Diálogos de Familia

Paula Camarós: «Llevar el embarazo por lo público y privado 'porque tengo que amortizar el seguro' y 'me hacen más ecografías' es un error»

Esta matrona publica 'El poder de crear vida', una completa guía para todas las gestantes con el objetivo de empoderar a todas las madres

Ana I. Martínez

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«¿Puedo beber café estando embarazada?», «¿Por qué el cuidado dental es importante durante el embarazo ?», «¿Me puedo teñir el pelo o pintarme las uñas?». Estas son algunas de las dudas que asolan a toda embarazada y que Paula Camarós , madre, matrona y CEO de Baby Suite, aclara en su primer libro ' El poder de crear vida ' (Planeta).

Pero no solo eso. En esta pequeña encipledia, la profesional recopila toda la información necesaria para las futuras madres , de manera práctica y sencilla, con ejercicios, consejos e ilustraciones, abordando temas tan necesarios e importantes que toda mamá debe conocer: desde lo que le sucede al cuerpo durante las primeras semanas de gestación, pasando por las ecografías que deben hacerse así como las preocupaciones por la episiotomía y los desgarros, a qué es el posparto o cómo afrontar la lactancia . Porque, al fin y al cabo, como ella muy bien dice, « vas a conocer al amor de tu vida » y toda preparación es poca. «La información es poder», recuerda Camarós.

Paula, comienzas el libro dejando muy claro que una embarazada no es una paciente. En España, ¿se trata a las mujeres así?

No me gusta generalizar. De hecho, Baby Suite, mi centro, es el lugar para la maternidad. Nunca lo catalogo como una clínica. Y es que es verdad que el embarazo no es una enfermedad . Por supuesto que existen mujeres que comienzan esta etapa con una enfermedad de base, una enfermedad preexistente, y sí que son pacientes, pero por norma general es una etapa más de la salud reproductiva de la mujer . Por tanto, cuando empezamos a tratar a una mujer embarazada como una mujer enferma y a poner la patología como base, es cuando realmente nos encontramos con resultados tan alarmantes como los que existen en España actualmente.

Tú te has formado y has trabajado fuera. ¿Qué diferencias hay entre dar a luz en Reino Unido y en España?

Tengo dos peques, uno que ha nacido en Inglaterra y otro que ha nacido en España, así que puedo comparar tanto desde el plano profesional como desde el personal, mis dos partos. Que sirva como primera frase decir que fueron maravillosos y los dos fueron súper respetados. También es cierto que soy matrona, estoy muy informada.

Di a luz en mi hospital en Reino Unido con un equipo de parto natural, donde también se hacen cesáreas. Pero es verdad que se respeta el proceso de la mujer. De hecho, mis dos partos han sido inducciones. ¿Las diferencias? En Inglaterra me di cuenta que se invierte mucho en formación . La mujer tiene un abanico amplísimo de posibilidades. Cuando la embarazada llega al hospital porque está de parto, la matrona le ofrece aromaterapia, acupuntura, reflexología, inyecciones de agua estéril... Esto aquí no existe por dos razones: porque es el profesional sanitario el que tiene que costearse esa formación y porque muchas veces estamos limitados a la hora de ponerlo en práctica en el hospital.

Ante este panorama, destacaría lo importante: invertir más en formar a los profesionales del ámbito hospitalario. Y en segundo lugar, la humanización . Muchas veces pensamos que humanizar un proceso o respetar un proceso de parto es algo «hippie». En absoluto. Para una mujer su parto soñado puede ser con epidural, tumbada, sondada y que no se le explica nada porque es muy aprensiva. Y para otra es un parto en bañera con mínima intervención, acompañada de su pareja e hijos. Eso es humanizar un proceso: no tener prisas, que la mujer sea libre y pueda elegir libremente cómo quiere parir, que pueda hacer un plan de parto, que se tenga en cuenta que su pareja esté presente... Son pequeñas cosas que marcan la diferencia. Y esto es lo que en España deberíamos seguir trabajando.

¿Sanidad pública o privada? Muchas mujeres, al quedarse embarazadas, deciden llevarlo por las dos vías. ¿Es una mejor que la otra?

Esto es un gran error y de hecho lo veo en la consulta. Ellas eligen ambas opciones por dos cosas: primera, porque « tengo que amortizar el seguro » y, por otro lado, porque es súper bonito ver a tu bebé más veces.

Las ecografías rutinarias, pautadas y recomendadas por la OMS en un embarazo de bajo riesgo, en una mujer sana, son tres: una por cada trimestre. En alto riesgo se hace un seguimiento más estrecho.

