El 57% de las españolas ha sufrido una pérdida salarial al convertirse en madre

Según la encuesta 'El coste de la conciliación' la igualdad está lejos de ser una realidad debido a que las mujeres siguen asumiendo todo el coste de los cuidados

S.F.

El 57% de las mujeres españolas ha sufrido una pérdida salarial al convertirse en madre, tras verse obligada a reducir la jornada, coger una excedencia o directamente dejar el empleo. El coste laboral de la maternidad se pone de manifiesto en la encuesta 'El coste de la conciliación' , presentada por la Asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres. La doble jornada laboral, en el mercado del trabajo y en la esfera doméstica, tiene también un coste emocional y personal para las madres y el 64% declara que llega cansada todos los días a su trabajo .

La encuesta, realizada entre el 8 y el 13 de febrero y contestada por 51.627 mujeres, mide por primera vez el coste que tiene la conciliación para las mujeres en términos económicos, emocionales y personales , y valora todo el trabajo del cuidado que mayoritariamente sigue recayendo en las mujeres.

Maite Egoscozabal, responsable de Investigación Social de la Asociación Yo No Renuncio, destacó en la presentación que «el camino recorrido en el ámbito laboral no ha ido acompañado de cambios en la esfera doméstica, y las mujeres siguen asumiendo la gestión y organización del trabajo reproductivo ». El 64% de las mujeres españolas ha sufrido un coste laboral por ser madre, al margen de si ella cobraba más o menos que su pareja. En aquellos hogares en los que ambos aportan la misma cantidad de dinero, el porcentaje de mujeres que ha sufrido un coste laboral es superior al 50%.

El trabajo de los cuidados no remunerados comprende todas aquellas actividades para atender a otros, ya sean tareas físicas o emocionales. De este modo, la atención emocional de los niños durante la pandemia también ha recaído en los hombros de las mujeres. El 65% de las madres son las responsables de gestionar las emociones de los menores. El 70% de las mujeres se preocupa de las relaciones de amistad de sus hijos y el 71% está pendiente de los deberes (sólo en el 3% de los casos lo hace la pareja). En el caso de niños con necesidades especiales, la diferencia es mayor, ya que en el 93% de los casos es la madre la que se encarga de gestionar las terapias. Las fiestas de cumpleaños (79%), la atención a los mails y grupos de Whatsapp del colegio (83%) y la planificación de las comidas y cenas (69%) continúan siendo responsabilidad de las madres.

Al 49% de las madres les cuesta delegar. Sienten que ellas tienen que estar más presentes en los hogares y en las tareas doméstico-familiares

La encuesta revela que «la corresponsabilidad en los hogares no existe» ya que el reparto de tareas continúa siendo desigual. Sin embargo, el estudio también revela que al 49% de las madres les cuesta delegar. Sienten que ellas tienen que estar más presentes en los hogares y en las tareas doméstico-familiares.

Toda esta falta de conciliación y de corresponsabilidad tiene un coste personal para las madres españolas: el 65% tiene menos de una hora libre al día y el 20% ni eso; el 64% declara llegar cansada al trabajo todos los días ; y el 66% indica que no ha pedido ayuda psicológica pese a sentirse desbordada y triste.

Otro dato muy significativo de la encuesta es que 4 de cada 10 mujeres se ha sentido minusvalorada en su empleo o en su entorno social tras ser madre. Destacan que la sociedad percibe que la crianza no es un trabajo, sino un estado de plenitud y felicidad . Testimonios como estos, recogidos en la encuesta, son un reflejo de lo que sucede:

—«Cuando me reduje la jornada me dijeron qué suerte, ahora jornada reducida y a descansar».

—«Mi jefe me dijo un día: tú por lo menos no te volverás a quedar embarazada».

—«Perdí un ascenso porque, al reincorporarme, me dijeron que no estaba centrada al 100% por ser madre».

«La falta de conciliación en España tiene un alto coste para las mujeres. La conciliación le sale gratis a las administraciones públicas », aseguró Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio. Baena apostó por « revisar el modelo social para buscar otras opciones que hagan sostenible la relación trabajo y vida. No se trata de aprobar permisos y ya, sino de cambiar la relación entre lo económico y los cuidados, y entender que los cuidados también tiene un coste ».

Hablar de quién lleva a cabo las tareas doméstico-familiares y a cambio de qué lo hace debe ser igual de importante, a juicio de la entidad, que hablar de la igualdad de género. ¿Qué pasaría si nadie limpiara los baños, preparara la comida, llevara a los niños al cole, se preocupara de sus vacunas, médicos, deberes…? ¿Qué pasaría si nadie hiciera la compra, organizara el menú o lavara la ropa?

A la ausencia endémica de medidas de conciliación en España se ha unido estos dos últimos años una pandemia que «si ha dejado claro algo, es que la conciliación no existe », apunta Laura Baena. «Se ha puesto de manifiesto, más que nunca, la falta de estructuras de apoyo a las familias y la carencia de medidas efectivas de conciliación, convirtiéndose en un sálvese quien pueda. Conciliamos como podemos y a costa del esfuerzo personal, laboral y emocional de las familias», añade la portavoz.

«Pedimos un Pacto de Estado a favor de la conciliación, fruto del consenso de los principales partidos, los sindicatos, las empresas y las familias», destacó Laura Baena. Yo No Renuncio apuesta por crear una subcomisión sobre Conciliación en el Congreso de los Diputados, que impulse la aprobación de este pacto de estado.

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