Gastronomía

Las mejores terrazas de España para disfrutar del verano

Azoteas y restaurantes al aire libre ofrecen una alternativa para combatir las altas temperaturas

Nueva terraza del restaurante Amós, de Jesús Sánchez, en el hotel Villa Magna de Madrid

ABC Gastronomía

Jardines, azoteas y rincones con vistas a grandes ciudades se suman a la oferta de ocio y gastronomía con el buen tiempo. Espacios que buscan un equilibrio entre una cocina más o menos informal con una propuesta líquida capaz de seducir a quienes quieren prolongar las noches estivales.

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Terraza Picos Pardos Sky Lounge, en el Hotel Bless de la calle Velázquez ABC

Madrid

El 'tardeo' y los ansiados encuentros al alivio de las noches de verano se han mudado a las alturas en Madrid. Y es ahora cuando, por fin, reinan los hoteles, afanados todo el año en atraer con el canto de sirena de su oferta gastronómica a los viandantes. Sin duda ahora lo consiguen, y es ya algo habitual ver, cuando cae la tarde, largas colas en la Gran Vía esperando para coger sitio, y ascensor, hacia estos bares y restaurantes con vistas a los tejados y las cúpulas de la capital. Sucede, por ejemplo, en la del hotel Riu, en la planta 27 mirando a la renovada Plaza España y con su fotografiada pasarela de cristal; la nueva y 360º del Pestana CR7 (pizzas y buenas verduras en la carta); la también novedad Le Tavernier (en el Insside by Meliá) o las más antiguas del hotel de las Letras, el NH Collection (Picalagartos, con buenas carnes y tartar de atún), el Hyatt (El Jardín de Diana), el Vincci (The Mint) y el Emperador (que este año añade barbacoa junto a su tesoro, la piscina). También en el centro triunfan por su exclusiva panorámica las del VP Plaza España (Gingko Sky Bar), Pestana Plaza Mayor y el flamante Ocean (mirando a la plaza de Isabel II y el Teatro Real, aunque su gran restaurante Mar Mía está abajo). Un clásico que sigue en pie, la del Círculo de Bellas Artes. Una opción menos conocida, mirando al sur de Madrid, la del Only You Atocha. Una elegante incorporación , con grandes vistas pero a Serrano, la del hotel Bless.

En un hotel también, y recientemente inaugurada, está la discreta terraza de Amós. El restaurante de Jesús Sánchez en el Rosewood Villa Magna ha estrenado un rincón en plena Milla de Oro. Oculto entre vegetación se abre un espacio con una barra central y un arce japonés con mesas que la rodean con un banco corrido, grandes cojines y ambiente acogedor. Hasta ellas llega la propuesta del triestrellado chef de El Cenador de Amós –Villaverde de Pontones, Cantabria– con platos que pueden disfrutarse en Amós –el perfecto de pato caramelizado sobre bizcocho de aceituna negra o el lomo de merluza en su salsa verde– y otras propuestas más frescas como las ostras en escabeche o la ensalada de bacalao.

Relativamente cerca, en Retiro, las terrazas en las que la gastronomía tiene un peso importante –más allá del ocio– se suceden en poco espacio. Desde Arzábal, el espacio que dirigen Iván Morales y Álvaro Castellanos , hasta Sa Brisa –una sucursal de los sabores de las Islas Baleares– pasando por Don Dimas o Berlanga y los arroces que prepara frente a este pulmón verde de la capital José Luis Berlanga –hijo del cineasta–. Más pensadas en ese 'tardeo' que se prolonga hasta la madrugada están, en plena Puerta de Alcalá, otras como las de Berria Wine –2.000 referencias y alrededor de 100 vinos por copas–, Bakan – c ocina mexicana y un culto inusitado en Madrid al mezcal– o Aarde –un viaje a las raíces del continente africano –.

