Diálogos de Familia

«Un adolescente debe hacer la cama porque lo dicen sus padres... ¡y la Ley!»

Entrevista con el abogado Antonio Lafuente, autor del libro «Esto se pasa», una Guía para padres y madres de hijos pre y adolescentes

Carlota Fominaya

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Hoy tenemos la suerte de contar en Diálogos de Familia con el abogado Antonio Lafuente, autor del libro “Esto se pasa” . Sin duda la aportación jurídica de Lafuente a las familias con hijos adolescentes y pre adolescentes puede ser de mucho interés para nuestros oyentes de ABC Familia.

¿Por qué el título de "Esto se pasa" del libro?

Muchas veces los padres y las madres vienen a hacer alguna consulta y nos cuentan que están desesperados, que sus hijos no les hacen caso, que no les obedecen, que están todo el día encerrados en sus habitaciones con los teléfonos móviles, con los ordenadores... Siempre les digo que no se preocupen porque esto al final se pasa. De ahí el título. Cuando tenemos a nuestros hijos es como si estuviéramos ante una especie de puzzle puesto en una mesa muy grande: unas veces tiene 3.000 piezas, otras 5.000, pero al cabo del tiempo ponemos la última pieza. Unas veces es a los 18, otras a los 21, 22, 25 o 32 ... Pero nuestro hijo se va de casa, termina su carrera, su formación profesional, se hace influencer, youtuber.... Lo que quieras pero, en general... La adolescencia se pasa. Es verdad que hay gente que a lo largo del camino se cae, se mete en follones, líos y no lo podemos controlar, pero la mayoría de la gente sale adelante y esto se pasa.

Es muy habitual que los padres nos preocupemos por informarnos sobre psicología, pedagogía, relacionado a la infancia y dejamos de lado el mundo del Derecho. ¿Cómo nos puede aportar ese lado jurídico a las familias? ¿En que nos podemos apoyar?

Siempre critico que en todos los congresos que se producen de infancia y adolescencia casi nunca hay un experto jurídico o abogado que pueda hablar de estas cosas. Si tenemos en cuenta que las normas las cumplimos desde el momento del nacimiento, cuando tu padre va a inscribirte en el Registro Civil, hasta el momento de la muerte, cuando alguien tiene que avisar para que se lleve a cabo el certificado de defunción y se puedan hacer las gestiones pertinentes en lo que respecta a la herencia que pueda corresponder o al testamento que se haya recibido.

Desde que nacemos hasta que morimos estamos rodeados de normas, pero no se nos ha enseñado a manejarlas, y parece que el mundo del Derecho en el ámbito familiar está circunscrito única y exclusivamente al divorcio, separaciones, pensión, custodia, al «qué pasa con la hipoteca», «qué hacemos con la casa», etc. etc. Sin embargo, tenemos un largo abanico, que se desconoce, no se dan clases, ni cursos, no hay nada tanto para los padres como sus hijos pre y adolescentes. que no saben nada.

Bajo ese paraguas de las normas que nos afectan a todos, debemos recordar que los hijos tienen derechos, pero también obligaciones. ¿Cuáles son?

Hay que recordar que tienen obligaciones y están muy claritas, pero no porque el padre o la madre amenacen con: «porque lo digo yo», que ese es su error , sino porque viene establecido en las propias leyes. Concretamente, en el artículo 155, que dice que los hijos deberán obedecer a sus padres mientras convivan en el domicilio familiar. Eso implica que tienen que colaborar, si generan dinero tienen que aportar a su casa… Pero no es que «porque yo lo diga», ni mucho menos. Te tienes que hacer la cama (por ejemplo), no porque lo diga tu padre o tu madre -que además-, sino porque viene aquí en la Ley (Del Menor y el Código Civil).

Es muy interesante que los padres sepan esto y se lo hagan saber a su prole. A esos hijos, que reivindican tantas cosas, como padre les diría: «Es verdad que te ampara la Ley de Protección del Menor, que conlleva un montón de derechos (a la intimidad, a la propia imagen, al secreto de las comunicaciones, a informarte de todo lo que quieras, a poder dar tu opinión con respecto de tus propios padres cuando te lo requiera el juez…) pero también tienes la mismas obligaciones que se establecen en el 155 y que en el artículo 9 BIS se desarrollan un poco más y dice que deben colaborar también en la economía familiar. Debéis respetar y obedecer las circunstancias de vuestros padres, siempre y cuando estéis conviviendo en una misma casa. etc.

