Especial Universidades

Un cara a cara sobre la experiencia universitaria

ABC reunió en una misma sala a dos profesoras experimentadas y de reconocida trayectoria docente con dos jóvenes y brillantes estudiantes para intercambiar opiniones sobre el presente y el futuro de la formación superior

De izquierda a derecha, Coral Barbas, Covadonga Antuñano, Marta Igea y Belén Yélamos Guillermo Navarro

Belén Rodrigo

Una lección magistral, pero cercana y distendida, sobre el presente y el futuro de la enseñanza superior. Expectativas, realidades, fortalezas, carencias... ABC quiso reunir en una misma sala a dos profesoras experimentadas y de amplia y reconocida trayectoria docente con dos jóvenes y brillantes estudiantes para dialogar e intercambiar puntos de vista sobre la experiencia universitaria. Un encuentro presencial, en tiempos de pandemia y frías videconferencias, que pone en valor las relaciones humanas entre alumnos y profesores. Para todas ha sido un año difícil, cansadas de las videoconferencias y las clases online que han ocupado gran parte de su tiempo. «Confío en que se vuelva a lo de antes, al contacto con los alumnos, que nos pregunten», confiesa Belén Yélamos, Doctora en Ciencias Químicas, profesora titular de Universidad de la Facultad de Químicas de la UCM y subdirectora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. «Es importante ver la cara de los alumnos, atraer su atención, pero la parte buena es que hemos descubierto que podemos tener dentro de la clase virtual a nuestros contactos de primer nivel», indica Coral Barbas, catedrática de Química Analítica que dirige el Centro de Excelencia en Metabolómica y Bioanálisis (Cembio ), y la Escuela Internacional de Doctorado Ceindo, que aúna a las tres universidades CEU. Es además doctora Honoris Causa en la Universidad Médica de Bialystok (Polonia) y Premio de la Sociedad Belga de Ciencias Farmacéuticas.

Marta Igea Gracia, estudiante de 4º de Ingeniería Aeroespacial en la UPM , subraya que no fue consciente del que fue su último día de clase en la universidad, ya que las clases de 3º y 4º curso son todas online. «Lo echo en falta, también a mis compañeros, la vida universitaria», comenta la joven, que en 2017 fue elegida uno de los 50 mejores alumnos preuniversitarios de España (la Beca Europa) y desde entonces participa en la Escuela de Liderazgo Universitario. A pesar de tener muy clara su vocación desde pequeña y contar con un excelente expediente académico, Marta asegura que el arranque universitario fue duro. «Se persigue una excelencia y el primer año sentí una gran frustración al pensar que no valía para esto, parecía inalcanzable», comenta . Covadonga Antuñano Gibert cursa 3º de Derecho y Relaciones Internacionales en la Universidad Francisco de Vitoria, en la que estudia con una beca de excelencia académica y también obtuvo la Beca Europa. Para ella lo difícil fue elegir carrera, y de hecho al acabar el Bachillerato se fue a Inglaterra, «el año de mi vida», para trabajar y estudiar inglés, una experiencia que aconseja a todos. «Elegí mi carrera por descarte y afortunadamente me encanta. He tenido suerte con los compañeros porque buscan la excelencia y me motivan», indica la joven.

Más interés que vocación

Al hablar de vocación, Coral Barbas cree que es difícil descubrirla. «Lo importante es hacer todo con entusiasmo. Aunque la vocación no esté definida, al poner interés el camino fluye. Yo mi vocación la he ido descubriendo». En su caso al estudiar Químicas no había pensado en la docencia, pero al dar clases particulares de joven descubrió que le gustaba y se le daba bien. «Me gusta sobre todo formar a futuros investigadores , gente que busca un beneficio de crecimiento personal, piensan y aportan soluciones diferentes». Belén Yélamos, tras realizar su postdoctorado en París entró en la vida universitaria, donde «no te aburres, te puedes dedicar a la investigación, a orientar a alumnos». En su caso le gusta particularmente «la docencia de la ciencia en edades tempranas, en un momento en el que las vocaciones científicas han disminuido». Ambas docentes valoran especialmente el trabajo que realizan los profesores de Bachillerato porque «tienen la capacidad de despertar vocaciones, es muy importante a esa edad».

«En las universidades se hace un esfuerzo importante por conectar a los alumnos con el mundo laboral, se da importancia al contacto con la empresa», asegura Coral Barbas. No obstante, Belén Yélamos reconoce que para muchas universidades «resulta difícil adaptar los títulos a lo que demanda el mercado, tarda en llegar». Covadonga Antuñanos, aunque ve todavía el mundo laboral algo lejos, siente que «cada vez se exigen más títulos, más másteres», y cree que se debe mejorar la percepción que existe en España de la FP : «Puede ser una opción más valiosa al servicio de la sociedad». Por su parte, la estudiante de ingeniería aeroespacial valora ese esfuerzo de las universidades, «con ferias de empleo, charlas con profesionales…», pero aún así, con la alta tasa de paro juvenil que existe, se pregunta si habrá trabajo para todos. Y más ahora con los efectos de la pandemia.

Relación esencial

La relación entre profesores y alumnos es para Barbas «una de las cosas más bonitas. Existe una relación cercana, pero siempre manteniendo su posición. A veces los profesores quieren ser amigos de los alumnos». Para Marta «un profesor es un referente» y agradece que muchos «se quedan tras la clase, son accesibles y puedes hablar con ellos de diferentes temas». La profesora de la UCM asegura que ha ido bajando el nivel de los alumnos cuando llegan a la carrera y calcula que de cada 30 estudiantes, solo 10 realmente querían estudiar Química. «Muchos llegan rebotados y es más difícil motivarles» , asegura. Para las dos alumnas es enriquecedor contar con profesores del mundo empresarial. Yélamos cree que tener profesores de reconocido prestigio en sus áreas laborales «es muy buena idea, aporta otro punto de vista». Aunque como recuerda Igea «no todos saben dar clase».

Como reflexión final, las palabras de Coral Barbas al hablar de las distintas etapas de formación de los alumnos, en las que necesitan distintos tipos de profesores. «Al inicio lo que necesitan es principalmente tiempo y dedicación del profesor, mientras que a medida que avanzan cuanto mayor sea el nivel del profesor mejor». Y a medida que un profesor va creciendo científicamente «está más preparado para los niveles más altos de la educación universitaria, el doctorado, sin el cual no existe la universidad».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación