hijos del exprimer ministro (dos con su primera esposa, y tres con la segunda) se opusieron a la boda

Berlusconi y Marta Fascina REDES SOCIALES
Ángel Gómez Fuentes

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Algunas de sus jóvenes amigas que asistían a sus festines «bunga bunga» lo llamaban «papi». Hoy, el día del Padre, Silvio Berlusconi, de 85 años, celebró un «matrimonio simbólico» con su novia la diputada de su partido Forza Italia, Marta Fascina , de 32 (53 años menos del Cavaliere). Es una fiesta en estilo estadounidense, que en teoría no tiene valor legal, pero representa la voluntad de sellar una unión, sin oficializar jurídicamente el matrimonio.

Los cinco hijos del exprimer ministro (dos con su primera esposa, y tres con la segunda) se opusieron a la boda, para que la novia Fascina no fuera un problema a la hora de repartir la herencia del magnate, el quinto hombre más rico de Italia, con una fortuna de 6.700 millones de euros, según la revista Forbes. Pero esta «fiesta del amor», como la ha denominado Berlusconi, aunque en teoría no tenga valor jurídico, sí podría tener algún peso en los tribunales, si se plantea una disputa por la herencia de su imperio económico.

«No a la boda»

Los hijos se salieron con la suya para que su padre no fuera llevado al altar por la parlamentaria Fascina. Esa boda no se debe hacer», le dijeron Marina, Pier Silvio, Bárbara, Eleonora y Luigi. Pero lo que no lograron fue posponer la fiesta de hoy. A los hijos y amigos fieles de Berlusconi no les parecía oportuno ni prudente una fastuosa celebración en tiempos de crisis y preocupación por la guerra de Ucrania. Pero Marta Fascina, conocida por su determinación, no transigió en posponer su «boda simbólica», aunque vivamos en un momento dramático. Se llegó así al acuerdo de una celebración sobria, sin los fastos que gustan a Berlusconi, con medio centenar de invitados, entre hijos, nietos, la familia de la esposa, amigos estrechos y los más altos dirigentes de Forza Italia. Entre los invitados ha estado el líder de la Liga, Matteo Salvini, y el cantante napolitano Gigi D’Alessio. Todos los invitados se hicieron un test molecular del Covid como medida de precaución. No ha faltado a la celebración Dudú, el perro caniche del Cavaliere.

El rito, con promesa y regalos

El rito de la «no boda» de Silvio Berlusconi se celebró en su residencia de Villa Gernetto, completamente blindada. Situada en el municipio de Lesmo, al norte de Milán, es una enorme mansión del siglo XVIII. La villa ha sido decorada para la celebración al estilo Berlusconi, con cierta grandiosidad para llamar la atención e impresionar. Había 150 estatuas dispuestas por el Cavaliere en los jardines, juegos de agua en las fuentes y un chorro en forma de torta en la fuente principal.

Invitación al «matrimonio simbólico»

El rito, sin bendición, ha sido oficiado por Licia Ronzull i, senadora de Forza Italia, estrecha amiga de la pareja, Se ha celebrado en la pequeña capilla de Villa Gernetto. Berlusconi en traje azul de Armani, mientras que Marta Fascina lucía un vestido blanco en encaje francés, medio cuello y casto escote en V, creado por el diseñador Antonio Riva, con larga cola blanca. Marta utilizará cuatro vestidos durante la jornada.

Hubo recíprocas promesas de amor de los dos simbólicos esposos, con intercambio de regalos. El novio ya le regaló a su pareja una magnífica joya, el anillo de compromiso con un brillante en forma de corazón, colocado en el anular de la bella Marta. Esta a su vez le hizo un regalo original realizado por su hermano: Una pequeña escultura producida mediante calco de las manos entrelazadas de la pareja, «como testimonio de un amor que no se rompe».

El banquete

El aperitivo se ha servido en el salón de los Pasos Perdidos. El exprimer ministro les dirigió a sus invitados un breve discurso, dedicado especialmente a su compañera Marta, para expresarle su «amor, estima y respeto». Después se sirvieron los aperitivos. El almuerzo ha sido en el Salón de Baile, al que los invitados fueron acompañados con violas y violines. En torno a una gigantesca mesa se han sentado para la comida los recién casados y sus acompañantes. Antes de servir los platos, el Cavaliere volvió a dirigirles unas breves palabras para agradecerles su presencia: «Estoy feliz de tener a la gente querida aquí conmigo en este día».

El almuerzo ha sido preparado por el chef de tres estrellas Michelin Da Vittorio, con este menú: Mondeghili (albóndigas de ternera, especialidad milanesa) con limón y crema de apio como aperitivo, gnocchetti de ricotta y patata al azafrán; de segundo plato, «tagliata» de ternera al vino tinto con patatas y crema de zanahorias a la canela. Para postre, una selección de dulces. Todo ello rociado con vinos delas mejores cosechas de diversas bodegas.

Como exige la tradición, hubo monumental tarta nupcial de tres pisos, cortada por la pareja con fotos mirando a la cámara para inmortalizar así el «matrimonio simbólico», tras dos años de noviazgo. De fondo, en algunos momentos estuvo la música de Michele Apicela, conocido cantautor napolitano, amigo de toda la vida, presente siempre en muchas de sus fiestas, incluidas las de «bunga bunga”.

Exultante y feliz, el Cavaliere cantó a dúo con Fedele Confalonieri , amigo de una vida y brazo derecho en sus empresas. Recordó así sus tiempos de juventud, cuando ambos cantaban para divertir a los pasajeros de cruceros. Esta vez, al piano tocaba Confalonieri, mientras Berlusconi cantaba piezas clásicas de la canción francesa y napolitana, y alguna incursión al dialecto milanés con 'O mia bella Madunina'.

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