Los resfriados se multiplican en los colegios por la ventilación de las aulas en invierno

Con el fin de mantener el aire limpio, muchos centros escolares optan por la ventilación en lugar de utilizar otras alternativas

Francisco Javier De Las Heras

S.F.

Son ya numerosas las quejas que distintas asociaciones de padres de alumnos han lanzado ya en distintos puntos de España. El motivo no es otro que la determinación, por parte de algunos centros educativos, de utilizar la ventilación permanente en las aulas con el fin de mantener el aire limpio y prevenir los posibles contagios por COVID-19 en espacios cerrados.

Como consecuencia, los resfriados se están multiplicando entre los alumnos y se espera que tres de cada cinco alumnos sufran en los próximos meses las consecuencias de la ventilación permanente de las aulas.

Los especialistas insisten en que el uso de purificadores de aire es tan efectivo o más como la ventilación, con menos riesgo para los escolares y más eficiente desde el punto de vista energético. De hecho, los técnicos de salud y bienestar de Fellowes indican que la presencia de purificadores de aire con filtro HEPA eliminan el 99,97% de aerosoles en suspensión y se encuentran dentro de las recomendaciones establecidas en la Guía del Ministerio de Sanidad.

Las asociaciones de padres han propuesto abonar, en la mayoría de los casos de su propio bolsillo, la instalación de estos dispositivos en las aulas. Consideran que es una inversión en salud y prevención importantísima en un contexto de pandemia como el actual, en el que el cuidado de los escolares se sitúa como prioritario.

Además, existe el problema añadido del notable incremento en el gasto energético y la ineficiencia de la medida de la ventilación como única solución al problema. La cantidad en la que se estima el crecimiento del gasto por calefacción en los colegios que apuesten por la ventilación frente a otras alternativas rondan incrementos cercanos al 35%.

Para que la salud de los alumnos esté totalmente protegida hay que tener en cuenta el parámetro que establece un mínimo de 12'5 litros por segundo y ocupante, que garantiza una calidad de aire sea óptima y asegure una correcta renovación. Por ello la alternativa de la purificación del aire con filtros HEPA homologados es esencial y así no sólo se atraparían eficazmente las partículas de aerosoles, sino que el panorama de los alumnos enfermos por una ventilación excesiva en invierno descendería al mínimo.

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