ESPECIAL MÁSTERES

Becas a la excelencia, el impulso con el que las mentes brillantes alcanzan todo su potencial

Son muchas las instituciones y fundaciones que brindan su apoyo para que los alumnos ejemplares puedan ampliar sus estudios en las más prestigiosas universidades de todo el mundo

Becas MEC | Estas son las ayudas al estudio y becas que se pueden solicitar para el curso 2021-2022

Fernando Morales

Estudiar un posgrado en el extranjero está en el pensamiento de muchos estudiantes brillantes, pero no siempre es una posibilidad al alcance de todos los bolsillos. Es para ellos, los que no tienen los suficientes recursos pero sí un excelente expediente y un proyecto que puedan tener un impacto real en la sociedad, a quienes están destinadas las becas de excelencia o ayudas que otorgan muchas instituciones y fundaciones y que permiten a estos alumnos ejemplares desarrollar sus estudios de máster o doctorado en algunas de las mejores universidades del mundo.

Un ejemplo de estos programas de ayudas es el de la Fundación Rafael del Pino, que ofrece desde 2002 entre 12 y 15 becas todos los años para estudiar en prestigiosas instituciones formativas internacionales. Harvard, Stanford o Columbia están entre los centros más demandados por los 300 alumnos que han disfrutado de una de estas becas durante estos años. Las condiciones y el montante (en el caso de las ayudas de la Fundación Rafael del Pino rondan los 100.000 euros) de las becas que ofrecen las distintas instituciones españolas puede variar, pero hay una constante común en estos programas: todos tratan de analizar las capacidades de liderazgo del candidato y conocer tanto su recorrido pasado como sus planes a futuro, según resaltan todas las fuente consultadas. No basta pues con ser un gran estudiante. Hay que tener una visión y una ambición definida para que la oportunidad que se brinda tenga un retorno en la sociedad.

De manera general, además, las instituciones que ofrecen estas becas no priorizan por sectores, sino que estudian el proyecto particular de cada candidato. Según explica el director de la Fundación Rafael del Pino, Vicente Montes, en los últimos tiempos han detectado una mayor vocación de la profesión médica para desarrollar estudios de posgrado, aunque por lo general son los alumnos de ingeniería quienes más las solicitan.

Los resultados de estas becas, de todos aquellos que han disfrutado alguna de estas ayudas, son muy positivas. « Son los mejores, estudiantes brillantes, la prueba de todo el talento que tiene España», subraya Vicente Montes. Son muchos los que aspiran a este tipo de ayudas y por eso el proceso de selección es muy duro, Y también su desenlace porque, como reconoce Montes, cuesta no poder premiar a todos los perfiles «tan buenos» que aspiran a recibir este impulso a sus vidas profesionales. En el caso de la Fundación Rafael del Pino reciben normalmente en torno a mil solicitudes en cada convocatoria. Los elegidos consiguen una oportunidad única para abrir nuevos horizontes en sus carreras profesionales.

José García. Estudió su doctorado de Economía en Harvard con una beca de la Fundación Ramón Areces.

«Me permitió decidir dónde quería trabajar en cada momento»

José García, catedrático del departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y profesor investigador de la Barcelona Graduate School of Economics y del IVIE, es uno de los alumnos que disfrutó de una beca de la Fundación Areces en 1987. Tenía claro que quería realizar su doctorado de Economía en alguna de las mejores universidades del mundo, pero su familia no podía hacer frente al elevado coste que suponía, por lo que solicitó una beca a diferentes instituciones para poderse ir. Lo aceptaron en Harvard y la Fundación Areces apostó por él. De no haberlo conseguido, recuerda ahora, «no hubiera podido ser investigador universitario».

La Fundación le costeó la matrícula y el alojamiento, aparte de recibir una cuantía mensual para sus gastos, para unos estudios que le abrieron la puerta para trabajar en cualquier lugar del mundo. «Desde ese momento he podido decidir dónde quería trabajar en cada momento», asegura. Este es, por otro lado, el espíritu de la Fundación Areces: « Cambiar la vida del becario ofreciéndole una oportunidad formativa que de otra manera no tendría» , explica Miguel Jerez, miembro del consejo de Ciencias Sociales de esta fundación. Su programa de ayudas, que ha cumplido ya 35 años, está destinado a profundizar en estudios de economía o del derecho de la Unión Europea.

