Día de la Madre

Una matrona desvela cuál es el mejor regalo que se le puede hacer a una madre

Esta profesional recuerda que el postparto es un periodo complicado, «ya que estamos recuperándonos del embarazo y del parto y, además, tenemos que hacernos cargo de un bebé 24 horas al día»

Carlota Fominaya

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El día que llega un primer hijo al mundo suele ser uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer pero es a la vez el punto de inflexión. Con el nacimiento, se desencadena también una nueva fase para la madre llena de grandes cambios, tanto a nivel físico como psicológico, a los que a veces no se les presta tanta atención como debería. En el marco del Día de la Madre, que se celebra este domingo, 2 de mayo, los especialistas quieren llamar la atención sobre la importancia del cuidado en esta etapa clave para la madre: «El postparto es un periodo complicado, ya que estamos recuperandonos del embarazo y del parto y, además, tenemos que hacernos cargo de un bebé 24 horas al día», explica Pilar Olmedo, matrona en Atención Primaria SERMAS , y una de las principales expertas de «Juntos Siendo Padres» , el programa de Almiclub que ofrece un apoyo integral, complementario a las visitas médicas, para las nuevas familias.

A las consultas de esta matrona madrileña llegan muchas madres recientes relatando agotamientos físicos tremendos, subidas y bajadas emocionales, dolores importantes por la subida de leche e incluso fiebre... y, en definitiva, una realidad que no es como muchas parejas se la habían imaginado. «Lo primero que hay que tener claro es que en el apartado físico hay ciertos cambios bioquímicos a nivel hormonal que nos pueden despistar. Los estrógenos disminuyen de forma brusca tras el parto y se elevan la oxitocina y la prolactina. Este ajuste lleva un tiempo y produce cambios de humor repentinos, por lo que es fundamental tener paciencia. Por eso prestarse atención a una misma durante el postparto es uno de los mejores regalos que se puede hacer una madre », advierte Pilar Olmedo. A las mujeres que acuden a Olmedo suele insistir en lo mismo: «no somos súper mujeres. Siempre digo eso, que parece muy obvio pero luego pocas lo hacen: hay que dejarse ayudar por las personas que tengamos cerca. Cada vez hay más parejas que quieren colaborar, participar, compartir los cuidados. Déjate acompañar en el proceso de la maternidad, que también es el mejor regalo que pueden hacerte », insiste Olmedo.

La realidad es que no es fácil, reconoce Raquel Sánchez, psicóloga general sanitaria del Centro «Sánchez y Claros» y otra especialista con la que se puede contactar a través de la plataforma de Almiclub , reconoce que «muchas veces, a nivel psicológico también se produce un choque entre las expectativas que teníamos antes de ser madres, mientras deseábamos serlo, y lo que realmente es y que, en ocasiones, puede no coincidir, porque dormimos menos, tenemos menos tiempo y no siempre nos encontramos bien».

Prestar atención a síntomas negativos

Todos estos cambios, además, se producen de un día para otro, y pueden arrasar a la madre como un tsunami. «No hay tiempo para ir asimilándolos gradualmente, lo que hace que nos encontremos en una situación de estrés, que se traduce en sentimientos de tristeza, apatía, irascibilidad, miedo, frustración o culpa… pero a la vez, estos sentimientos se comparten con emociones muy positivas, como la alegría, el entusiasmo, la ternura, el cariño… y toda esta mezcla de emociones también supone un reto, porque nos sentimos raras», comenta Raquel Sánchez. En palabras de esta especialista, «es muy importante prestar atención a si los síntomas negativos perduran en el tiempo, porque, si es así, deberemos contactar con un profesional para que pueda ayudar a tratar una posible depresión postparto».

Hay que tener en cuenta, prosigue esta matrona, «que a casa ha llegado una nueva persona desconocida, que no sabe comunicarse más allá del llanto. Es importante disfrutar de esta etapa, que es especialmente gratificante, por lo que es fundamental darse tiempo para adaptarse y conocer al bebé». Y también, añade Olmedo, «que se adapte la pareja, por supuesto». «Porque otro de los fallos que solemos cometer las mujeres es hacer de gallina clueca. En el posparto las madres solemos pensar que somos las que mejor dormimos a Pepito, las que mejor le cambiamos el pañal, o le damos la teta -esto por supuesto-, pero hay que dejarse acompañar desde el primer día en este viaje maravilloso de la crianza. De otra forma, tú dejarás de ser Vanesa (por ejemplo) para ser únicamente «la mamá de Pepito». «El ideal es que la base de la familia funcione como un binomio. Cuando metes a un tercero, el bebé, tiene que haber un reajuste emocional y físico», concluye.

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