Padres primerizos: «Estar solos después del parto se agradece»

Los padres de Matilda explican que no tener visitas en el hospital tras el parto les ha ayudado a disfrutar más de las primeras horas de vida y a centrarse más en los cuidados de su pequeña

Andrea y Miguel posan felices con su pequeña Matilda
Laura Peraita

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Matilda solo tiene un mes y medio. Es una niña muy deseada por Andrea y Miguel, padres primerizos. «La pena —apunta esta madre— es que mi embarazo no ha sido como lo imaginé por las limitaciones a las que nos hemos visto sometidos por el coronavirus: No he podido compartir tanto la evolución de mi periodo de gestación con mi famil ia , no hemos podido salir tanto, las sesiones de preparación al parto no han sido tan efectivas como hubieran sido las presenciales...».

Sin embargo, explica que tras dar a luz estuvo muy tranquila porque los dos tuvieron la oportunidad de estar a solas con su hija debido a la limitación de visitas impuesta para evitar los contagios del Covid-19. «Estar solos después del parto se agradece. Dar a luz es muy agotador y hace falta descansar para recuperar fuerzas . Estuvimos tres días en el hospital, pero mi marido quería quedarse más. Al menos cinco días».

Esta pareja reconoce que estar tranquilos en el hospital es muy conveniente «porque te permite centrarte en tu hija sin distracciones —explica Miguel—. Recibir visitas puede influir en muchos aspectos muy importantes, como la lactancia materna que puede verse perjudicada porque la madre no quiere enseñar su pecho delante de nadie o porque se puede poner nerviosa si hay gente mirando y opinando si la niña no agarra el pecho bien ».

Miguel señala, además, que en el hospital se sintió muy tranquilo, seguro y respaldado porque «en cuanto la niña lloraba llamábamos al timbre y las enfermeras nos explicaban lo que teníamos que hacer para calmarla. ¡Era pura magia! Recuerdo una noche que no paraba de llorar y la enfermera solo dobló las piernecitas de la niña y dejó automáticamente de llorar. ¿Cómo iba a quererme ir? —bromea— Teníamos muchas cosas que aprender».

Reconocen que en el hospital tuvieron la deferencia de dejar pasar durante unos minutos y por turnos a las abuelas de la pequeña, «eso sí, con la mascarilla, sin poder cogerla en brazos ni tocar nada». Estos nuevos padres consideran que limitar las visitas después de que pase el covid-19 es una buena medida. « No se trata de prohibirlas », matiza Andrea, «pero sí de reducirlas a la familia directa —matiza Miguel—, al menos a los abuelos del recién nacido y en función del estado en el que se encuentre la madre tras el parto».

Estos padres primerizos se encuentran hoy felices con su niña en casa. Conscientes de que la maternidad genera muchas dudas y del deseo de querer hacer lo correcto decidieron contar con la ayuda de una matrona. «Nos acercamos a Yummy Mummy en busca de ayuda de una matrona y ella nos ayuda a resolver todas nuestras dudas y temores de una forma muy cercana y personalizada , ¡incluso en los fines de semana podemos llamarla», puntualizan con alivio.

Antes, «las fuentes para saber criar a los hijos eran las madres y abuelas; ahora, hay numerosos libros de crianza, webs con mucha información, pero el problema es que a veces esa información es contradictoria, por lo que al final no se sabe muy bien qué hacer. La decisión de contar con una matrona nos da una gran seguridad porque nos dedica mucho tiempo y habla sin terminología muy clara para mejorar los cuidados con nuestra hija», puntualizan.

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