Desde que nace, el ser humano está destinado a crecer y envejecer hasta fallecer. Envejecer es una oportunidad; la alternativa, es morir. Sin embargo, vivir significa perder . En ese transcurrir del tiempo, inevitablemente se sufre la pérdida de seres queridos. Es entonces cuando la persona se enfrenta a un proceso de duelo que puede ser más o menos extenso, porque el duelo es dolor, tal y como el origen de la palabra indica.
Charlamos con el experto en duelo, José Carlos Bermejo, con Rosa Labarta, que perdió a su hijo por un cáncer, y con Fortunato Rubio, que perdió a su hijo en un accidente de coche.
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