Día Mundial del Prematuro
«Mis gemelas pesaron 850 y 950 gramos, ¡no llegaban ni a un kilo de arroz respectivamente!»
Casi 5.000 bebés han nacido de forma prematura en La Salud los últimos 25 años
Durante tres largos meses, las pequeñas María y Berta han estado en la UCI Pediátrica del Hospital Casa de Salud luchando por su vida. A las 25 semanas de gestación, a Amparo le dijeron en un control rutinario que una de sus hijas, María, presentaba un retraso en el crecimiento intrauterino y que debían provocar el parto. «Cuando te dicen esto es como si te echaran un jarro de agua fría, te quedas fatal –reconoce esta madre primeriza– porque tú quieres que el embarazo llegue a término. Durante toda tu vida te lo has imaginado de otra forma… pero no pudo ser».
Nacieron 15 días después, el 11 de agosto, cuando tenían que haber llegado al mundo el pasado 30 de octubre. «Es decir, hoy tienen 17 días con la edad corregida» , aclara esta madre. Pero aquel día pesaron 850 y 950 gr de peso respectivamente. «Ni un kilo de arroz –remarca– y encima se quedaron en 750 y 850 gramos respectivamente» .
En todo este tiempo, el pasillo de la UCI se le ha hecho especialmente largo a Amparo. «Era como estar subida todo el día en una noria, un día había noticias buenas y, al día siguiente, malas. Pero yo sabía que tenía que estar al 100 por 100 por mis niñas, mi cesárea era nada comparado con la batalla que estaban luchando ellas», relata esta mujer, enfermera de profesión.
El coronavirus ha añadido más dificultades si cabe a esta situación, ya que «no podíamos arriesgarnos a que las pequeñas cogieran algo por nuestra culpa. Total, que me subieron del paritorio y no pude tenerlas encima y hacer piel con piel hasta mes y pico después. Es verdad que estaban intubadas, con oxígeno... y que María, además, sufrió un neumotórax al poco de nacer, pero han estado en las mejores manos», recalca.
«Ha sido muy duro –dice Juan emocionado– sobre todo esperar los informes cada día para ver cómo evolucionan, pero son unas guerreras y ahora… ¡mira cómo están! », señala este padre. Las dos pequeñas han evolucionado muy bien y hoy están sanas y fuertes. «Ahora están perfectas y solo toman vitaminas, hierro y poco más –comenta–, aunque sabemos que tendremos que ir al pediatra semanalmente, luego a rehabilitación, supongo que más adelante a atención temprana, tendremos que acudir a oftalmología, a que las vea el otorrino… Serán unos años de consulta tras consulta», asumen.
Desde este pasado domingo 15 de noviembre están en casa y su madre reconoce que «es un caos» . «No es lo mismo ir a verlas una hora por la mañana y otra por la tarde, a tenerlas 24 horas en casa. Entonces pensaba que se portaban bien, ahora ya no sé si pienso lo mismo», comenta Amparo entre risas. La realidad es que ahora esta pareja se muestra contenta y aliviada. «Todo esto ha sido posible gracias al equipo profesional de La Salud: pediatras, celadores, auxiliares, enfermeras... Todos trabajando en equipo. El trato ha sido fabuloso (de hecho a las bebés les decían: "ven aquí con tu tía o con tu tío"... Sin duda nos llevamos todo el cariño que nos ha dado».
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