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Participantes en la edición del Trailwalker de Gerona 2016 - EVA COSTA/OXFAM INTERMON
SOLIDARIDAD

Así es la experiencia Oxfam Trailwalker

Este año compiten en la prueba solidaria dos equipos de ABC

MADRID Actualizado: Guardar
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El Trailwalker era un ejercicio de entrenamiento militar en Hong Kong. En 1981 pasó a convertirse en un evento Oxfam para recaudar donativos. Hoy es uno de los principales desafíos deportivos del mundo, con 16 eventos en 11 países como Hong Kong, Gran Bretaña, Japón, Nueva Zelanda, Australia, Bélgica, Irlanda, Francia, Alemania, India y España. Millones de personas de todo el mundo participan cada año en el Trailwalker.

En nuestro país se celebra desde 2011, año que fue todo un éxito de participación. La primera edición transcurrió por la ruta de «els 3 monts». Un itinerario de baja montaña cuyo nombre indica el paso por los tres macizos convertidos en parques naturales más próximos a la ciudad de Barcelona: el Montseny, Sant Llorenç del Munt i l’Obac y Montserrat.

Este recorrido permitió a los amantes del senderismo adentrarse en parajes desconocidos y llegar hasta puntos emblemáticos de la Cataluña pre litoral. Pero éste no hubiese sido posible sin el esfuerzo y la implicación de cientos de personas que hicieron que el reto se hiciera realidad. Se recaudaron 473.064 € y participaron 210 equipos de los cuales finalizaron el recorrido 146.

En la edición de 2014 se incorporó un nuevo recorrido, además del tradicional catalán: un camino por la comunidad de Madrid. Desde ese año la Oxfam Traiwalker se celebra en los dos zonas batiendo cada año récords de recaudación y participación. El año pasado la carrera en Madrid se celebró el 20 de junio, se inscribieron 144 equipos de los cuales 133 tomaron la salida y 128 llegaron a la meta. Los tiempos de llegada estuvieron entre las 13 y las 31 horas.

Testimonios de participantes

La carrera puede ser muy dura tanto mental como físicamente, pero todos los participantes destacan el compañerismo que se genera y la causa por la que participan, que les empuja a llegar a la meta y a dar lo mejor de si mismos.

Santiago Ruiz del equipo de la Federación Madrileña de Montañismo y participante el año pasado resume así su experiencia: «Se han cumplido las expectativas que los organizadores habían puesto en el evento y con nuestra participación llega algo de ayuda a lugares donde padecen todo tipo de penalidades para sobrevivir de mala manera. ¡Bravo por todos! Quizás se lleguen a enterar que en algún lugar alguien pensó en ellos y por un día nos sentimos cercanos a su pobreza. Que no sea la última vez».

Pablo Lucero perteneciente al equipo Los canallitas, pone una de cal y una de arena. Y es que no hay que engañarse. Por bonitos que sean los paisajes, el recorrido se puede hacer muy duro, pero nunca se olvida la causa por la que se camina: «Es una carrera muy bonita, saca lo mejor y lo peor de cada uno. Como equipo hemos funcionado perfectamente. Me llevo una experiencia maravillosa. La causa es muy, muy bonita y hemos venido enamorados de la carrera. Hubo muchas risas. La meta fue muy emotiva. Mentalmente te la tienes que preparar. Sabes que vas a sufrir y a lo mejor por eso disfrutas tanto la meta».

Del equipo PwC, Fermín Fernández resalta el placer de acabar un duro reto: «La emoción recorría nuestro cuerpo, ¡lo habíamos conseguido! La satisfacción de cruzar la meta, de pasar muchos ratos agradables pero también de superar momentos difíciles, físicos y mentales ¡Es una sensación tan grande!, pero lo es más aún saber que, además del reto personal, en el fondo estás colaborando con Oxfam para llevar agua potable allá donde no la hay, saber que estás formado parte del proyecto».

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