«Los hijos no son la causa de la pobreza de las familias»

María Menéndez, presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, denuncia en el siguiente artículo la falta de leyes que apoyen, fortalezcan, defiendan y amparen a la familia

S.F.

En el Informe FOESSA de 2019 de Cáritas España se denuncia que 1/3 de las familias numerosas españolas están en riesgo de exclusión social por pobreza. Que están en el umbral de pobreza por los hijos. Que tener hijos te lleva a ser pobre.

¿Pero no era que los hijos son un bien precioso, un tesoro para las familias y cuyos beneficios millonarios se reparten entre toda la sociedad? ¿Y que, además, en estos momentos de invierno demográfico, en los que hay sequía de niños y opulencia de mayores, los hijos deberían ser como aquel tesoro escondido en un campo?

¿No son los hijos una especie de extinción que debería ser protegida? ¿ No debería ser que la sociedad entera con las instituciones, gobierno, administración, tejido empresarial, etc., emplearan sus recursos para proteger, amparar y fortalecer el campo donde nacen y se educan los hijos, la familia?

El nivel de pobreza no se mide por el número de hijos que se tienen. Los hijos no sitúan a la familia en el umbral de pobreza y la relegan a la exclusión social. Los hijos no son la causa.

Ese tercio de familias numerosas en riesgo de exclusión social por pobreza es la consecuencia de no legislar ni aplicar leyes o políticas familiares. La causa del riesgo de pobreza de familias numerosas es por la nula consideración de políticas familiares.

Solo se contemplan políticas sociales, asistenciales, donde hay necesidad, donde la familia no llega. Y no siempre. Solo a veces. Y como limosna. No se vayan a creer que es porque se lo merecen por necesidad.

Estas políticas sociales son necesarias, imprescindibles. Pero subsidiarias. Donde no llegue o no pueda la familia. No vale hacer pobres y luego mantenerlos, como una mercancía comprada para someterla, no sostenerla.

Repetimos, los hijos no son la causa de pobreza de las familias . Esa pobreza si es la consecuencia de no aplicar leyes que apoyen, fortalezcan, defiendan y amparen a la familia.

Así, la familia numerosa, desvalida, desprotegida, penalizada y no considerada en la fiscalidad, se coloca irremediablemente en la zona pobre de la tabla. Imposible soportar el gasto tratando a los padres como individuos y no como gestores y cuidadores de los futuros ciudadanos.

Los padres han vendido todos sus bienes para comprar el campo donde tienen al mayor de los tesoros, sus hijos. Hoy, tener por ejemplo un gran coche de lujo es señal de ser rico y, en cambio, tener hijos es señal de vulnerabilidad y de pobreza . ¡Seguro que es más caro el mantenimiento de ese coche que criar 5 hijos!

El Informe FOESSA también alerta de que hay un número de personas en extrema pobreza. Ciudadanos con una precariedad extrema que, además son invisibles para los partidos políticos y gobernantes. Este sector de la sociedad no suele participar en los canales tradicionales de representación.

¡Vamos!, que no votan. Hay hasta un 75% de abstención en los barrios más pobres. Por ello se hacen invisibles para los políticos. No los tienen presentes en sus promesas electorales.

Los hijos menores de 18 años tampoco votan. También son invisibles. Y si no lo son es porque se los trata como a menores desgajados de la familia. Por eso también reclamamos el «Sufragio infantil» , para que los intereses sociales de los menores sean debidamente tomados en consideración, a través de sus padres, dentro del escenario electoral con unos actores cada vez más envejecidos y senescentes.

¿A quien harán más caso los políticos?

Los jubilados, cada vez más numerosos, serán los protagonistas de las promesas electorales. Solo cuentas si votas. Por eso queremos votar la familia entera. Para visibilizarnos en el escenario electoral. Lo veremos sin duda en estas próximas y repetidas elecciones del 10 de noviembre. Un hombre, un voto. Una familia con 5 hijos, 7 votos.

Seguro que así nos hacen más caso. Así se lo vamos a pedir en breve a la nueva Comisionada de Europa, Ursula von der Leyen, madre de 7 hijos y varias veces ministra en Alemania desde 2005.

Dejemos de relacionar un mayor número de hijos con la pobreza infantil. Las familias con hijos invertimos toda nuestra renta en criarlos, mantenerlos, educarlos, sostenerlos y acompañarlos en su crecimiento. Todo nuestro dinero para comprar el campo —la familia— donde guardar a nuestros tesoros —los hijos—.

No solo no somos pobres por tener hijos, sino que, además de ser los dueños de un verdadero tesoro, tenemos el poder de tener el futuro de todos en nuestras manos.

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