Las 4 fases del duelo por infertilidad

Alessandro Magnelli, ginecólogo de EVA explica cómo ante el diagnóstico la pareja se enfrenta a la pérdida de un hijo nunca visto

S. F.

Las estadísticas nos recuerdan cada día los efectos de incremento de la infertilidad a nivel nacional e internacional. La tendencia a la baja de la natalidad en el mundo occidental se ha visto acelerada por los efectos de la pandemia. En nuestro país, y durante el confinamiento, las cifras de nacimiento, ya en niveles históricos mínimos, se desplomaron, consiguiendo un nuevo record a la baja. Tan sólo 23.226 bebés nacieron en diciembre de 2020, un 20,4% menos que en el mismo mes del año anterior.

Tras estos datos se esconde, sin duda, la precaución por los efectos del virus, el miedo a la crisis económica derivada, pero también los niveles de infertilidad, en ascenso en las últimas décadas, y, tras ellos, las personas que la sufren. Son mujeres y hombres para quienes la paternidad es todo un proyecto de vida y no poder llevarlo a cabo supone transitar un largo camino de tristeza y angustia, que suele acabar en depresión .

Para el doctor Alessandro Magnelli ginecólogo de Clínicas EVA , y ante el fracaso de las técnicas de reproducción asistida o a la imposibilidad de lograr el embarazo de forma natural la pareja se enfrenta a la pérdida de un hijo nunca visto. Vive, por lo tanto, un proceso de duelo, similar al que se elabora o debe elaborarse cuando desaparece un ser querido. Más duro aún, un ser querido que no ha llegado a nacer, de lo que ellos mismos pueden llegar a culpabilizarse.

El doctor diferencia cuatro fases en este duelo por infertilidad :

1. Cuando se esperaba un embarazo y este no llega.

2. El periodo en el que la pareja se enfrenta a tratamientos de diferentes complejidades para ser padres.

3. Cuando los tratamientos no tienen éxito.

4. Si, después de todo, se consigue el embarazo , pero, tristemente, se produce un aborto.

Es un proceso, cuenta el experto, muy difícil de afrontar y que se manifiesta de diferente manera según cada persona, si bien, la gestación crea un vínculo natural entre la madre y el bebé muy estrecho, por lo que ellas suelen pasarlo peor.

Mientras el bebé no llega, la pareja puede sentir sensación de parálisis, de callejón sin salida. Se perciben distintos al resto de parejas que sí tienen hijos, incluso responsables por si algo han hecho que les ha llevado a la actual situación. Más aún, el anhelo vital de ser padres puede verse retroestimulado, explica el doctor Magnelli, y se puede llegar incluso, no sólo a mirar al bebé de otros, sino a mirar tiendas infantiles para buscar objetos y ropa que le puedan servir a ese niño esperado.

Mientras, pueden producirse al respecto manifestaciones emocionales, físicas, pérdida de la líbido, pérdida de la concentración, inclusive de la capacidad de realizar las tareas diarias. Estas sensaciones pueden convivir en tiempo e intensidad con la rabia, la frustración y la impotencia, lo que los hace cuestionarse su propia capacidad de reproducción.

También se puede ser presa de la desesperación, sensación de culpa, la pérdida de control y esto genera agobio, ansiedad y muchas veces las parejas se aíslan y comienzan a padecer la soledad, la desesperanza y la pena. Se llega así a la tristeza, a la melancolía, a la depresión.

Muy significativo, cuenta este ginecólogo experto en reproducción asistida es más es la pérdida de la confianza de que alguien les pueda ayudar de manera eficiente. Por ello, la recomendación es, siempre que exista una dificultad para tener hijos y esta produzca una merma en nuestro estado de ánimo, ponernos en manos de psicólogos. El apoyo para recorrer este camino de la infertilidad resulta vital. Si el bebé llega, por fin, necesita que sus padres se encuentren sanos y fuertes para la crianza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación