Dónde comer en Sevilla esta Semana Santa

Carlos Maribona

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15/04/2022
Actualizado a las 01:02h.

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Sevilla , una ciudad aferrada a sus tradiciones gastronómicas, ha sabido adaptarse en los últimos años a las nuevas tendencias gastronómicas. El protagonismo lo ha asumido una nueva generación de hosteleros que han sabido recoger e interpretar las claves de la modernidad gastronómica adaptándolas a las peculiaridades de la ciudad y evolucionando a partir de la tradición. Los nuevos establecimientos conviven perfectamente con los de toda la vida, son incluso una prolongación de estos. Por eso se han enfocado más hacia el mundo de las tapas, un mundo informal con el que los sevillanos se identifican perfectamente.

La cocina tradicional está perfectamente representada por casas como la Antigua Abacería de San Lorenzo , que conserva todo el encanto de las viejas tiendas de ultramarinos y donde, sobre todo, se come muy bien. Además, se siente uno como en casa dada la amabilidad de Ramón López de Tejada y Carmen, su mujer. Y por si fuera poco, abren los domingos por la noche y los lunes, días en que casi toda la oferta sevillana de calidad descansa. Cocina cien por cien tradicional con protagonismo para los guisos de siempre.

Imprescindible también El Rinconcillo , la taberna más antigua de Sevilla, fundada en 1670. Sus propietarios se esfuerzan por rescatar platos de viejos recetarios en un ambiente inigualable que configuran esos históricos techos de madera de los que cuelgan jamones y otras chacinas variadas sobre la barra de caoba, los azulejos y los botelleros. Otro de los restaurantes más tradicionales de la ciudad es el Eslava, que cuenta por un lado con una frecuentada barra, y por otro el restaurante, en el que siempre hay verduras porque los propietarios tienen huerta propia. Excelentes pescados, siempre en su punto, y entre las carnes, las costillas a la miel, un clásico de la casa.

Muy recomendable también Jaylu , en pleno barrio de Triana, que goza de merecida fama por la calidad de sus mariscos y pescados, que además se tratan perfectamente en la cocina para darles el punto más adecuado al cocerlos o al hacerlos a la plancha. Otra buena y veterana casa es Becerrita , que en estos días de Cuaresma destaca por la calidad de sus potajes y bacalaos. Apunten también Barbiana, una casa que lleva a Sevilla los aires de Sanlúcar y lo mejor de su cocina, entre las que se encuentran unas estupendas tortillitas de camarones, y Donald , con su célebre ensaladilla. Y para comer buen marisco a cervecería La Mar de Fresquita .

En la parte de cocina más actual, Cañabota , que acaba de recibir su primera estrella Michelin, es el sitio perfecto para disfrutar de pescados hechos a la brasa, fritos o guisados, siempre con una elevada calidad. Estrella tiene también Abantal , donde, tanto en la carta como en el menú degustación, el cocinero Julio Fernández ofrece platos elaborados con buen producto y en los que el sabor es un elemento fundamental.

Sin estrella, pero con un alto nivel de cocina hay dos restaurantes que nos gustan especialmente: Sobretablas y Lalola . Al frente del primero está Camila Ferraro , quien tras una larga etapa en El Celler de Can Roca decidió regresar a su ciudad natal junto a su pareja, el sumiller catalán Roberto Tetas , aportando un aire fresco a la gastronomía sevillana. La cocinera aplica técnicas actuales a la tradición local, siempre con el máximo respeto por esa tradición y por el producto. Platos bien elaborados, aparentemente sencillos, con puntos impecables, a los que hay que sumar la notable bodega que maneja Roberto.

En cuanto a Lalola , es el restaurante de Javier Abascal, que brilla especialmente en el terreno de los guisos y de las carnes de cerdo ibérico, con gran protagonismo de su casquería. Abascal se ha situado en primera línea de la nueva cocina sevillana. Primera línea en la que también están Az-Zait y Tribeca . En este último Pedro Giménez ofrece una serie de entradas informales y divertidas y muy buenos pescados.

Para acercarse al producto y al recetario locales apunten Ispal . Y en un plan informal, dos tabernas modernas: Tradevo , con su acertada reinterpretación de las tapas y que cuenta con dos locales en la ciudad, y La Azotea , con género de calidad y buena oferta de vinos por copas.

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