Una residencia alicantina celebra haber acabado la vacunación sin un solo caso en toda la pandemia

Esta semana les ponen la segunda dosis de la vacuna, así que han vestido a los 32 mayores y los 22 empleados de superhéroes para celebrarlo

Celebran un año con cero contagios El Pilar

ABC Familia

Pese a que el coronavirus ha castigado duramente a muchísimas residencias , hay algunas que han logrado sortear las tres oleadas de la pandemia. Como El Pilar, ubicada en Mutxamel (Alicante), que no ha registrado un solo caso positivo de coronavirus desde que comenzase la crisis, hace ya casi un año, según explican en un comunicado en el que celebran -vestidos de superhéroes- que los 32 mayores y los 22 empleados han recibido esta semana la segunda dosis de la vacuna.

Las claves para conseguir esta hazaña, cuentan, es apostar por la protección del personal que trabaja diariamente en el centro y el empeño de la dirección en ir más allá de los protocolos oficiales. Una semana antes del confinamiento domiciliario decretado por el Gobierno, el 7 de marzo, la dirección cuando la dirección de este centro tomó la iniciativa de no permitir la entrada de visitas. «Siempre hemos sido una residencia muy viva, es parte de nuestra filosofía: los familiares entraban y salían de la residencia cuando querían, pasaban mucho tiempo visitando a los residentes, formaban parte de él ya que se unían a las actividades que programábamos para los mayores, acudían a dar de comer y cenar a sus seres queridos, etc.», explica Nuria Laforga quien, junto con su hermana Eva, dirige la Residencia de mayores El Pilar.

Después, apostaron por endurecer la protección del personal. La dificultad estaba en encontrar un material que entonces escaseaba. «El 15 de marzo realizamos el primer pedido de mascarillas FPP2 directamente a China, mucho antes de que se obligara al uso de la mascarilla», relatan. Además, establecieron grupos burbuja entre los 32 residentes, intensificaron las labores de limpieza , formaron a la plantilla de trabajadores, etc. Para lograr un abastecimiento continuo, cuentan, estrecharon sus relaciones con Salud Pública Alicante y el Hospital Universitario San Juan de Alicante. «Así, el trabajo se centró en la concienciación del personal, para que la euforia y alegría del fin del confinamiento nos les permitiera cometer ni un ligero error. No podíamos permitirnos bajar la guardia. Así que nos esforzábamos, día tras día, en reiterar la importancia de lo conseguido y en continuar en esa línea. Por eso, cada vez que cualquiera de ellos tenía el más ligero síntoma, no acudía a su puesto de trabajo y guardaba cuarentena. Así hemos conseguido seguir protegiendo a nuestros residentes», afirman las hermanas Laforga.

Pero la llegada de la vacuna no les ha hecho bajar la guardia. «El protocolo de seguridad continúa siendo vital. Este permite encuentros sin contacto físico en espacios abiertos y en espacios cerrados siempre que haya la ventilación adecuada», recuerdan en un comunicado. Tras meses de angustia, se van a permitir el lujo de celebrar un Carnaval que durará toda la semana.

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