¿Qué pasa cuando vas a la privada? En cada consulta, que es una vez al mes, te hacen una ecografía, y luego te hacen un tacto. La mujer piensa: «Esto es mejor porque como me dan más...» . En absoluto. Primero, porque cuanto más buscas, más encuentras. Segundo, porque tenemos resultados discordantes. La mujer no es sanitaria y ve dos informes diferentes. ¡Se vuelve loca! Y luego tenemos pruebas más invasivas, como el exudado, analíticas, curvas de azúcar... Todo se duplica. Y la mujer empieza con ese «come come».

«Humanizar un proceso de parto es no tener prisas, que la mujer sea libre y pueda elegir cómo quiere parir, que pueda hacer un plan de parto, que se tenga en cuenta que su pareja esté presente... Son pequeñas cosas que marcan la diferencia. Y esto es lo que en España deberíamos seguir trabajando»

Todo esto va sumando y luego llega el momento de elegir y entonces muchas se plantean: «Es que si voy a la pública no sé quién me va a atender», «si voy a la privada va a ser Menganito»... Pero no nos olvidemos que ese profesional también tiene vida. Además, los porcentajes hablan por sí solos. Aquí no quiero tampoco atacar a la privada y poner en un pedestal a la pública, porque hay grandísimos profesionales en la privada y gente muy mejorable en la pública. Pero es verdad que, por norma general y basándonos en los porcentajes que tenemos actuales visibles para todo el mundo, en la privada la tasa de cesáreas es altísima, de episiotomía, de instrumentalización , es decir, de técnicas y procesos no necesarios de los que se abusan.

Relacionado con esto, hablas también en el libro de violencia obstétrica, un término que la Sociedad Española de Ginecología y de Obstetricia no reconoce.

La violencia obstétrica es un grave problema de salud pública . Es muy grave para la mamá y para el bebé. Pero lo realmente grave es que, pese a ocurrir, no se reconozca. Cuando se hizo este comunicado por parte de la SEGO en el que se miraba para otro lado... Al final no hay más ciego que el que no quiere ver. Además, la OMS cataloga los resultados de España como alarmantes y críticos y no lo estamos reconociendo. En El Parto es Nuestro hay relatos de miles y miles de mujeres en el que la gran mayoría decían que habían sufrido violencia obstétrica. ¿Están todas locas? ¿Todas mienten? ¿La OMS también? La violencia obstétrica hace mella y cala hondo y tiene una repercusión importantísima a corto, a medio y largo plazo, dejando heridas psicológicas que no cierran y mujeres que vienen a la consulta en su tercer embarazo y lloran angustiadas recordando lo que se les pasó en el primero. Infantilizar a la mujer, no permitirle que tomen decisiones, que la mujer quiera moverse libremente y se le ponga una cama, que se le hagan tactos vaginales innecesarios, maniobras de kristeller, no permitir que la pareja esté contigo.... Es violencia obstétrica. Y es verdad que el nombre es muy duro y yo, como parte de esos profesionales que nos dedicamos al sector de la obstetricia, me duele enormemente que se me meta en este saco. Pero es que existe y para poder resolver algo, el primer paso es reconocer que el problema está ahí.

En relación a todo esto, me acuerdo de la primera cesárea que presenciaste, la cuentas en el libro...

Hay profesionales maravillosos que están contigo en la cesárea, te dan apoyo, contención, aliento, ánimo, cariño. Pero es verdad que los porcentajes de nuevo hablan por sí solos. Recomiendan que las cesáreas deben rondar un 10% y en situaciones más especiales, un 15%. Nunca deberíamos pasarnos de un 15% de tasa de cesáreas. En España tenemos en torno a un 25%. Algo estamos haciendo mal y de nuevo no estamos remando en la misma dirección. De hecho, cuando tú te metes a ver porcentajes y estadísticas, hay un montón de cesáreas programadas en fines de semana, previos a un puente, previos a Navidad y previos a un derbi . ¿Y esto por qué ocurre? Porque el profesional prefiere estar en su casa y que no le molesten cuando la mujer se ponga de parto de manera natural. Esto son datos públicos del Ministerio de Sanidad, que yo no me invento nada, que se pueden consultar en internet. Las cesáreas son cirugías mayores, que salvan vidas, no es una decisión que podamos tomar a la ligera.

¿Por qué en una cesárea no puedo tener mi audífono o mis gafas? No es una cirugía en la que te vayan a dormir. Si te quitan el audífono, no vas a poder escuchar el primer llanto de tu bebé. Si te quitan las gafas, no vas a poder reconocer a tu bebé, al amor de tu vida nada más nacer. Si sacan a tu pareja, que es la persona que más cariño y sostén te da, ¿qué haces en un momento tan frágil en el que eres tan vulnerable? ¡Estás conociendo al amor de tu vida, no te están operando una rodilla!

