educación

Así aprende a leer un niño de dos años

El programa está dirigido a cualquier pequeño que sepa hablar y sea capaz de permanecer sentado y atender ciertas indicaciones

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«¡Mami hoy he aprendido una palabras nueva!». Quien así habla es Isabel, una pequeña que poco antes de empezar este programa de lectura dirigido a menores a partir de los dos años aborrecía los cuentos. Ahora todas las noches pide que le lean uno. «En realidad esa era mi intención. Que cogiera afición por las letras, porque considero que es algo que le va a resultar muy útil en etapas escolares posteriores», explica su madre, Marta. Iniciar a los pequeños en el mundo de las letras es el objetivo principal del curso, corrobora Roberto González, de Kumón. «Pero tras pasar por los distintos niveles, el programa desarrolla la capacidad que posee cada alumno de leer y comprender diversos tipos de textos, e inculca un gusto por la lectura para toda la vida, tanto con fines educativos como lúdicos».

Pese a que en España los escolares empiezan a leer alrededor de los 4 y 5 caños este programa, asegura González, «está abierto a cualquier niño a partir de los dos años que sepa hablar y sea capaz de permanecer sentado y atender ciertas indicaciones». «Es verdad que empezamos antes que en el colegio, pero esto no interfiere para nada. Es más, les añade seguridad», asegura este responsable de Kumón. Se trata de aprovechar que los más pequeños en esta etapa, coninúa, «asimilan muy bien los estímulos intelectuales».

Eso sí, advierte también que el papel de la familia en casa también es fundamental. «Que los padres lean y canten a los niños más pequeños fomentará su interés por la lengua, ayuda a enriquecer su vocabulario y les anima a aprender a leer por sí solos». Cuando llegan los pequeños al centro se les hace una prueba, y cada alumno comienza por el punto de partida individualizado que le corresponde.

Método empleado

Con el método creado por Kumón en un principio los niños aprenden a ver las palabras en un todo, como una fotografía, y al final, yconcluye con la lectura crítica de textos complejos. Con el estudio diario de este programa, añaden, «el alumno adquiere un amplio abanico de estrategias y habilidades de competencia lectora que, en última instancia, le permite interpretar la información que lee en textos complejos y convertirse en un lector competente».

En un primer momento el profesor orienta al niño cara a cara, pero va trabajando con él para que gradualmente aumente su grado de independencia. «Con esta ubicación se pretende captar mejor la atención del alumno, identificar el punto ideal de su capacidad, y hacer que este logre el ritmo adecuado de trabajo y que desarrolle el interés por el aprendizaje. Permite también una cercanía donde se le reconoce el esfuerzo realizado a través de elogios y lograr que el alumno aprenda motivado», añade.

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