Coronavirus

Lola: «Veré a mis nietos siguiendo las directrices que dicte Sanidad y, sobre todo, la prudencia que me dan mis 73 años»

Esta mujer se sentiría «triste y defraudada» si en junio no pudiera ver a su familia

Carlota Fominaya

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lola Moreno suspira por ver a sus nietos, pero se encuentra en otra provincia y en distinta fase, por lo que todavía ve el encuentro lejos. Habrán pasado cuatro meses cuando suceda pero si tuviera ocasión, les vería esta misma tarde «con mascarillas y con todas las prevenciones y siguiendo las directrices que Sanidad me recomiende, tales como mantener la distancia, lavado de manos y, sobre todo, la prudencia que me dan mis 73 años . Porque soy una mayor joven; que no va a dejar de hacer todo lo que he hecho hasta ahora y sobre todo de poder disfrutar de mi familia y mis amigos que, al fin y al cabo, son los que me hacen estar viva». Esta mujer no entiende la situación por la que pasan amigos suyos, cuyos hijos se niegan a que vean a los nietos, salvo en un parque de lejos. «Yo me sentiría triste y defraudada si en junio no puidera vera a mis nietos» .

La verdad es, reconoce Lola Moreno, «que hay mucha gente de más de 65 años con miedo, que no sale de casa por si contagian o se contagian… Y lo más grave es oír de forma permanente en un continuo martilleo que somos de alto riesgo y debemos apartarnos. Tristemente hay gente que escriben verdaderas barbaridades sobre nosotros. Y yo me pregunto: ¿Quién sale en nuestra defensa? Nadie. Nos recomiendan no pasear donde haya gente; ni tener cerca a los nietos por si acaso y no se dan cuenta que todavía les hace falta nuestra fuerza y experiencia. Se que vamos a pasar unos meses muy malos, pero tenemos que estar ahí».

Aportar a los nietos

«Porque todavía aportamos mucho, somos amor y sabiduría. Lo que nosotros podemos enseñar a nuestros nietos. Esto no es el final y si caemos malos, que sea lo menor posible, que no somos un estorbo, pero que nos cuiden a pesar de tener otro pensamiento. Antes podía recoger a mis nietas del colegio; jugar con ellas y sobre todo enseñarles todo aquello que solo los abuelos sabemos enseñar. Es una mezcla de amor; de sabiduría y sobre todo de vivencias. Esas que solo la vida te enseña y que tu puedes transmitir a tus nietos».

Moreno cree que todavía gente como ella misma: «Somos una mayoría de gente muy válida para seguir con nuestra vida. Vamos a los gimnasios, al cine; teatros; museos ya que el resto de nuestra vida la hemos dedicado a trabajar, cuidar y entregar a nuestros hijos ya con sus estudios a esta sociedad que ahora pretende guardarnos. Pues no; yo me niego; seguiré dando guerra, defendiendo mi libertad y mantendré la ilusión por seguir viva. El día que no pueda hacer vida normal me retiro».

Mientras tanto, afirma, «seguiré viajando y conociendo nuevas culturas, como hice hace poco cuando me desplacé hasta Chile, donde viven mi hijo, nuera y nietos. Recorrí ese precioso país de punta a punta y jamás pensé que estaba haciendo algo que por mí edad no me correspondiera. Y a la postre nadie; ni siquiera esa terrible pandemia, me va a obligar a vegetar entre algodones. Ya llegaré a esa edad; y es cuando mi salud no me permita hacer nada de lo que me gusta. Los mayores no somos viejos, solo se es viejo cuando uno pierde la ilusión por vivir ».

Los mayores de 65 años, prosigue, «todavía podemos enseñar y muchos de nosotros no hace mucho daban clase en la Universidad e incluso ahora volvimos a los hospitales a ayudar con esta pandemia. Llevamos empresas y estamos al día de las nuevas tecnologías y nuestra sabiduría nos la da precisamente la edad que tenemos. No se nos pueden comparar a personas mayores de 90 años y es lo que están haciendo».

Conclusión

«Esta sociedad que no se da cuenta de lo que podemos facilitarle y pretende echarnos a nuestras casas o residencias donde no damos guerra. Probablemente otro gallo nos cantaría si pudiéramos poner en puestos de mandos mucho economista; catedráticos, médicos; enfermeros, etc. así como expertos en esta pandemia. Todos esos mayores eméritos podrían poner todo su saber a la disposición de tanto joven que demuestra en muchas ocasiones no saber muy bien por donde se anda».

La pandemia, concluye, «se irá controlando con el esfuerzo de todos pero llega algo para mi mucho peor; la pobreza, el paro y eso tiene muy mala solución pues destroza a miles de familias. Ahí seguiremos estando los mayores, ayudando a nuestras familias. No nos merecemos que nos apartéis. Nos tenemos que acostumbrar a esto. Hay que seguir viviendo. Nosotros nos cuidaremos de forma especial, pero hay que normalizar la vida ».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación