Gastronomía

Estos pescados podrían alcanzar precios de lujo en los próximos meses

Estas especies y su forma de crianza están en el centro de todas las miradas del sector alimentario

En la imagen, una pescadería de Córdoba Álvaro Carmona
Adrián Delgado

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El sector acuícola español es uno de los grandes eslabones de la cadena alimentaria en Europa. Las instalaciones de nuestro país son clave para que los consumidores domésticos y la restauración puedan acceder a pescado de calidad a un precio accesible y, según defienden sus responsables, evitar de paso la sobreexplotación de mares y ríos. Sin embargo, las consecuencias geopolíticas derivadas de la guerra de Ucrania sumadas a las de la pandemia del Covid-19 , han provocando esta primera mitad de 2022 una «escalada sin precedentes en el coste de las materias primas que amenaza la viabilidad y desarrollo de la acuicultura en España ».

Así lo señala un informe publicado esta misma semana por la principal organización del sector, Acuicultura de España, que ha dado la voz de alarma sobre el riesgo que supondría para el sistema alimentario español la falta de soluciones frente al encarecimiento de las materias primas y los servicios necesarios para esta actividad. «Buscar proveedores alternativos a Rusia y Ucrania , reactivar la producción nacional de materias primas o ajustar la fiscalidad» son las medidas inmediatas propuestas por el sector para garantizar el futuro de la acuicultura, como «sector clave en la soberanía alimentaria de Europa».

La proyección hasta ahora era que en 2030 dos terceras partes del pescado que se consumirá en España fuera criado en sistemas de cautividad. Sin embargo, esta situación coyuntural no solo pone en riesgo esta perspectiva sino los precios inmediatos del pescado de acuicultura. Especies como la trucha , el rodaballo , la lubina , la dorada , el lenguado , el atún rojo o el esturión podrían sufrir una fuerte escalada de precios.

Instalaciones de acuicultura en el Mediterráneo, en Málaga EFE

«Energía, piensos para la alimentación de los animales, combustibles, materiales de envasado, transporte, vacunas, subidas salariales relacionadas con la inflación … todos los eslabones que forman la cadena de valor entre el nacimiento de un pez y su llegada al consumidor registraron, en el 2021, un aumento generalizado en proporciones nunca vistas hasta el momento. Aumento que llegó en un momento de tesorería ajustada en las empresas, tras los parones productivos y las bajadas comerciales causados por el Covid19 y que se ha agravado con la invasión de Ucrania por parte de Rusia», explica el gerente de Acuicultura de España, Javier Ojeda .

Los expertos aseguran que será necesario repercutir en los costes de venta la subida de precios que afectan a la producción para evitar pérdidas que hagan insostenible este sector. Según las cifras que maneja esta organización, la acuicultura genera un volumen de negocio cercano a los 500 millones de euros anuales y unos 52.000 empleos directos e indirectos.

«Las empresas productoras de especies acuáticas que operan en España están viendo cómo su futuro se está viendo seriamente comprometido. Dos tendencias coinciden, generando uno de los peores escenarios macroeconómicos de los últimos tiempos», explican desde la asociación. «La subida inédita de los costes de producción, con aumentos que parecen no tener fin. Por otro lado, la pérdida de poder adquisitivo de los hogares con rentas medias y bajas derivada de la inflación, cuya merma de capacidad adquisitiva puede retraer el consumo de productos básicos como el pescado, sobre todo si estos incrementan su precio», alertan. Precios que ya empiezan a reflejarse también en las cartas de los restaurantes .

Entre los principales costes que se repercuten al pescado de acuicultura española está el oxígeno que se utiliza –que ha subido un 100%–, y el de los piensos –entre un 30 y un 50%–. También los costes de la energía , necesaria para la cadena de frío en las granjas marinas y las instalaciones de procesado, que aseguran haber llegado hasta el 300% con respecto al 2021. El gasóleo, que mueve embarcaciones, vehículos y camiones, es un 20% más caro. «El precio del flete por tierra y aire está aumentando por días, incrementando los costes de comercialización », dicen. Lo mismo ocurre con los precios veterinarios, que han subido hasta un 30%.

Ucrania en el centro de todo

«Ucrania había sido, hasta el momento, un proveedor seguro y solvente de trigo, maíz y aceites vegetales de muy buena calidad, además de competitivos», indican. «La invasión rusa plantea un duro golpe a la acuicultura española, que produce más de una docena de especies a lo largo de nuestro país, y que ve cómo estos elementos imprescindibles para poder alimentar a sus especies registran subidas prácticamente semanales. Si esta escalada de precios no se traslada a los intermediarios y al consumidor, la situación corre el riesgo de tornarse inasumible», concluyen.

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