Josu Erkoreka, flanquedao por los consejeros de Educación y Salud
Josu Erkoreka, flanquedao por los consejeros de Educación y Salud - IREKIA

El Gobierno vasco recurre la reforma del Tribunal Constitucional que permite sancionar a las autonomías

El ejecutivo de Urkullu tacha la Ley 15/2015 de «injerencia ilegítima, innecesaria y desproporcionada»

BILBAO Actualizado: Guardar
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El Gobierno vasco ha dado este martes luz verde a la interposición de un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 15/2015, de 16 de octubre, de reforma de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, que permite sancionar a aquellas comunidades autónomas que incumplan sus sentencias, con el punto de mira situado en el desafío secesionista impulsado por las fuerzas pro independencia catalanas.

«El Gobierno español le ha otorgado al Tribunal Constitucional un poder de tal magnitud que, entre otras cosas, lo sitúa por encima del resto de los órganos constitucionales, cambia absolutamente la configuración de las funciones que la propia Constitución Española otorgó al Alto Tribunal y va en contra del consenso constitucional de 1978 porque modifica de manera sustancial el sistema político afectando al equilibrio entre poderes territoriales y generando una crisis sin precedentes al margen de los valores constitucionales», ha proclamdo el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, en rueda de prensa tras el habitual Consejo de Gobierno de los martes.

Segú ha expresado Erkoreka, el ejecutivo encabezado por el lendakari Urkullu considera que «esta reforma del Tribunal Constitucional constituye una injerencia ilegítima, innecesaria y desproporcionada en la configuración política e institucional de este órgano por parte de la norma constitucional». Y ha detallado: «Creemos que es inconstitucional por la capacidad ejecutoria que el Gobierno español le da a este tribunal en orden a poder multar, suspender o exigir responsabilidades penales a quien incumpla sus sentencias. Vulnera también la legalidad vigente en materia de aforamientos y obvia el principio de autonomía política de las comunidades autónomas al facultar al Gobierno español a que intervenga de manera directa y unilateral sobre las comunidades autónomas, en los supuestos que se contemplan en la ley».

«La ejecución de las sentencias del TC no puede imponerse, y menos aún de manera coactiva y unilateral. Deberían ejecutarse a través del continuo diálogo democrático entre las instituciones, sin que pueda imponerse un poder público por encima de otro», ha ampliado. «El Gobierno español deteriora más aún si cabe la imagen del Tribunal Constitucional, porque lo politiza a favor de un modelo de Estado que excluye otros modelos de convivencia, basados en el propio pluralismo que promulga la Constitución entre sus valores fundamentales».

A preguntas de los periodistas, Erkoreka ha negado que el recurso guarde, «en absoluto», relación con la reciente reunión en Barcelona entre Artur Mas e Iñigo Urkullu: «Este recurso no se improvisa. Requiere una cierta dedicación y estudio por parte de los letrados que han elaborado desde hace semanas los informes que sirven de base jurídica para la interposición del recurso».

«Es una norma que altera los equilibrios institucionales que resultan de la Constitución. Contraviene preceptos concretos de la Constitución, el artículo 25, el artículo 23, el de la participación política. Vulnera artículos que tienen que ver con la autonomía política, el artículo 2, el artículo 143, el 155», ha enumerado Erkoreka. «Teniendo en cuenta que el propio Tribunal Constitucional ha dicho en más de una ocasión que la autonomía política es incompatible con el establecimiento de controles genéricos y de oportunidad de unas instituciones sobre otras, creemos que existen motivos objetivos de vulneración de preceptos constitucionales que justifican la interposición del recurso independientemente de lo que al respecto pueda hacer la Generalitat, que desconocemos».

A la espera con Cataluña

En cuanto a la posibilidad de que los Gobiernos vasco y catalán lleven a cabo iniciativas conjuntas, el portavoz de Urkullu ha advertido de que «los caminos y los ritmos y la posibilidad de establecer cualquier tipo de iniciativa compartida dependerá de la constitución del Gobierno central. En la medida en que no haya Gobierno fijo, estable, todavía estas iniciativas ni se han concretado ni están en condiciones de poder concretarse». Asimismo, ha recordado que la propia Generalitat se encuentra en situación parecida.

«Hay un compromiso, un entendimiento, una disposición compartida de trabajar conjuntamente», ha explicado sobre la relación entre los ejecutivos catalán y vasco, «intercambiando información y promoviendo iniciativas desde el respeto a la diferencia existente entre ambos territorios, en lo que se refiere a los caminos que cada uno de ellos sigue ylos ritmos que se han establecido. Se tiene que clarificar el panorama institucional».

Una clarificación que pasa por los necesarios pactoss entre partidos políticos para la conformación de gobierno. En este sentido, Erkoreka ha asegurado que desde el ejecutivo autonómico «lo único que pedimos al Gobierno que vaya a constituirse, si es que se puede constituir alguno en el tiempo establecido a ese efecto, como consecuencia de las elecciones del pasado 20 de diciembre, es que sea un Gobierno que atienda la agenda vasca formulada por el lendakari durante la pasada legislatura, que sea un Gobierno que respete el autogobierno vasco, que no nos obligue a presentar recursos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia, que respete y reconozca la plurinacionalidad del Estado español y que actúe desde el diálogo, el entendimiento con las instituciones y los partidos políticos, y no desde la imposición unilateral, como ha sido la actuación del Gobierno central durante los 4 últimos años», ha enumerado. «Cualquiera que sea la sopa de siglas que vayan a integrarlo», ha apostillado.

«Se está poniendo excesivo énfasis en los vetos y líneas rojas por parte de los partidos políticos que están trabajando en la búsqueda de acuerdos, si es que lo están haciendo, para la conformación de un gobierno futuro», ha criticado Erkoreka. «Y probablemente el mandato popular no va en ese sentido. No va en el sentido de imponer vetos o líneas rojas, sino en el sentido de buscar acuerdos. Están proliferando excesivamente vetos y líneas rojas que no son el camino idóneo para construir algo positivo. Nos gustaría más que los partidos políticos formularan propuestas constructivas».

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