Ya no es ese hecho de que el padre suele decir «porque lo digo yo», sino porque así lo establecen las normas. Oye: el mundo en el que vivimos está rodeado de normas porque si no esto sería el caos, y si mi hijo me dijera: «Es que me niego a cumplir la normas»; pues le diría te vas a una isla desierta con cocos, te vistes, no te vistes, haces lo que quieras, pero si vives aquí en Sevilla, Barcelona, Madrid o cualquier otro sitio tienes que cumplir unas mínimas normas que te las establece el Derecho.

Luego hay un montón de normas sociales, morales, económicas que están ahí. Tu hijo puede decirte: «mamá, déjame el coche que me voy de paso con mi novia». Tú dices: «no. Es que tienes 16 años, y el Código civil nos dice que solo podrás conducir a los 18 años». ¿Que lo quieres hacer a los 16? «Te juntas con todos tus amigos a través de la redes sociales, consigues 500.000 firmas, te vas al Congreso de los Diputados, y las presentas para cambiar la Ley, que también lo puedes hacer, pero mientras tanto… hasta los 18 no puedes conducir».

El tema de la convivencia en casa. A veces se olvida, se deja pasar.

Insisto, el error que tienen los padres y la madres es el que he comentado antes, decir: «porque lo digo yo». Creo que no habría que decir eso. Simplemente decir: «mira, hay unas normas en casa. Esas normas las vamos a consensuar. Si comemos a las 14:00 tú no puedes decir: "es que yo quiero comer a las 12:00". Pues no, hijo, porque como el que hace la comida soy yo, y tendremos que comer todos a la misma hora».

Y además hay macarrones.

Pero esas normas se pueden consensuar. No con el de 5 años ni con el de 8 pero con el de 14 a todos los niveles.

Cómo recomendarías a los padres hablar de la existencia de estas obligaciones que a veces desconocen los adolescentes

Claro, es que creo que es fundamental que los padres se tengan que educar o formar si quieren educar a sus hijos. Yo siempre pongo una crítica. El ser padre o ser madre es una profesión que nos da el título antes de empezar a ejercer. Aquí no hay universidad. Nos dicen: «Ha tenido usted un niño, es usted padre». Y a partir de ahí empezamos a funcionar. Todo eso es muy complicado. Por eso es fundamental el tema de inculcar la normas, desde que son pequeñitos y que ellos lo vayan sabiendo. Yo no me creo que un adolescente se levante un día por la mañana y se dedique a insultar a su madre, a tirar la vajilla o dar una paliza a su padre o pelearse con él.

Es una cosa progresiva.

Ahora bien, te pongo otro ejemplo. Habrás visto en muchos restaurantes que los padres están comiendo y los niños de 2 años están con el móvil o con la tablet. Eso será un problema cuando con 15 años le tengas que decir: «Ahora no quiero que lo tengas durante 3 horas, solo 20 minutos». Pues hombre, ¿por qué les dejamos los móviles a los niños que tienen 2 años? Porque el aparato digital hace de niñera y está sustituyendo al cuidador. Creo que eso es un error.

Si tú has sido padre o madre tienes unas obligaciones inherentes a todo eso, no trates de evitarlas. Pero se suele escuchar: «Es que yo estoy muy cansado». ¡Haber tenido un perro. o un gato, o una pecera con peces pero no un niño!

Usted en el libro relata que a veces se encuentra con preguntas de los padres muy sorprendes. ¿Cuál es la que más le sigue llamando la atención?

La de si se puede pegar a los hijos. Muchas veces en las charlas me comentan eso de «a mi si mi hijo me contesta o hace cualquier cosa mal, le doy una bofetada y no pasa nada. porque a mi me las dieron también mis padres y mira como estoy».

Creo que eso es un error de concepto muy grande que en el siglo XXI tengamos que seguir diciendo a los padres de que no es bueno porque enseñar a través de la violencia no genera más que violencia. aunque sea mínima. porque el hecho de golpear a un hijo, de darle un cachete, de darle un capón, de tirarle de la oreja, no le va a enseñar nada de nada.

Entonces a partir de ahí, sobre todo si tenemos en cuenta que desde el año 2007 está prohibido en España dar o golpear de alguna manera. Pero es que ahora además se ha aprobado la Ley orgánica integral contra la violencia en la infancia y la adolescencia, que es del año 2021 de junio, y lo establece expresamente: se prohibe todo tipo de castigos y maltratos físicos y psicológicos que puedan generar algún tipo de violencia contra los menores. Y además hay una obligación de denunciarlos expresamente.

