Jornada escolar continua, ¿sí o no?

Los agentes educativos no se ponen de acuerdo en si este tipo de horario es beneficioso o perjudicial para el alumnado

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como cada comienzo de curso, en muchos colegios se suscita el debate de si es conveniente implantar la jornada escolar continua. Las voces que se levantan no se acaban de poner de acuerdo, y tanto la corriente del sí como la del no esgrimen el bien de los alumnos. Hemos preguntado a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) y al sindicato de profesores ANPE para que nos den sus opiniones, a favor o en contra, de este tipo de horario.

A favor

-Desde ANPE hemos defendido un proceso voluntario, participativo y democrático para la implantación de la jornada única; de manera que, con el acuerdo mayoritario del Consejo Escolar, se permita implantar en aquellos centros que lo deseen.

-Los horarios de funcionamiento de los centros debe ser tratados dentro de un contexto global de jornada escolar, diferenciando el del centro, el del profesorado y el del alumnado, de manera que las actividades lectivas se desarrollen en jornada continua de mañana y en el resto del horario se lleve a cabo una programación extraescolar acorde con las características propias de cada centro, siempre que haya una planificación adecuada y se garantice todos los servicios escolares, incluido el comedor escolar.

-La experiencia nos permite afirmar que los centros que han implantado este modelo tienen un alto grado de satisfacción de toda la comunidad educativa, porque no se trata de una reducción de la jornada escolar lectiva del alumno, ni, por supuesto, de la del profesorado, sino de la posibilidad de aprovechar mejor el reparto del tiempo para realizar por la tarde otras actividades educativas dirigidas por monitores cualificados, utilizando las instalaciones y dependencias de los centros.

-Las ventajas son evidentes, porque permiten un horario más racional a los alumnos y para planificar el tiempo de estudio más amplio de posibilidades a las familias, y garantiza la participación en actividades extraescolares para todos los alumnos. Y en última instancia, contribuye a favorecer la convivencia familiar y la conciliación de la vida laboral y familiar de los padres.

-La función docente se ejerce de forma más racional, al equilibrar los horarios, permitiendo un espacio flexible por la tarde para reuniones de coordinación, programación y puesta en común. Esta jornada supone una mayor racionalización de los recursos existentes en el mundo educativo.

En contra

Jesús María Sánchez Herrero, ex presidente de la CEAPA explica porqué no están de acuerdo con la implantación de la jornada continua

-Reconocemos la legítima aspiración de los profesionales de la Educación a una jornada laboral más reducida. No nos oponemos a que el profesorado, en el marco de su negociación colectiva, logre una jornada escolar sólo de mañana.

-El problema se suscita cuando un sector del profesorado cree que el camino más corto para alcanzar sus objetivos es modificar también la jornada del alumnado, para que éste tenga sólo clase por la mañana, sin pensar en las consecuencias formativas que esta medida tendrá para los menores.

-Salvo en casos en los que estaría justificado por encontrarse en zonas rurales de difícil acceso u otras características socioeconómicas particulares, nos oponemos a la jornada escolar continua.

-En las comunidades autónomas donde está implantada la jornada continua está decisión ha sido irreversible, en ningún caso ha mejorado el rendimiento escolar del alumnado, no se han cumplido los compromisos que se adquirieron para su establecimiento (van desapareciendo comedores, el transporte se reduce limitando la participación en actividades extraescolares, se cierran los centros por las tardes...), y la situación de los niños y niñas con más necesidades educativas y sociales empeora.

-La jornada continua tiene más inconvenientes: las clases son más cortas, por lo que el profesorado dispone de menos tiempo para impartir su materia; la falta de tiempo obliga a éste a encargar más deberes al alumnado, y hay muchos padres que no pueden ayudar a sus hijos con los estudios, porque no tienen la formación adecuada; muchas familias se ven impulsadas a acudir a clases particulares, mientras que otras no pueden afrontar económicamente estos apoyos externos. Este tipo de jornada agranda las desigualdades sociales.

-Por todo ello, consideramos que la jornada continua no contribuye en absoluto a combatir el fracaso escolar, supone un recorte en el derecho a la educación de los niños y niñas, y un retroceso para la educación pública. Este tipo de jornada es un obstáculo para eliminar las desigualdades sociales.

Y tú, ¿qué opinas?

Ver los comentarios