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Así es KiVa (Macmillan Education), el programa número 1 en prevención del acoso escolar

Uno de cada diez niños en España sufren acoso escolar

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Se entiende por acoso escolar el trato dañino y degradante entre iguales que viola el derecho que niños y niñas tienen de disfrutar de un entorno escolar seguro. Se diferencia del conflicto en que es una acción deliberada, con una clara intencionalidad, sistemática; es decir, repetida en el tiempo y en el que siempre hay un desequilibrio de poder, lo que impide a la víctima poder salir de esa situación.

Sufrir acoso escolar en la infancia o adolescencia tiene un impacto severo en la salud psicológica de la víctima que en muchas ocasiones le acompañan hasta la vida adulta.

Los observadores del acoso son parte del problema, pero también parte de la solución

El enfoque único KiVa se centra no solo en la víctima y el acosador, sino también en influir en las conductas de todo el colectivo de alumnos para no reforzar positivamente la conducta del agresor . Se pretende eliminar las actitudes que propician situaciones de acoso en el grupo sustituyéndolas por actitudes constructivas de apoyo la víctima y de tolerancia cero a conductas violentas entre compañeros.

Objetivo del programa

Kiva se basa en reducir el número de casos de acoso escolar y propiciar entornos escolares seguros a través de tres pilares fundamentales:

—Prevención. Acciones dirigidas al conocimiento y reconocimiento del fenómeno por parte de los alumnos, así como a la formación de docentes y familias, explicándoles, entre otras cosas, la diferencia entre acoso y situación conflictiva puntual.

—Intervención. Se establece un protocolo para actuar de manera sistemática y focalizada ante un posible caso de acoso, no con un enfoque punitivo sino orientado a la búsqueda de un compromiso del cambio de conducta por parte del acosador.

—Seguimiento . Evaluación de la evolución del programa año tras año, por cuestionarios realizados por alumnos y docentes para evaluar la percepción del ambiente de acoso escolar que se vive en el centro educativo y su evolución a lo largo de los años.

¿Cómo identificar el acoso escolar?

No hay una señal única que sea indicio de sufrir acoso escolar. La pista más evidente, sobre todo, para los padres y madres que son quienes mejor conocen a sus hijos, es detectar un cambio en el comportamiento de la niño o niña. Estos cambios pueden ser: rechazo a ir al colegio, simular que está enfermo, llegar del colegio con la ropa o mochila rotas, llegar hambriento, volverse retraído o callado, llorar y tener pesadillas por las noches, pedir o robar dinero o negarse a contar qué le ocurre.

En el caso de sospechar que el niño/a presenta síntomas de acoso, KiVa recomienda (según la guía para familias KiVA ):

—Anímale a hablar de lo que pasa y déjale claro que no es culpable de lo que está ocurriendo. No hay nada que justifique el acoso que está sufriendo.

—No le prometas mantener la situación en secreto porque eso supondría no poder intervenir. Indícale que siempre le consultarás.

—Busca conjuntamente modos de hacer frente a las situaciones de acoso.

—Busca a compañeros que apoyen al niño/a durante esta etapa.

—Busca maneras de aumentar la confianza del niño.

—Anímale a que invite a amigos a casa, aunque sean pocos al principio.

—Buscad juntos nuevas actividades en las que conozca gente nueva.

—No dudes en denunciar situaciones graves de acoso.

En el caso de sospechar que un hijo/a está participando en algún tipo de acoso, KiVa recomienda las siguientes medidas (de la guía para familias KiVa):

—Intenta averiguar qué ha pasado exactamente y no critiques o juzgues a tu hijo/a antes de preguntarle por la situación.

—Intenta saber cuál es su rol en el acoso. Seguramente, niegue haber participado o minimice su participación.

—No aceptes explicaciones tipo ‘era una broma’ o ‘solo era un juego’. Deja claro que NO apruebas el acoso y que hay que distinguir que hay gran diferencia entre jugar y acosar.

—Háblale de lo injusto del acoso y del sufrimiento que supone para la víctima.

—Condena el acoso, pero no a tu hijo/a. Es importante que sepan que no apoyas el acoso, pero sí a ellos.

—Enséñale a respetar a los demás y a aceptar las diferencias de cada uno. ayúdale a cambiar su comportamiento.

—Valora de forma positiva que no participe en situaciones de acoso.

—Si quieres usar el castigo que nunca sea físico y emplea métodos justos.

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