Los jóvenes, ante el reto de buscar una alternativa al ocio de discoteca
Pese al cierre de pubs y la persecución de los botellones, «necesitan seguir reuniéndose» debido a su edad, según los expertos
Con la irrupción del coronavirus, la forma de vivir y de relacionarse de todo el mundo han cambiado. Donde antes había contacto estrecho, abrazos y bailes, ahora hay distancia social, saludos con la mano al corazón e intercambios, si se puede, mejor online. Los jóvenes y adolescentes, en edad de relacionarse con sus iguales, han tenido también que adaptarse a una nueva forma de entender las relaciones.
«Las ciudades, con el nuevo confinamiento, van a cambiar. Si los bares cierran a las diez de la noche y ya no se puede hacer botellón como antes, los adolescentes van a seguir comunicándose, pero de otra manera. Si no puede ser físicamente, lo harán en la Red, porque necesitan estar en contacto con su grupo », cuenta a ABC el psicólogo Javier Urra .
Falta de opciones
El problema en España, en opinión de este experto en infancia y juventud, es que los adolescentes disfrutan de muy pocas alternativas de ocio y se les escucha poco. «Hacen botellón porque no tienen otra cosa más que hacer , ni si quiera en televisión tienen su espacio», argumenta. «Esta época será un paréntesis, volveremos a la normalidad de antes, en la que parecía que un adolescente saliera a la calle a las once de la noche era lo más normal del mundo», agrega poco optimista.
En esta línea, son muchos los grupos y asociaciones que trabajan para ofrecer alternativas a este sector tan importante de la población. «Las opciones que encuentran siempre giran alrededor del consumismo. Ahora, cuando no se puede ir a una discoteca o al cine, parece que el ocio ya no existe. Hay una falta muy grande de planificación de espacios para practicar deporte, para reunirse, para fomentar la creatividad...», señala María Concepción Mederos, portavoz de Scouts de España.
Estos grupos surgen precisamente de esa falta de ocio sano y educativo y han trabajado durante los meses de confinamiento para llegar a los hogares de los más jóvenes. «Muchos de los brotes que están surgiendo son consecuencia de esa falta de ocio alternativo», cuenta en referencia a las últimas fiestas alrededor de universidades o en fincas privadas que están saliendo a la luz.
