Ángel Martín: «No me cansaré de agradecer a Eva que me ayudase a superar mi locura»

‘Por si las voces vuelven’ es una hoja de ruta para ayudar a otras personas, o por si él vuelve a caer en la locura

Ángel Martín junto a Eva
Pilar Vidal

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A Ángel Martín lo conocimos por sus chistes en Paramount Comedy y alcanzó la fama como copresentador del exitoso programa ‘Sé lo que hicisteis’(La Sexta). Nadie podía imaginar que el 4 de junio de 2017 se volvería loco y acabaría atado a la cama de la unidad de psiquiatría del hospital Puerta de Hierro. Su pareja, la actriz Eva Fernández, había alcanzado un éxito arrollador con la película ‘Wonder Woman’ y el hecho de que se convirtiera en la más taquillera del fin de semana hizo que el la colmara de cientos de regalos absurdos. «Cuando estas en una situación como la mía tú crees que las cosas las haces porque son coherentes y todo el mundo lo va a entender. Solo es evidente para tu entorno cuando haces algo extremadamente llamativo. Aquel post en las redes sociales y aquella situación solo fue llamativo para mi chica y no para el resto de mi entorno», recuerda Ángel. Ambos tuvieron una discusión en la que Eva se vio obligada a pedir ayuda a un amigo para que fuese quien convenciese a Ángel de ir al hospital ya que a ella, en aquel momento no la iba a escuchar.

Afortunadamente así fue, sino quizás hoy igual no podía contarlo. «Mientras estas ahí ni siquiera sabes que está pasando porque vives en un lugar totalmente distinto, has entrado de una forma sutil, no notas nada extraño y empiezas a vivir en ese nuevo mundo. No hay nada llamativo, en mi caso había una voz que no me permitía compartirlo con nadie porque era un secreto que cada uno tenía que ir descifrando a su manera y a su ritmo», y Eva fue la primera y eso que llevaban diez meses de relación.

Para ella reconoce Ángel que fue un infierno «al final es la que ha estado haciendo todo lo que yo probablemente no hubiera hecho, desde tener un control de la medicación y asegurarse de que te las tomas, asegurarte que tienes una vida más o menos estable, sigues comiendo y no te vas al pozo, tratando de animar cuando no eres capaz, es un proceso agotador». Algo que dice le agradece de forma infinita y de forma constante y no se cansará de hacerlo. Aún hoy y ni siquiera tras escribir el libro ‘Por si las voces vuelven ‘(Ed. Planeta) es consciente de porque se volvió loco «no lo vas a saber nunca, porque te pasa algo así. Todos tenemos una especie de barra medidora que cuando llegue a cien se va a desbordar la cabeza y a lo largo de nuestra vida nos van pasando cosas que van llenado esa barra y hay gente para la que un día ese medidor estalla. Es un cumulo de cosas, no hay un evento que haga que todo eso estalle», explica.

Difícil detectarlo

Y lo que es aún peor, la gente de alrededor ni siquiera puede detectarlo «es muy delicado para bien y para mal. Yo tuve suerte de que mi chica es alguien especialmente sensible y alguien con un sexto sentido para medir los tiempos y saber cómo hacer las cosas, pero también puede haber gente que lo hace de forma equivocada es especialmente delicada esa figura. Es muy complicado enseñarle a alguien como hacerlo porque hasta que no te ves en ese mundo es imposible dar pistas». Pero ahora, tras varios años de terapia Ángel Martin ha conseguido reconstruirse y ofrecer la mejor versión de sí mismo «puedes decidir que rasgos quieres incluir en tu personalidad, que quiere descartar, hacia donde quieres ir hacia donde no, que cosas quieres mantener en tu vida y que cosas no quieres ni de coña. En el momento en que decides hacer eso de forma consciente la vida coge otra dimensión, estas construyendo una vida y no dejándote ir como yo estaba antes de que me sucediera esto. Estaba instalando en que la vida te va llevando a sitios y te vas montando en esos carros, pero no eres consciente de hacia dónde vas, ni te has planteado si te apetece o te gusta. Yo ahora he empezado de cero», explica de una forma serena e instructiva que te hace hasta dudar que estés hablando con un exloco, como el mismo se define. Asegura que la fama no influyó para que esto sucediese «no fue el detonante, porque no es más estresante que alguien que trabaja en una panadería. Tiene algún componente más subido de tono porque a lo mejor tienes que llevar la careta de cara al público más tiempo, pero no». Coqueteaba con las drogas (fumaba marihuana y tomaba éxtasis) pero tampoco eso influyó «yo relaciono las drogas con un proceso de escritura, con la posibilidad de llegar a rincones donde generalmente si no estuviera drogado no llegaría para escribir. Empecé cuando dejé mi etapa televisiva y comienzo proyectos personales. Llegas a pensar que es gracioso lo que has escrito, pero en realidad te ríes porque vas fumado. Yo lo justificaba no para evadirme sino como herramienta de trabajo»,aclara.

Martín z

Y por si de repente las voces vuelven, Ángel, decidió escribir un manual para tratar de encontrar todos los pasos que ha utilizado para encontrarse bien «una especie de pdf para entender lo que ha pasado y me animé a publicarlo por si a alguien más le podía servir». Y parece que así ha sido a juzgar por los cientos de mensajes que esta recibiendo «algunas personas me dicen que después de leerlo entienden que les está pasando y otras que agradecen que le haya puesto palabras a lo que han vivido», confiesa satisfecho y emocionado. Nos despedimos con el mismo deseo, de que ojalá se pierda esa vergüenza hablar de las enfermedades mentales y se rompa el estigma social.

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