Aconsejas a la mujer que se cuide, que se mime. Derribas algunos mitos en el libro relacionados con el bienestar. Pero... ¿cómo se le queda el cuerpo a una mamá? A muchas le preocupan...

Es verdad que el cuerpo de la mujer cambia y probablemente no sea el mismo, pero yo les digo a las mamás: «Va a ser mejor porque has creado vida». Esas estrías te van a recordar de por vida que has tenido dos corazones latiendo dentro de ti . El cuerpo probablemente no va a ser el mismo pero el corazón va a estar tan lleno de amor... Cuando te conviertes en madre te das cuenta de que existe un amor absolutamente incondicional y a veces nos obcecamos en las estrías, la cadera, el pecho caído, el pelo... Creo que hay que ir un poco más a la salud mental . «¿Cómo estoy yo anímicamente, psicológicamente, después de haber sido madre? ¿Cómo me encuentro? ¿Cómo está mi suelo pélvico?» Una vez que ya atajamos esas cuestiones que son más importantes y damos tiempo a nuestro cuerpo, ya podemos centrarnos en otras cosas. Pero que si a la mujer le hace feliz teñirse el pelo, ir a la peluquería, hacerse las uñas...¡adelante! El autocuidado es salud mental .

«¿Por qué en una cesárea no puedo tener mi audífono o mis gafas? No es una cirugía en la que te vayan a dormir. Si te quitan el audífono, no vas a poder escuchar el primer llanto de tu bebé. Si te quitan las gafas, no vas a poder reconocer a tu bebé, al amor de tu vida nada más nacer»

En el libro hablas también del parto y del posparto. ¿Cómo son estas dos etapas?

Es verdad que los seres humanos tendemos a contar lo peor. Nadie te dice «tuve un parto maravilloso». Y de nuevo recalco que las grandes experiencias no son dar a luz en mitad de la selva, rodeada de animales. Yo he tenido dos inducciones de parto, dos procesos súper medicalizados y recuerdo mis dos experiencias con un cariño y un respeto hacia mi persona, hacia mi pareja y hacia mi bebé brutal, donde se me ha explicado todo en cada momento qué opciones tenía. No cambiaría nada porque me sentí tan empoderada, tan respetada, tan acompañada. El problema está cuando las mujeres llegan al posparto con una experiencia traumática porque es cuando todo brota.

Mi consejo a las mujeres es: si algo que ha ocurrido en tu parto no has entendido, no te cuadra, pregúntalo. Antes de irte, pide hablar con el profesional que te atendió. Y vamos a evitar eso que llamamos el shock postraumático, que encima en el posparto las hormonas no nos lo ponen muy fácil. Es importante siempre en el posparto pedir ayuda y para empezarlo con buen pie, priorizar, delegar, pero sobre todo resolver todas las cuestiones que se quedaron abiertas el del proceso de embarazo o del parto.

Lactancia. ¿Se informan las madres? Porque aquí, en consulta, ves todos los días problemas...

Yo siempre digo que la información es poder. Si nos vamos a sacar el carné de conducir, no llegamos al examen sin haber dado clases previas ¿no? Esto no significa que tengas que dar el pecho a alguien en el embarazo para practicar, pero la información es poder: leer un libro con conocimiento actualizado, basarte en evidencia científica, hacer un buen taller de lactancia materna. Nosotras lo damos. ¿Quiere decir que todas las mamás que hacen el taller van a tener una lactancia exitosa? Probablemente no. ¡ Si yo como matrona e IBCLC (Consultora de Lactancia Certificada), amante de la lactancia materna, tuve problemas en mi primera lactancia porque hay veces que no depende exclusivamente de ti ! Hay veces que los bebés tienen un frenillo restrictivo, tensión facial, tortícolis congénita, nacen más pequeñitos Y no han desarrollado ese reflejo o coordinación de succión y deglución y respiración, nacen con una fisura labiopalatina... o tienen cualquier anomalía en la boca. O sea, si tienes esa información, tienes ese poder para saber reaccionar y para saber entender. Tú lo estás haciendo lo mejor posible pero hay algo que no termina de hacer clic por completo. Y sabes cuándo pedir ayuda en vez de tirar la toalla y acabar creyéndote esas cosas que nos dicen de que «hay pechos que no producen leche», «es que tu leche no alimenta», «es que tienes el pecho pequeño y por tanto no produces leche», «no te preocupes hija, que a mí me pasó que contigo tampoco pude».

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