Las lecciones de un gran maestro de ajedrez para que enseñar matemáticas no sea inútil
Miguel Illescas abrió en Twitter un debate sobre la importancia de modernizar y abordar desde una perspectiva cotidiana esta asignatura
«Alguna mente preclara del equipo de Isabel Celaá me puede dar un caso práctico de aplicación, por ejemplo, de la expresión de la letra f? ¿No sería mejor enseñarles ajedrez?». Estas preguntas se hacía Miguel Illescas, gran maestro de esta disciplina y ocho veces campeón de España, mientras repasaba con su hija de 12 años ejercicios realizados con números negativos para un examen de matemáticas . Al compartir sus preocupaciones como padre en Twitter, la polémica creció hasta convertirse en controversia, aunque el debate de fondo es mucho más interesante que el ruido que generó.
Mi hija de 12 años tiene examen de #mates Alguna mente preclara del equipo de @CelaaIsabel ¿me puede dar un caso práctico de aplicación, por ejemplo, de la expresion de la letra f? ¿No sería mejor enseñarles #Ajedrez? pic.twitter.com/eobU0elZYW
— Miguel Illescas (@illescasmiguel) December 10, 2020
«Simplemente quería llamar la atención de la máxima autoridad educativa, no tenía nada que ver con el color político, pero mucha gente se quedó con eso. Y obviamente tampoco creo que haya que sustituir las matemáticas por el ajedrez, sino que considero que la manera en la que las enseñamos no es adecuada. Debemos hacer algo más inteligente , y ponía el ajedrez como paradigma de una disciplina interesante y fácil», explica Illescas a ABC, que reconoce que incluso siendo programador, en la vida ha tenido que hacer un ejercicio tan abstracto como multiplicar dos números negativos.
«Utilizamos técnicas del siglo XIX para enseñar a niños del siglo XXI. Y eso no tiene sentido», admite. «Habría que dar más matemáticas en el colegio, pero de una forma completamente distinta . El álgebra era muy importante hace cien años, pero ahora muchas de esas operaciones las hacen ordenadores. Deberían practicar. Los ejercicios de hoy obvian el desarrollo tecnológico. La memoria, antes importante, hoy en día no es tan necesaria si les enseñamos qué deben buscar y dónde, por ejemplo», añade este gran maestro, director también del portal Ajedrez21 .
El ajedrez, subraya, es un deporte que requiere muchas habilidades: saber mezclar magnitudes (una jugada siempre es mejor que todas las demás, pero hay que valorar si sigue siendo la óptima contra un rival concreto) y valorar cuestiones de posición, estilo, capacidad... Sin embargo, Illescas enseñaría muchas más cuestiones matemáticas a niños de primaria como su hija, que «solo» ha sacado un notable en esa asignatura. Y eso que además habla cuatro idiomas, canta ópera, toca la guitarra y el piano y tiene un libro publicado:
- Álgebra elemental : «Les haría practicar mil veces con ejemplos prácticos, para saber rápidamente lo que cuesta hacer la compra, hasta dónde llegan los descuentos que proponen las tiendas...»
- Los peligros de la lotería . «El bingo y otra serie de juegos son una lacra y juegan con la nula formación en matemática de los que apuestan. Es un juego donde la probabilidad de ganar es ridícula», apunta Illescas.
- Deudas e hipotecas . «Muchos financian operaciones incluso teniendo saldo en la cuenta, y acaban pagando unos intereses formidables. Se podría hacer un juego de banqueros y clientes con los chicos», recuerda.
- Geometría y aritmética : «Podrían hacer ejercicios sobre cómo amueblar una casa e incluso dar un premio al que logre el mejor salón con menos presupuesto».
- Estadísticas y porcentajes . «No hay mejor forma para aprender los quebrados que repartir una pizza. Ahora además que nos bombardean con estadísticas sobre el covid hay que entender lo que significan. No tenemos que tener vergüenza de bajar a niveles comprensibles para los niños».
-Previsiones y proyecciones. «Tengo un amigo que ha invertido estos meses en Bolsa porque entendía, por mera lógica matemática, que índices que habían bajado mucho tenían que volver a subir», plantea el gran maestro.
-Presupuestos . En este sentido, apunta que sería muy útil aprender también a manejar hojas de excel. «Falta una verdadera revolución en las aulas», zanja.
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