¿Paellas hechas por un robot? Así funciona el invento que miran con recelo los puristas de la receta

Si hay un plato controvertido en la gastronomía española es la paella valenciana . Esta receta –los más puristas apenas se permiten licencias con ella– recoge la tradición y la eleva a la categoría de dogma culinario cuando alguien se atreve a aprovechar su nombre para presentar una elaboración similar variando los procesos o los ingredientes. Estos, según algunos de los cocineros que llevan a gala su defensa, son solo diez: aceite, pollo, conejo, 'ferraura', 'garrofó', tomate, agua, sal, azafrán y arroz. Pero este símbolo de identidad en la Comunidad Valenciana es algo más que una suma de productos en una paella –el recipiente del que toma el nombre el plato–. Es también la liturgia que la acompaña en su elaboración. Cada paso, los tiempos, los detalles y el saber hacer pasado de generación en generación. ¿Sería capaz un robot de recoger esa mística para hacer la paella perfecta?

El , que se celebra esta semana en Málaga , ha presentado un robot capaz de elaborar una paella sin necesidad de la supervisión de un cocinero. Un brazo robotizado, unido a una tecnología ya existente de 'paelleros' con control eléctrico de la llama que llega –según sus creadores– para revolucionar este plato típico español y el propio sector de la restauración.

La tecnología ha sido desarrollada por la empresa ' Be robot 5 (br5) ', que crea brazos robotizados para distintos procesos de hostelería –desde abrir una botella de vino a tirar una caña, pasando por preparar un cóctel o una hamburguesa–, y Mimcook , quien ha desarrollado el citado control eléctrico de la llama.

En declaraciones a los medios, el director general de 'br5', Enrique Lillo , ha asegurado que su objetivo es permitir desarrollar la «creatividad» de las personas y, a su vez, ahorrar tiempos en pasos que considera «tediosos o repetitivos». La puesta en marcha de este robot que hace paellas ha despertado un enorme interés para los asistentes a esta feria que se desarrolla en Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

Por su parte, el director general de Mimcook, Sergio Escolá , añade que su tecnología para controlar de forma precisa el fuego permitirá a quienes adopten esta tecnología obtener resultados «predecibles». Es decir, que el punto del arroz será siempre el mismo con independencia del cocinero, suprimiendo la posibilidad del despiste o el error humano. A juicio de ambas empresas, la automatización de todos estos procesos permite ahorrar mucho tiempo a los chefs con tareas que, para ellas, «no aportan valor al plato». El debate –viejo debate entre el hombre y la máquina– está servido.