Luciano Cañete y Luisma Rodríguez son los responsables de llevar una original e impactante filosofía a un salón donde se trabaja con la estética. Comenzó como una necesidad económica (acabados de cemento, paredes sin lucir, cajas de herramientas y muebles reciclados) y terminó revelándose como una forma única de decoración que, además, es muy eficiente por su durabilidad y limpieza.
De inspiración industrial, Corta Cabeza esconde un modelo empresarial que vive del trabajo en equipo y de la profesionalidad; no en vano, tres de sus empleados Dani, Ivana y Marta son ya propietarios en el segundo y tercer centro Corta Cabeza de Madrid y la fórmula funciona a la perfección.
En el vídeo sobre estas líneas, descubren el secreto de su éxito y algunas particularidades del negocio. Una vuelta de tuerca al corte de pelo.
Corta Cabeza, un modelo de negocio singular que funciona
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