Que abarcar al vecino, al paseante…

Y también al señor que está en un centro comercial y ve cómo la madre le da cuatro cachetes en el culo a la niña de 3 años porque ha tirado las palmitas al suelo. Todo eso es lo que está tratando de hacer la sociedad para erradicar por completo la violencia de todo tipo de gestiones. No solo el cachete, sino la violencia psicológica o cualquier tipo de violencia contra nuestros hijos. Se nos tiene que meter ya en la cabeza que no está permitida de ninguna de las maneras. Que la gente deje de decir: «pues a mi no me pasó nada» o «pues un cachetito… no viene mal».

¿Tú le harías eso a tu compañero de trabajo? ¿Al amigo? ¿Se lo haríamos? ¿Y por qué se lo hacemos a nuestros hijos, que tienen 8 años y que no se pueden defender? ¿que no pueden decir nada, que no van a entender nada? Que solo van a entender que mediante la fuerza se puede conseguir lo que me dé la gana y no mediante el diálogo, la reflexión, la norma, la cooperación o como lo quieras llamar.

Otra de las situaciones llamativas que se pueden dar en casa y que muchos padres han tenido que escuchar es la amenaza del hijo con un: «Pues me voy de casa».

Si. Eso de que «me amenaza mi hijo de 16 que se quiere ir de casa», que «no nos aguanta», «que cuando tenga 18 años va a coger la puerta y no va a tener que depender de nadie». El Derecho es una caja de sorpresas y ya tiene registrado qué es lo que puede pasar en estas circunstancias, estableciendo que a partir de los 16 años los padres pueden emancipar a sus hijos con el consentimiento de estos. No necesitan más que ir a un notario y decir: «Quiero emancipar a mi hijo para que haga a partir de ahora lo que le dé la gana». En ese momento dejas de tener responsabilidad con respecto a lo que pueda hacer y el chico o la chica pueden hacer lo que quieran, irse a tocar el ukelele a la puerta del Sol con un cestito para ver si recoge dinero, ser influencer, youtuber, irse de viaje a hacer el camino de Santiago con su mochilita... Lo que pasa es que cuando tú se lo dices a tu hijo: «El lunes nos vamos al notario, te voy a emancipar y ya puedes hacer lo que quieras pero te vas de casa, se ha acabado la nevera llena de yogures, refrescos... y de todo y a partir de aquí búscate la vida. ¿No quieres eso? ¿No dices que en casa no hay quien aguante porque es un rollo? ¿Que qué mal ambiente hay? Pues mira qué fácil lo tienes, no hace falta que lo cumplas los 18, con 16 ya te puedes ir».

Respecto a las obligaciones de los adolescentes, ¿podríamos recordar que tienen responsabilidad de sus actos si, por ejemplo, rompen un mobiliario urbano que no les gusta?

Hay otro tema que es muy interesante para hablarlo con los padres y con los hijos porque ya hemos dicho antes que había que educar a los padres y a los padres se les educa de muchas maneras. Se les educa en redes sociales, se les educa en saber qué música escuchan sus hijos, qué series pueden ver y cuáles no ver… porque con los adolescentes vas a hablar muy poco pero a lo mejor si ves una serie interesante puedes entrar a discutir otra serie de cosas con ellos. y las responsabilidades civiles las vas a tener desde siempre. Puedes ver desde 'El juego del Calamar', a 'Sex Education', a 'Heat', 'Por trece razones'… la que quieras y hablas de la problemática que se van a encontrar ellos. Eso está muy bien por ahí.

Con respecto a lo que decías, claro que tienen responsabilidades y eso se lo tienen que contar los padres: los menores a partir de los 14 años y hasta los 18 años tienen responsabilidades penales. Es decir no pueden ir a una manifestación y decir: «ahora me voy a dedicar a tirar piedras a estos porque me caen muy mal». Porque como te cojan vas a tener una responsabilidad civil y puede que incluso penal. ¿Sabes cual es el problema? Que la responsabilidad civil es de los padres, y eso tampoco lo saben . Hay que contárselo a los hijos. Te pongo un ejemplo: «mi hijos se han ido de botellón y le han pillado esta noche en el parque del Oeste». La multa son de 600 euros, si lo pagas sin recurrir se reduce a 300. Bueno cualquier padre en circunstancias normales podría decir: «bueno, ha metido la pata, una vez, son 300 euros los pagamos y nos pasa nada». Pero imagínate que tu hijo es un grafitero y se dedica a pintar los vagones del metro cuando están paralizados y los cogen un día. Resulta que entonces limpiar todos los vagones que se han pintado vale 80,000 euros y te llega una cartita a tu casa que dice: «usted padre o madre es responsable civil son 80.000 euros».

La gracia no es la misma. Esas cosas se deberían comentar. cuidado que todas estas cosas nos pueden traer consecuencias nefastas para toda la familia.

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