Fuera de la almendra central también se pueden encontrar reductos gastronómicos al aire libre. En el barrio de Gaztambide, por ejemplo, está Killo, el proyecto del cocinero austriaco Manuel Auer y su esposa, la empresaria Alejandra Álvarez. Recetas de inspiración andaluza y tintes internacionales, que viajan desde el barrio marinero de Zahara de los Atunes, donde el matrimonio cuenta con Taberna Tía Juana. O Sagrario Tradición –culto a la temporada, brasas y carta de coctelería con guiños al mundo del vino–, en la plaza de Valparaíso, muy cerca del Bernabéu. Con punto asiático, en un chalet de Arturo Soria, está la del histórico El Bund –en realidad, son tres, ambientadas en un jardín de Suzhou– en la que probar sus 'dim sum' artesanales.

Fuera de la M-30, en plena Casa de Campo, el terraceo con vistas alcanza su máxima expresión en lugares como Villa Verbena o el Taller. Dos proyectos –detrás de ellos está Triciclo y The Hat Madrid– con los que se ha revitalizado la oferta gastronómica de un lugar emblemático como es el lago de la Casa de Campo. En ambos, la parrilla y el humo copan el protagonismo de la carta.

Informa: Laura Pintos/Adrián Delgado

2

Azotea del Barcelo Raval 360 de Barcelona ABC

Barcelona

El nombre de esta terraza, 360° Barceló Raval, es toda una declaración de intenciones para la Ciudad Condal. En el undécimo piso de este céntrico hotel hallamos un ático de 360 grados, desde donde se divisa a la perfección el Raval, el Barrio Gótico y la mayoría de edificios altos de la urbe. Está abierta a todo el público sin necesidad de ser cliente del hotel y cuenta con piscina además de barra de bar y DJ por las tardes. Es el mejor lugar para disfrutar de unas copas con vistas a Ciutat Vella , la Barcelona 'vieja'. En la otra punta de la urbe hacia el interior se encuentra Mirablau, todo un clásico de Barcelona . Su terraza es uno de esos sitios que dejan sin palabras. Ubicado en la ladera de Collserola, este restaurante presume de las mejores vistas de la capital catalana. La panorámica es sobrecogedora, casi inabarcable. La terraza es un lugar ideal para relajarse, disfrutar, comer y beber bien en buena compañía y admirar el mar donde éste se une con el cielo. Por la tarde se convierte en un bar de copas y una discoteca, perfecto para tomar algo y bailar mientras la ciudad bulle a tus pies. El lugar adecuado para una primera cita o un encuentro especial.

Situado en una antigua fábrica modernista del barrio de Sarrià, el Dos Torres constituye un oasis apartado de la vorágine del centro. Ofrece una cocina de grandísima calidad , en su gran terraza se puede comer a la sombra de la palmera que preside la estancia y por la noche saborear buenos cócteles en un ambiente tranquilo y mediterráneo. Aquí la oferta gastronómica viaja desde Andalucía hasta Italia, con alguna que otra influencia asiática.

Informa: Jordi Martínez

3

El Mirador, en el hotel Vincci La Rábida de Sevilla ABC

Sevilla

La geografía sevillana está cuajada de estos espacios al aire libre en los que deleitarse con buena gastronomía. Pero nos centramos en aquellos que están en las alturas, auténticos vergeles que nos regalan panorámicas de película. Por ejemplo, Recoveco, ubicado en el Hotel Unuk, que además de una zona al aire libre cuenta con terraza acristalada . Allí destacan recetas como un pan bao de 'puntillitas', arroz de carabineros o 'sashimi' de corvina. El Hotel Vincci La Rábida tiene otra de las terrazas más llamativas del centro de Sevilla, la de El Mirador. Se ubica en una casa palacio del siglo XVIII con vistas a la Catedral, y en ella se pueden disfrutar de un buen tartar de atún rojo. Sobre el Guadalquivir y el Puente de Triana, destaca Mariatrifulca y sus arroces y cortes de atún rojo poco frecuentes, como las costillas.

