El 80% del ciberacoso es una prolongación del acoso físico entre los menores

La invasión de la nuevas tecnologías ha traído mucha comodidad y ventajas a la vida diaria, pero también muchos problemas. Las redes sociales están al alcance de cualquiera y si ese cualquiera es un menor pueden surgir riesgos. La impunidad con la que una persona puede actuar amparada por el anonimato propicia que los menores puedan ser agredidos a través de su propio móvil.

Según un estudio publicado recientemente por Save the Children en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, el 5,8% de los adolescentes de entre 12 y 16 años sufre acoso en las redes sociales de manera ocasional, siendo un 1,8% quien lo padece de manera frecuente. Para la doctora María Angustias Salmerón Ruiz, pediatra de la Unidad de Medicina de la Adolescencia del hospital de La Paz de Madrid y experta en nuevas tecnologías de la Asociación Española de Pediatría (AEP), «esos datos responden a una realidad, ya que es a esas edades cuando comienza la navegación individual en las redes sociales.

Hasta ahora, el menor era, o debía ser, acompañado por un adulto. Sin embargo, actualmente el menor exige una mayor autonomía y no quiere ser supervisado. Es el momento en que todo lo que hemos enseñado al menor en cuanto a seguridad, huella e identidad digital debe ponerse en marcha».

En el 64º Congreso de la Asociación Española de Pediatría tanto la doctora Salmerón como Esther Aren, delegada provincial de Participación Ciudadana de Madrid, coincidieron al asegurar la importancia de frenar el acoso en cuanto este da la cara y denunciarlo siempre. Entre los pasos a seguir destacan que «lo primero es que nunca hay que contestar a las provocaciones del acosador; en segundo, hacer una captura de aquellos mensajes o imágenes impropios; en tercer lugar, denunciar a la plataforma digital correspondiente el hecho y eliminar o bloquear al acosador en todos los perfiles sociales, avisar al centro escolar y denunciar en comisaria», explica la doctora Salmerón. Por su parte, la delegada provincial de Participación Ciudadana afirma que «es fundamental denunciar siempre el hecho a la policía, aunque el acosador sea menor de 14 años y por tanto se trate de una acto impune penalmente. De esta manera, el fiscal tendrá constancia del historial delictivo del acosador en caso de reincidir».

El 80% del ciberacoso o ciberbullyng es una prolongación del un acoso físico, con lo que es muy dificil alejar a la víctima del agresor ya que el acoso en redes somete a la víctima a una exposición vejatoria las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por lo que el índice de depresión o suicidio es mayor en los menores agredidos a través de las redes sociales.

Educar en las nuevas tecnologías

La doctora Salmerón explica que lo mejor es que «a partir de los 5 o 6 años se debe iniciar a los niños en el uso de las nuevas tecnologías a través de una navegación compartida mediante la cual se le vaya explicando el funcionamiento de cada herramienta, cada red social, los peligros que puede encontrar y cómo debe hacerles frente, los perfiles en las redes sociales han de ser familiares o compartidos por el menor y un adulto».

Por su parte, Esther Aren, explica que «cada red social tiene una edad, unas características, un modo de comportarse y lo tiene por algo. Aquel adulto que, en cualquier circunstancia, tiene un menor a su cargo ha de conocer estas reglas del juego por la propia seguridad, física y mental, del menor que custodia», asegura Aren que además aclara que «es fundamental estar en el mundo en que están nuestros hijos, es la única manera de prevenir que se den este tipo de acosos, que los niños vean que hablamos su lenguaje, que los entendemos, los comprendemos y por tanto, que somos adultos con herramientas suficientes para poner fin y atajar una situación de acoso».