Las ayudas apuntan a universidades de élite foráneas, aunque uno de los requisitos es ser español y haberse graduado en una universidad de nuestro país. A pesar de todo, el proceso de admisión es «tan duro o tan blando como la calidad de las solicitudes que tengan», aunque pueden dejar becas sin cubrir si el proyecto o el CV de los candidatos «no nos satisface», aunque es algo que no suele ocurrir.

Juncal Arbelaiz. Realiza el doctorado de Matemáticas en el MIT y disfrutó de una beca en la Fundación La Caixa

«Da la independencia de hacer el proyecto que quieres»

«Da la independencia de hacer el proyecto que quieres en alguna de las universidades más prestigiosas del mundo». Así resume Juncal Arbelaiz lo que supone las becas que otorga la Fundación La Caixa. Ella ha disfrutado recientemente de una de ellas para hacer el doctorado de Matemáticas Aplicadas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). De no haber conseguido la ayuda tendría que haber alternado su investigación «dando un montón de clases en la universidad», por lo que el proceso le hubiera resultado mucho más duro. Ahora está a un año de terminar su doctorado, y no recuerda que el proceso de selección para lograr la beca fuera «muy duro», sobre todo teniendo en cuenta sus características y las puertas que abre. Le pidieron un texto escrito en el que tuvo que explicar que quería hacer y cómo iba a contribuir a la sociedad con su proyecto, además de pasar varias entrevistas. La ayuda, además de pagar la matrícula y los costes que conlleva, tiene asignado una cuantía mensual y un viaje de ida y vuelta en avión.

Arbelaiz cree que es una beca «muy fuerte», incluso en comparación con las que se dan en Estados Unidos. Este programa de becas, que cada año destina 120 ayudas, nació en el año 1982, y desde entonces han otorgado 4.000 becas para estudiar en cualquier universidad de América del Norte, Asia Pacífico y Europa. Y los resultados demuestran, según la responsable del Programa de Becas de la Fundación La Caixa, Emilia Jordi, «un alto nivel de satisfacción entre los becados». Es un impulso «muy importante para la carrera profesional de cada uno de ellos», explica Jordi, quien explica que son becas de dos años, aunque al año le piden informes y notas para poder renovarla.

Mireia Cabanes. Realiza un doctorado en Cambridge con una beca del British Council

«Sin ayuda no hubiera podido hacer este programa»

British Council es otra de las instituciones que ofrece ayudas para estudiar en el extranjero estudios de grado y posgrado. Y aunque su programa se ha desarrollado desde hace ya siete años, este es el primer curso que han dado la beca a una persona para estudiar un doctorado. Se trata de Mireia Cabanes, quien está actualmente realizando sus estudios en Reino Unido . En concreto, se fue para realizar un doctorado de Lingüística Aplicada en la Universidad de Cambridge. Allí está estudiando la semántica y pragmática del lenguaje expresivo, es decir, «como procesamos o adquirimos el significado de palabras de este lenguaje, unas palabras que no dan información sobre el mundo sino sobre las emociones del hablante». En ningún momento, asegura esta joven valenciana, le pidieron el expediente académico, pero sí le preguntaron cómo podía contribuir a la sociedad el proyecto para el que quería la ayuda.

Su beca es de un año y, aunque dice que «ojalá» pudiera alargarse más tiempo, reconoce que sin esta ayuda «no hubiera podido hacer su programa de doctorado». La beca IELTS , de la que disfruta Mireia, está dotada de 10.000 euros, destinados a la matrícula o al alojamiento. La diferencia de estas ayudas respecto a otras similares, explica l a Head Education and Society at British Council , Carolina Jiménez, es que no da prioridad a los méritos académicos sino que «está centrada en el proyecto que va a hacer el alumno y la personalidad del candidato».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación