Día de la Conciliación

¿Qué hago para que mis hijos participen en las tareas del hogar?

«Pequeños amos de casa» es una iniciativa que pretende reforzar el papel de la familia como un equipo en el que grandes y pequeños colaboran

Trabajar las tareas del hogar en familia les ayuda a despertar habilidades que desconocen
Raquel Alcolea Díaz

Raquel Alcolea Díaz

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Desde que cumplen los dos años (o en algunos casos, incluso antes) los niños muestran su deseo de participar y formar parte de todo lo que hacen sus padres, incluidas las tareas del hogar. Pero son los adultos los que, unas veces por las prisas, otras por el cansancio y otras por el temor a que se hagan daño; impiden que los pequeños aporten su entusiasmo y su energía al desempeño de las labores domésticas. «Lo más importante para crear ese hábito es que no les quitemos su voluntad de hacerlo . Una vez que pierden las ganas de hacerlo, es difícil que las recuperen. Por eso hay que dejarles participar desde el principio, a través de pequeños gestos (regar las plantas, recoger un juguete, poner la mesa, añadir la sal a la comida...) y tengan las habilidades que tengan», cuenta Ana Sancho, comunicadora social y fundadora de «Pequeños amos de casa» , una iniciativa que pretende educar en la igualdad, la corresponsabilidad y la conciliación a través de una fórmula tan ingeniosa y natural como es trabajar las tareas del hogar en familia.

Respetar su voluntad es la base para lograr que se sientan importantes y valorados, pero además debemos hacer, tal como propone Ana Sancho, pequeños cambios en el lenguaje a la hora de referirnos a las tareas del hogar. Palabras como «necesitar», «trabajar en equipo» o «participar» resultan más efectivas que la palabra «ayudar». Así, la experta explica que no es lo mismo decir «¿Ayudas a mamá (o a papá) a tender la ropa?» o «¿Me ayudas a colocar la compra del supermercado?», que usar expresiones como «¿Qué te parece si mientras yo tiendo la ropa tú pasas el aspirador», o «En esta familia somos un equipo y todos vamos a participar en las tareas».

Autoestima y confianza

Decir «no» o evitar que participen en las tareas sin dar una explicación es otro de los errores que se suelen cometer y que puede afectar más de lo que creemos pues, según comenta Ana Sancho, para los niños es fundamental creer que confiamos en ellos. «Si no estamos convenidos de que puedan realizar esa tarea solos, es mejor que les orientemos y la hagan con supervisión a que les digamos que es mejor que no lo hagan», comenta.

Una vez que han realizado la tarea, la incide en un aspecto que le parece fundamental: «No debemos rectificar o rehacer su tarea (aunque la hayan hecho mal) porque esto es algo que les influye y afecta más de lo que creemos. Lo importante, sobre todo al principio y cuando son pequeños, es valorar la acción, no tanto el resultado », destaca.

Saben más de lo que creemos

«Los niños tienen un tremendo potencial. Os sorprendería saber todo lo que son capaces de hacer y lo rápido que aprenden», cuenta la fundadora de «Pequeños amas de casa» que, a través de los talleres que imparte en las escuelas, asegura haber descubierto que, además de ganas, actitud y esfuerzo, los niños tienen ideas creativas y originales para hacer más efectivas (y también más divertidas) las tareas domésticas. «Hay que recordar que lo habitual es que en la escuela trabajen en equipo, por lo que trabajar de forma colaborativa no les resulta complicado si llevamos la misma fórmula a casa», añade.

Una de las razones por las que Ana Sancho lanzó esta iniciativa es porque, según explica, se dio cuenta de que la mayoría de los padres de su entorno estaban totalmente volcados en el rendimiento académico de los niños, mientras que olvidaban enseñarles cosas básicas que inevitablemente tendrán que aprender cuando sean adultos.

Para la experta, el aprendizaje del día a día en casa es una fuente que les aporta valores y beneficios, además de que contribuye a que descubramos en los niños muchas habilidades ocultas.

Lo mejor es dar ejemplo

Otra de las claves que propone Ana Sancho para lograr que los pequeños participen en las tareas es «predicar con el ejemplo» pues, tal como asegura, de nada servirá que les digamos que es importante que participen si nosotros no le damos valor a esa aportación. «Está claro que es algo que requiere tiempo, energía, trabajo y constancia, pero merece la pena porque toda la familia se beneficia de ese trabajo en equipo», afirma.

Pero, ¿por dónde se empieza? Por saber lo que le gusta a cada uno, es decir, que si a uno no le hace gracia pasar la aspiradora, pero le encanta limpiar el polvo con el plumero, es mejor que haga la tarea con la que más disfrute. «Es mejor negociar, que imponer. Hay decenas de tareas que se pueden hacer y no hay necesidad de que asuman algo que no les gusta», dice Ana Sancho. De hecho, en la web de «Pequeños amos de casa» es posible encontrar tutoriales como este, sobre todo tipo de tareas:

Además, para animar a participar en esta iniciativa, Ana Sancho ha lanzado «El poder del guante» , un proyecto que también está enmarcado en «Pequeños amos de casa» y cuyo objetivo es además educar en la igualdad potenciando el trabajo en equipo, la conciliación, la autonomía personal y el respeto.

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