La bloguera Clara Castro, conocida como Saquito de Canela, posa en un parque infantil tras la entrevista con EFE
La bloguera Clara Castro, conocida como Saquito de Canela, posa en un parque infantil tras la entrevista con EFE

La bloguera infantil Saquito de Canela: «Cuando una es madre no se acaba el mundo»

Su sitio web habla en sus diferentes secciones de la vida en familia, eventos, recetas, películas, moda infantil o decoración

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Asegura que ser madre fue un sueño, pero la bloguera valenciana Saquito de Canela, seudónimo de Clara Castro, afirma que «no existe una única maternidad buena o mala» e incluso se confiesa «mala madre» como «grito de guerra» para reivindicar que tener hijos «no es una pausa en la evolución de la persona». Castro, que en una entrevista con EFE reconoce que la maternidad «no es un camino de rosas», estudió Comunicación Audiovisual y trabajó en una agencia de comunicación, hasta que tuvo a su primer hijo y sintió «la necesidad de aunar ambos mundos, el personal y el profesional».

Con ese objetivo nació su sitio web Saquito de Canela, en el que la valenciana se inició como bloguera y que ya tiene una media de 15.000 lectores mensuales, mientras que en las redes sociales le siguen más de 12.000 personas en Facebook y 7.000 en Instagram, y en Twitter supera los 2.200 seguidores.

Empezó «primero como amateur», contando su experiencia con la maternidad, y después, avalada por el apoyo de sus seguidores, decidió dividir sus escritos y mensajes en secciones dedicadas a la vida en familia, moda infantil, eventos, recetas, películas y decoración.

En su espacio en la red, el descubrimiento del papel de regalo ecológico o una receta de croquetas de coliflor conviven con una crítica de «Kung Fu Panda 3», una crónica de un taller de galletas en Ikea o escritos sobre tratamientos de belleza, mostrando las dos caras de la vida en familia de Clara y sus hijos, Juan y Jimena. «Lo que nos funciona a mí y a mis hijos no tiene por qué funcionar a los demás», subraya, para asegurar que la filosofía con la que lleva su blog pasa por ser «muy parcial», y por ello es consciente de que no va «a gustar a todo el mundo».

«Huimos del papel de "madre florero"»

A pesar de que sus hijos y sus experiencias son el centro de su blog, reivindica que «cuando una es madre no se acaba el mundo», y por ello no duda en definirse como una «mala madre» e incluirse en el grupo de blogueras que quieren «desmitificar la maternidad». «Huimos del papel de "madre florero" que no tiene inquietudes y siempre está a expensas de las necesidades de sus hijos, y reivindicamos el derecho a seguir metidas en el mundo laboral, con oportunidades reales», explica.

Castro ha vivido en primera persona cómo «la maternidad se percibe a veces como una lacra», y por ello decidió sumarse a esa «evolución y grito de guerra brutal». Día a día, ayuda a otras madres con sus recomendaciones y consejos, pero también recibe ayuda de sus lectoras, como cuando a su hijo «le dio por decir "caca, culo, pedo, pis" en los sitios más insospechados». Preguntó entonces en su blog y redes sociales «qué le pasaba» y le respondieron decenas de internautas.

También en su correo electrónico encuentra en ocasiones ruegos desesperados, como el de una madre con un niño «de alta demanda» que «lloraba cuando no lo tenía en brazos, solo quería estar con ella y la tenía desbordada», a la que puso en contacto con una especialista en atención y estimulación temprana amiga suya.La mayoría de respuestas a sus publicaciones proceden de mujeres, lo que interpreta como algo natural, derivado del lenguaje que utiliza o los sentimientos que comparte con otras madres, pero reivindica que en su sector hay «papás blogueros bastante potentes».

No esconde que a veces recibe críticas no demasiado constructivas de «talibanes que al hablar creen que sientan cátedra y que lo que dicen es la verdad absoluta», aunque se queda con el «respeto» que existe entre compañeras de «una verdadera comunidad "on line"».

«El sector de la infancia es especial, porque cuando te recomiendan algo para ti, como eres adulto y te conoces, sabes si te puede ir bien o no, pero con tus hijos siempre eres nueva, siempre haces las cosas por primera vez, y con ellos no se experimenta», resume Castro, para quien lo mejor de ser bloguera infantil es que nunca se queda sin ideas. Con su trabajo, dice, «abarca la vida».

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