Informa: Isabel Aguilar

4

Azul Sunset Point M. Ponce

Valencia

Las espectaculares vistas al mar y al puerto convierten a la terraza de Azul Sunset Point, ubicada en la Dársena Deportiva Norte de la Marina de Valencia, en uno de los enclaves más exclusivos para degustar un buen arroz o disfrutar de la puesta de sol haciendo tardeo.

En un entorno más urbano, el 270º SkyBar del Hotel Barceló (Avenida de Francia, 11) es el lugar idóneo para contemplar desde las alturas los emblemáticos edificios diseñados por Santiago Calatrava para la Ciudad de las Artes y las Ciencias mientras se saborea uno de sus cócteles.

Otra de las terrazas que destaca por su perspectiva incomparable, ubicada en el corazón de la capital del Turia, es la del Ateneo Mercantil (Plaza del Ayuntamiento, 18). Desde allí se puede obtener una panorámica privilegiada del centro histórico de la ciudad.

Informa: Toni Jiménez

5

Hotel Costa Vella M. Muñiz

Galicia

En Galicia, música, sol y playa se unen en el Náutico de San Vicente (O Grove) en uno de los locales más icónicos del panorama 'indie'. Los conciertos de Leiva o Iván Ferreiro, habituales del lugar, llenan esta terraza a pie de playa en la ría de Pontevedra. En Santiago, en el casco histórico, el Hotel Costa Vella tiene, quizá, la terraza más bonita de la ciudad: un hermoso jardín con fuente y pájaros. En Vigo está el Marina Cíes Beach Club, en plena playa de Samil. De corte más lujoso , perfecto para tomar un cóctel en una hamaca con vistas a las Islas Cíes.

Informa: Antar Vidal

6

Terraza en la azotea del Hotel Carlos V de Toledo H. Fraile

Toledo

La vista patrimonial será siempre un ingrediente más en la carta de estos espacios de Toledo. Ofertas hay para esta experiencia, tanto dentro como fuera de la zona antigua, de las que elegimos tres. La azotea del hotel Carlos V, con el imponente Alcázar al Este y hacia el Oeste la silueta estilizada de la torre de la catedral, y por todas partes rodeado por el intrincado laberinto de edificios y calles estrechas , además del horizonte y vista panorámica de la zona del Valle. La Terraza Caravantes , una de las más antiguas de la ciudad, ubicada en la carretera de circunvalación que discurre por el valle, en zona de cigarrales. Y la Terraza Restaurante Bú, en la que se puede comer también, pero en este tiempo apetece sentarse a tomar algo justo al lado del Alcázar, en la plaza del Corralillo de San Miguel.

Informa: Antonio González

7

Terraza de Pera Limonera, en Valladolid

Valladolid y León

Es el chiringuito de la playa, pero no es cualquier chiringuito ni cualquier playa. A orillas del Pisuerga, Pera Limonera se ha convertido en un incondicional para los vallisoletanos que disfrutan a pie de arena de una carta con propuestas clásica. Capitaneada por los arroces, hace hueco también a desayunos, 'brunchs', atardeceres y noches con encanto . Y no solo en verano, ya que en otoño e invierno unos peculiares iglús protegen del frío las mesas para que el 'terraceo' no sea un vicio limitado a las altas temperaturas.

Si a pie de seo las piedras milenarias imponen, las vistas no desmerecen tampoco desde las alturas. La terraza semicubierta del último piso del Camarote Hotel de León emerge junto a la Catedral y se ha convertido en una de las terrazas de moda de la ciudad. Un rooftop en el corazón de la capital del Bernesga en el que disfrutar de una comida o cena de la mano de una carta variada o simplemente tomar una copa con amigos al atardecer.

El Barrio Húmedo de León, la Catedral, San Isidoro, el Palacio de Botines de Gaudí o el de los Guzmanes se divisan desde esta terraza acristalada ubicada en el centro de la capital leonesa. Operativa desde 2014, Nimú Azotea en la décima planta del Hotel Conde Luna invita al aperitivo, comida o cena de un menú de la tierra y también al tardeo o a una copa rodeado de unas vistas de excepción

Informa: María Gajate

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