DIÁLOGOS DE FAMILIA

«A la mujer se le ha robado el parto para convertirlo en un elemento quirúrgico»

Hablamos con Marina Trigos, matrona y autora de 'Somos diosas'

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Marina Trigos, matrona lucía marín alonso
Ana I. Martínez

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El parto, por desgracia, es sinónimo de sufrimiento, dolor, miedo, angustia... La sociedad ha normalizado escuchar únicamente historias terribles. Nadie suele contar lo positivo que fue dar a luz a su pequeño, lo bien que se sintió tratada, que no hubo complicación alguna... Sin embargo, las experiencias de parto positivas son posibles y reales, tal y como demuestra el libro 'Somos diosas' (Letrame).

La evidencia científica muestra que un 80% de las mujeres pueden tener un parto fisiológico sin ningún tipo de complicación. En cambio, en España, nos encontramos con un 15% de partos instrumentales o una tasa de cesáreas que llega al 25%.

«Es un libro muy potente, tiene mucha energía», asegura a ABC Marina Trigos, matrona, una de las autoras de este compendio junto a Raissa Senna, fotógrafa de partos y doula, y Marta Laguna-Design, activista y diseñadora.

«Las mujeres estamos diseñadas para parir», recuerda Trigos. Y aunque en ocasiones se necesite un apoyo extra porque el parto se desvía de la normalidad, la mujer siempre puede una experiencia positiva cuando se siente respetada y es la única protagonista en un evento tan importante y trascendental como es parir.

- Marina, ¿por qué este libro?

Para cambiar la visión del parto que suelen tener las madres. Muchas piensan 'ya verás, qué día más horrible', 'mira lo que le pasó a Fulanita'…. Es necesario hacer ver que hay experiencias positivas desde el respeto a las decisiones de las mujeres. Y da igual si ha sido cesárea, has parido en casa o en el hospital. Quería reflejar también el empoderamiento de la mujer ese día.

- Escribe Laia Casadevall, matrona, en el prólogo del libro que «ya es hora de visibilizar que los partos pueden ser nuestros, independientemente de cómo y dónde transcurran. Porque la maternidad nos pertenece». ¿Se le ha quitado a la madre el poder de parir?

Totalmente. Nosotras hablamos de que se nos ha robado el parto. Se ha convertido en un elemento quirúrgico en el que la mujer llega y se deja hacer, recomendada por los profesionales, y adquiere un papel secundario o ni siquiera. Reivindicamos que la mujer es la protagonista, es ella la que toma sus propias decisiones, es quien debe llevar el poder del nacimiento porque, con la excusa del miedo, hemos dejado que lo lleven otros.

- ¿Puedes hacer una radiografía de la situación de los partos en España? ¿Tan mala es?

La situación es grave en algunos aspectos porque España tiene unas tasas de intervenciones muy altas. Al derivar los partos al hospital, al haberlos medicalizados, se ha generado que las tasas de partos instrumentales, cesáreas o episiotomías sean más altas en comparación con nuestros vecinos europeos. Tenemos que saber que este es un modelo que estamos intentando cambiar porque las intervenciones han de hacerse sólo cuando sean necesarias, de ahí la corriente del parto respetado.

«La mujer es quien debe llevar el poder del nacimiento porque, con la excusa del miedo, hemos dejado que lo lleven otros»

- «Parir en casa no es un capricho, es un derecho que tiene la mujer, tal y como decretó el TEDH en 2010», recuerdas en el libro. Pero la realidad es que parir en casa es una excepción en este país.

Es un derecho que nos han vulnerado. Partimos de la base de que el sistema público no informa sobre las diferentes opciones que existen. Por tanto, solo queda la vía privada y desde una gran convicción. El parto en casa, además, en este país, cuenta con una corriente en su contra muy fuerte, a pesar de que la evidencia científica ha demostrado que las mujeres que dan a luz en casa gozan de la misma seguridad pero, además, eliminan las posibles intervenciones innecesarias.

- También se puede dar a luz en las casas de parto, que hay muy pocas, o en los hospitales, que es la opción minoritaria.

Por suerte, ha muchas opciones para dar a luz y gracias a las redes sociales, de la mano de profesionales, se hace más difusión. Las casas de partos son un sistema híbrido entre el hospital y en casa.

El hospital es la opción que ofrece el sistema sanitario y pensamos que es lo que necesitan las mujeres por falta de conocimiento e información. Donde yo me formé, en Inglaterra, y siempre que sea un parto de bajo riesgo (son la mayoría), la matrona en la consulta informa a la mujer de que tienes tres opciones para dar a luz: en casa, en el hospital o en una casa de partos. Aquí eso no existe y la que elige tener un parto diferente al del hospital se la tacha, desde el desconocimiento, de loca.

- Dices en el libro: «No reconocemos el parto fisiológico normal». ¿Cómo es posible?

Las mujeres dan a luz pero muy pocas de manera fisiológica. La fisiología del parto es muy curiosa porque es el cuerpo quien la produce solo. Es como respirar o hacer la digestión, no tenemos voluntad sobre ello. En la práctica, si pensáramos que es realmente algo así, no necesitaríamos todas esas intervenciones que en realidad ocurren. Cuando tú llegas al hospital, llegas a un entorno que no te proporciona la calma y tranquilidad que se necesita. Después, suelen darse intervenciones que modifican dicho proceso.

«Pensamos que el hospital es lo que necesitan las mujeres por falta de conocimiento e información»

Si tú vas a dar a luz en un sitio donde no te sientes a gusto, la fisiología falla porque tu sistema hormonal se modifica. Lo mismo pasa si te ponen oxitocina porque vas muy pronto… o la epidural. La fisiología del parto se altera. Y, para colmo, parimos en una postura antinatural.

Toda esta medicalización produce, en muchas ocasiones, complicaciones que acaban en intervenciones. Cuando si lo dejamos actuar por sí solo, mejor: hay que dejar a la mujer hacer, de manera espontánea, respetando sus tiempos.

- ¡Qué importante es vuestro papel, el de las matronas! Y cada vez sois menos...

¡Por supuesto! Nuestro deber es informar, devolver ese poder a la mujer para que deje de tener miedo y comprenda que estamos hechas para parir. La supervivencia de la especie depende de ello, el proceso está muy bien diseñado y son muy pocas las ocasiones en las que necesitamos echar mano de la medicina. No necesitamos una UCI cerca cuando dejamos hacer, se respetan los tiempos y la naturaleza.

- ¿De quién depende mejorar el panorama?

La mujer debe informarse. Y puede hacerlo. Las matronas cada vez somos más accesibles. Divulgamos en redes sociales, por ejemplo. Hay un miedo al parto que es cultural pero con información, con este tipo de libros, se te abren un poco los ojos y hace que tú vayas buscando.

El sistema sanitario también debe poner a la matrona como figura principal de cuidado porque la ginecología y la obstetricia están para tratar la enfermedad y el parto no lo es: la mujer embarazada es una persona sana con un proceso fisiológico. Solo necesita asistencia médica en casos puntuales.

- Y al bebé: ¿se le pone en peligro con esa otra manera de atender los partos?

El bebé está diseñado para nacer y la fisiología de la mujer y la de él esta hecha para pasar por el canal del parto, para que se estruje su cabeza al atravesarlo y se liberen hormonas en el cuerpo de la madre que ayudan al proceso. Se le pone en peligro cuando se interviene el parto de manera innecesaria, no se respeta el piel con piel, que pasa mucho en cesáreas, o se le separa de la madre.

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