Son los primeros evacuados que regresan a sus casas. Accesos controlados por los agentes. Apenas 200 vecinos de los municipios en los que ya no hay riesgo, el resto, 1.400 personas, siguen esperando. Son quienes viven en las zonas más críticas donde todavía hay puntos muy calientes. El trabajo se centra ahora en refrescar todo ese terreno para evitar que se reactiven focos ante la llegada de vientos de poniente y el aumento de temperaturas. En pueblos como el de Montán, las llamas amenazaron con llegar hasta las viviendas. La intervención de los equipos y un cortafuegos hicieron posibles que su núcleo urbano se encuentre intacto. Y en otra urbanización fue una simple carretera la que los salvó del peligro. Otro paisaje destruido por el fuego.-Redacción-
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