Los padres creen que el Covid-19 supondrá un retroceso para la inclusión de sus hijos con discapacidad

Es la opinión del 63,9% de los encuestados por la Fundación Adecco en su informe «Discapacidad y Familia»

Imagen de archivo BELÉN DÍAZ

S.F.

En el marco del Día Internacional de la Familia (15 de mayo) y, por noveno año consecutivo, la Fundación Adecco presenta su informe « Discapacidad y Familia «, un trabajo de investigación tras encuestar a 500 familias cuyo propósito es visibilizar los retos que introduce la discapacidad en las unidades familiares, particularmente en el ámbito del empleo y de la conciliación.

Ante la situación insólita, este año el análisis se ha centrado en la crisis de la COVID-19 , un punto de inflexión que, previsiblemente, cambiará muchos paradigmas, siendo el de la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad uno de los más relevantes.

La mayor parte de los encuestados (63,9%) opina que durante los días de confinamiento « se ha desandado gran parte del camino » y que en algunos aspectos, principalmente el social, tendrá un impacto negativo en la evolución y desarrollo de sus hijos con discapacidad.

En este sentido y, frente a un 5,1% que continúa con sus terapias por ser consideradas «esenciales» (vinculadas a derechos básicos como la alimentación, la higiene o la atención médica), más de la mitad de los menores/jóvenes con discapacidad (59,5%) ha tenido que suspender totalmente dichas terapias, tratamientos y/o rutinas formativas. mientras que un 35,4% puede seguir manteniendo algunas de ellas vía online durante la pandemia.

Frente a esta opinión, un 25,1% considera que , por el contrario, esta etapa generará cambios positivos en la sociedad , haciendo que seamos más empáticos y comprensivos hacia las personas con discapacidad, facilitando y avanzando en su inclusión. Por último, un 11% cree que esta etapa no tendrá impacto alguno.

Durante el estado de alarma, un 59,5% de los menores/jóvenes con discapacidad ha tenido que suspender totalmente sus terapias , tratamientos y/o rutinas formativas, mientras que un 35,4% puede seguir manteniendo algunas, vía online, y un 5,1% puede continuar por ser consideradas «esenciales».

Brecha digital

Durante el estado de alarma y el confinamiento, Internet se ha afianzado como plataforma de conexión con el mundo, posibilitando relaciones sociales y familiares, así como tareas cotidianas que van desde la realización de la compra hasta el acceso al ocio o la formación online.

El 74,1% cree que el estado de alarma ha evidenciado la importante brecha digital entre las personas con discapacidad y el resto de la población , constatando un desequilibrio que frena su plena inclusión.

De este modo, la crisis de la COVID-19 ha consolidado el papel de lo digital como factor indiscutible de inclusión social. Partiendo de esta premisa, no tener acceso a internet genera exclusión social , un aspecto muy presente entre las personas con discapacidad, a la luz de los datos del presente informe. De hecho, casi la mitad de los encuestados (48,4%) declara que sus hijos con discapacidad -con edades superiores a 10 años- utiliza nada (18,1%) o poco (30,3%) internet como canal de relaciones sociales, formación y/o ocio durante la cuarentena, ya sea por desconocimiento o por falta de accesibilidad.

Otra de las conclusiones que arroja el estudio es la consolidación del teletrabajo como fórmula de flexibilidad para facilitar la conciliación . Según datos de la presente encuesta, un 91% de las familias con personas con discapacidad considera que el fortalecimiento del teletrabajo facilitaría y mejoraría su vida y la de la unidad familiar en su conjunto.

De cara al futuro

La Fundación Adecco apela a la acción coordinada entre Administración Pública, empresas, tejido asociativo y sociedad civil para minimizar el impacto de la era COVID-19 en la plena inclusión de las personas con discapacidad.

Las políticas activas de empleo o la colaboración público-privada, para dar respuesta al previsible aumento de hogares en riesgo de exclusión, son algunas de las prioridades a ejecutar. Asimismo, es fundamental apostar por un modelo de educación flexible que, reconociendo el modelo inclusivo como máximo exponente del itinerario formativo, apoye la misión, tanto de los colegios ordinarios como de los centros de educación especial, permitiendo a las familias y a los expertos psicopedagógicos escoger la modalidad más adecuada en cada caso.

Según Francisco Mesonero , director general de la Fundación Adecco: «la pandemia ha de sacudir nuestros esquemas mentales y hacernos repensar en la sociedad que queremos reconstruir, más humana que nunca. Si el acompañamiento y la atención a los hogares con personas con discapacidad ya estaba en la agenda política, hoy debe elevarse a asunto de Estado«. Para e responsable, »nuestro sistema no puede permitirse cronificar la vulnerabilidad de segmentos de la población especialmente expuestos a la pobreza y exclusión, como son los hogares con personas con discapacidad. Las políticas activas de empleo serán la llave para reducir la desigualdad y avanzar hacia una sociedad en la que todas las personas encontremos nuestro espacio y podamos aportar valor«.

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