EDUCACIÓN

«Para mi hijo Alex su "au pair" es una hermana mayor»

El intercambio cultural y el cuidado de niños, objetivos prioritarios de este servicio

MADRID Actualizado: Guardar
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Ouma Ridard, sudafricana de 17 años, llegó a casa de Carmen Arufe para cuidar a Alex hace ya seis meses, y ahora esta madre no se imagina su vida sin ella. El niño, a punto de cumplir un año, pasa con esta joven el día entero en el parque hasta la hora de la siesta, mientras esta mujer aprovecha para trabajar. «Prefiero que pase el día entero en contacto con la naturaleza, jugando con nuestro perro Hugo y con su "hermana mayor" Ouma a que esté encerrado en una guardería donde con suerte solo salen al exterior un ratito. Cuando llega a casa cae rendido, feliz», explica Arufe, fundadora de Sportypeople.es, una empresa de organización de actividades en la naturaleza para empresas y particulares.

Para ella, resulta muy practico tener a alguien en casa que le permita disponer de un tiempo libre. «Me permite salir a imprevistos, o incluso si tengo que hacer un viaje de trabajo, por ejemplo. Solo le veo ventajas». Además desde que Ouma (mira su perfil aquí) llegó a su hogar, solo se habla en inglés. En septiembre esta joven, bilingue también en francés, viajará a París para comenzar la carrera de arquitectura. Hasta entonces, exprimirá al máximo su experiencia en casa de Carmen, donde su jornada empieza «tan pronto como el bebé se levanta. Desayunamos juntos, le preparo, y nos vamos a jugar todo el día. No veo mejor plan que este».

Llevar a los niños al cole, recogerles, darles la merienda... Las labores de los «au pairs» consisten en ayudar a las familias de acogida en su día a día, a la vez que les aportan un idioma y una cultura totalmente distinta a la suya. En las vacaciones de verano se disparan las solicitudes de este servicio pero. ¿cómo funciona este sistema, y qué cosas hay que tener en cuenta para que la relación sea fructífera? Lo principal es acudir a las distintas webs especializadas, donde jóvenes de todo el mundo y familias de acogida se encuentran mutuamente: www.aupairinspain.es, www.needaupair.com y www.aupairworld.com son tan solo algunas.

No son empleadas del hogar

En ellas se establecen claramente las funciones de estos jóvenes, por lo general chicas. Viven como un miembro más de la familia de acogida y, por lo tanto, deben asumir tareas cotidianas dentro de la familia durante la estancia y, del mismo modo que se convierten en una especie de «hermano/a mayor», durante ese tiempo tienen que encargarse de cuidar a los niños. Esta última es una tarea con gran responsabilidad y también incluye otras tareas domésticas relacionadas con los niños (prepararles la comida, llevarles al colegio o a sus actividades extraescolares y recogerles, darles clases de repaso en el lenguaje nativo y apoyar su desarrollo escolar, entre otras).

Las familias, por su parte, deben acoger al «au pair» como un verdadero miembro de familia y hacerle partícipe de las actividades familiares. Au pair significa «a la par», «reciprocidad» por tanto a cambio del trabajo del trabajo del chico, la familia le ofrece comida y alojamiento gratis. La clave para que esta relación funcione, explica Carmen Arufe, ex «au pair» y en la actualidad familia de acogida, es que las funciones de estas jóvenes queden muy bien definidas por medio de un acuerdo escrito antes de llegar a la familia. «Es la manera de que no haya malentendidos entre unos y otros: una aupair no es una trabajadora ni una empleada del hogar, o una cuidadora de personas mayores, es un miembro de la familia durante un periodo de tiempo determinado», advierte.

El objetivo, tal y como indican desde la web de Aupairworld, «es que el "au pair" llegue a hacerse una idea de la vida de la familia, la cultura y lengua auténticas del país, así como de la forma de vida. Y que a medida que conoce la vida cotidiana de su nueva familia, aprenda también los hábitos y costumbres. Lo normal es que poco a poco el "au pair" vaya ganando experiencia, nuevas impresiones y puntos de vista. Todos estos aspectos son ventajas de las que se beneficiará, incluso en su futuro profesional».

Durante su estancia, es importante que la au pair tenga su propia habitación así como una paga. La normativa del país de acogida correspondiente determina la cantidad de paga y también las horas de trabajo, además de un seguro. En España los sueldos van desde los 50 euros semanales mínimos a los 100, dependiendo de la familia, por unas 30 horas de trabajo, aproximadamente. En el caso de Carmen Arufe, ella además le paga a la joven que vive en su casa una tarjeta de móvil prepago y el abono de transporte. Por último, el au pair debe disponer de suficiente tiempo libre para asistir a un curso de idioma con el fin de mejorar su nivel. Todo depende de los intereses de la aupair. En el caso de Ouma, ella ha preferido impartir clases de inglés para ganar algún dinero. Después, acude a museos en la capital, queda con sus amigas au pairs, o se va de compras. «I love Madrid so far», concluye.

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