RECETAS
Tres bebidas probióticas caseras para cuidar tu intestino
El libro de Caroline Hwang propone recetas para proteger la flora intestinal tanto con bebidas fermentadas con un cultivo como de bebidas de fermentación espontanea
Los probióticos no son para todo el mundo
Los probióticos son cultivos y bacterias vivas que ayudan a mantener una flora intestinal sana. Las bebidas probióticas , como la kombucha y el kéfir , han ganado popularidad en los últimos años aunque lo cierto es que, tal como explica Caroline Hwang, en su libro «Bebidas probióticas» (Editorial Lunwerg), existen otras bebidas menos conocidas, como el kvas de remolacha , el jun y el tepache , que ofrecen las mismas virtudes de la fermentación.
En su libro propone un total de 56 recetas tanto de bebidas fermendatadas con un cultivo como de fermentación espontánea.
Una de las claves que exige la elaboración casera de estas bebidas es que, aunque no entrañan dificultad, es importante ser paciente. Para algunas de ellas tenemos que contar con un cultivo de microorganismos a partir de cereales o con una colonia simbiótica de bacterias y levaduras (a veces llamada «scoby» por sus siglas en inglés u hongo), mientras que otras fermentan por sí solas, gracias a la llamada fermentación «espontánea». Cada fermentación requiere ciertos cuidados, pero no llevará más de 5 minutos al día.
De las 56 recetas que propone la autora hemos hecho una selección de tres bebidas probióticas que ayudan a entender la variedad de sus propuestas.
Batido de arándanos con kéfir de leche de coco
Ingredientes: 240 ml. de kéfir de leche de coco (hay que prepararlo previamente); 140 grs. de arándanos congelados; 1 cucharada sopera de miel; 20 grs. de coco rallado y 1 cucharadita de polen.
Para preparar el kéfir de leche de coco , necesitarás 1 litro de leche de coco y 2 cucharaditas de granos de kéfir de leche activos.
Paso a paso: Mete los granos y la leche en un tarro de conserva de 1,5 litros y cubre con una muselina sujeta con una goma elástica. Conserva en un lugar oscuro y cálido. Deja fermentar de 24 a 48 horas. Cuando espese y tenga un sabor ácido, estará listo. Separa los granos de kéfir y, con ayuda de una espátula de goma, pasa el kéfir de leche más espeso por un colador. Conserva el kéfir de leche fermentado en una botella.
Una vez preparado el kéfir de leche de coco mézclalo con los arándanos , la miel y el coco rallado , pero reserva el polen. Coloca los ingredientes en una batidora de vaso y bate hasta obtener una mezcla homogénea. Sirve en un vaso y decora con el polen.
Bebida probiótica de Jun
El jun se parece a la kombucha , solo que se elabora con té verde o blanco y miel , en vez de con té negro y azúcar. «Para preparar jun se necesita un cultivo que normalmente se obtiene de una fermentación anterior. Sin embargo, si se empieza desde cero, se puede comprar una colonia de bacterias para kombucha o para jun por Internet, o nos la puede regalar alguien que ya esté fermentando. Al comprarlo, suele venir con un té iniciador. Si nos lo regalan, que sea en 120ml de té iniciador», explica la autora del libro «Bebidas probióticas».
Ingredientes: 1 litro de agua de manantial o filtrada, 2 bolsas de té verde o 1 cucharadita de hojas de té verde, 4 cucharadas soperas de miel pura, 1 hongo de jun y 60ml de té de jun .
Paso a paso: Hierve el agua en una cazuela. Añade las bolsas de té y dejarlo en infusión de 3 a 5 minutos. Colar y echar en un tarro de conserva, añade la miel y hueve hasta que se disuelva. Dejar enfriar. Añade el hongo y el té de jun y cúbrelo con una muselina sujeta con una goma elástica. Para que fermente, debe conservarse en un lugar oscuro durante 4 o 5 días o más si está en un ambiente fresco.
Saca el hongo y reserva junto a 120ml de jun para empezar una nueva fermentación o conservar. Pasa el jun restante a una botella hermética. Para la segunda fermentación: déjalo a temperatura ambiente de 4 a 5 días para que se desarrollen las burbujas. Abre la botella cada dos días para que salga el gas.
Cerveza de jengibre
Ingredientes: 12 cm de jengibre rallado, 100g de azúcar moreno, 1 litro de agua filtrada o de manantial, el zumo de 2 limones y 125ml de concentrado de jengibre (hay que prepararlo previamente).
Para el concentrado de jengibre necesitas: 2 cucharadas soperas de jengibre rallado (cada día hasta que esté listo), 2 cucharadas soperas de azúcar moreno (cada día hasta que esté listo) y 750ml de agua de manantial.
Y puedes prepararlo así: Meter el jengibre y el azúcar en un tarro con 500ml de agua y remover. Cubrir con una muselina sujeta con una goma elástica y dejarlo a temperatura ambiente durante 4 a 6 días. Cada día, añadir 2 cucharadas soperas de jengibre rallado y 2 cucharadas soperas de azúcar: el jengibre flotará y el líquido estará espumoso. Colar y reservar la mitad del líquido para continuar con el fermento de jengibre. Retirar los trocitos de jengibre y usar en otras bebidas. Añadir el agua restante y 1 cucharada sopera de jengibre rallado y otra de azúcar al nuevo fermento para mantenerlo activo. Una vez por semana, añadir 1 cucharada sopera de jengibre rallado y otra de azúcar y remover.
Para preparar la cerveza de jengibre , éste es el paso a paso: Combinar el jengibre rallado con 500ml de agua en una cazuela. Cubrir y hervir durante 15 minutos. Añadir el azúcar y remover hasta que se disuelva. Dejar enfriar y añadir el zumo de limón y el concentrado de jengibre. Añadir el agua restante. Pasarlo a una botella hermética de 1 litro y cerrar. Dejar a temperatura ambiente de 1 a 2 días. Esta receta suele espumar muy rápido. Abrir todos los días para que salga el gas. Servir frío.
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