Entrevista
Najwa Nimri: «La gente está tensa, pero hay que vivir el Orgullo con libertad»
Actúa este sábado por la noche en el escenario de la Puerta de Alcalá, donde presentará su primer single tras cuatro años de silencio discográfico
Este viernes Najwa Nimri publica su nuevo single después de 4 años, y al día siguiente, será el concierto principal del escenario Puerta de Alcalá del sábado en el Orgullo (a partir de las 23 horas en «Proud Bling!», la noche dedicada a los sonidos urbanos). Un regreso por todo lo alto, perfecto para gritar bien fuerte que ha vuelto con un gran tema de fusión jazz-hip-hop (aunque ella lo define mejor en esta entrevista) que sirve para calentar el ambiente ante lo que vendrá después, que es mucho.
—¿Debemos entender el single «Lento» como adelanto de un disco?
—Sé que tengo álbum, porque tengo suficientes canciones, y otras que no he grabado todavía. Igual tengo el directo antes que el disco. Tengo que masterizar y mezclar todo y no sé si voy a llegar a la fecha que la compañía quiere. Ya veré cuándo puedo sacar el siguiente single.
—¿Será todo en castellano, como esta canción?
—Sí, sí claro. Me voy turnando con el inglés, pero mis discos más importantes son en español.
—Al estilo del tema le pegaba mucho el español, en este momento.
—Sí, pero no ha sido por pegar o no pegar. Llevaba cuatro años haciendo «Vis a vis», escribiendo canciones en español. Ha tenido que ver con eso. Empecé haciendo un disco de techno con Architectural, pero luego empecé a modificar las canciones, pasé por El Guinche, y así sigo. Y me dicen que pare ya porque si no el disco seguiría mutando. Ahora quería hacerlas en metal. Podría enseñarte las canciones en tres formatos.
—Hubiera sido interesante lanzar un disco de «mutaciones», con las tres versiones de cada tema.
—Se lo propuse a mi discográfica y a mi manager, y me dijeron que era una idea horrible. Al final quedará un disco homogéneo, si no me da tiempo a cambiarlo. Todo tiene que ver con una especie de pseudo cumbia, trap, hip-hop, R&B… downtempo casi trapero.
—¿Es verdad que El Guincho tuvo que dejar de trabajar con usted por su ascenso meteórico junto a Rosalía?
—El Guincho siempre ha sido un máquina. Empecé a trabajar con él, cuando fue creciendo lo de Rosalía él empezó a estar más liado, como es natural. Me alegro muchísimo de que lo estén petando, creo que su éxito es toda una lección de trabajo bien hecho, y me llena de fuerza verles tan arriba. Ahora sigo terminando mis canciones con otros colaboradores, pero siguiendo sus directrices. Además, continuaré hablando con él para cerrar algunos temas más.
—Creo que la canción conectará con los más jóvenes, en una época en la que conseguir eso parece más difícil que nunca. ¿No cree?
—He conectado a nivel visual por el formato de la tele, que es el más demoledor. Tengo un personaje muy duro, Zulema, que ha conectado con gente que es treinta años más joven que yo. Pero no es mi objetivo.
—Dicen que su último concierto en Madrid junto a Mala Rodríguez fue algo histórico.
—Sí. Fue bastante mítico, la verdad. Éramos las dos, mano a mano, con mucha gente abajo recibiéndolo con una conexión brutal. No había parafernalia, no fue un show del copón, pero fue un concierto con dos fuerzas que se conocen y se respetan, unidas, con bases muy guapas y el público adecuado. Hay veces que se dan esas cosas, y esa noche se dio.
—¿Cómo será su show en el Orgullo?
—Tocaremos una canción universal, y además haremos «Lento» y otras dos canciones que están en proceso de mezcla, que las he unido con el mismo beat para que haya juerga.
—¿Qué le parecen los artistas que comparten cartel con usted en la noche del Orgullo dedicada a los sonidos urbanos?
—Están Ciccio, Cascades, One Path y La Zowi, que es pura dinamita. Es una juerga brutal sobre el escenario, y la gente va a alucinar con ella. Espero que no la pongan detrás de mí en el horario (risas).
—¿Y cómo vive usted la fiesta? ¿Suele bajar todos los años?
—Nunca lo programo, como nada en mi vida. Pero siempre me pilla de camino a algún lado y acabo de fiesta. La vivo con libertad, como todo el mundo que participa en ella.
—No sé si ha visto que Agoney, otro cantante que va a actuar en el Orgullo, ha denunciado este mismo miércoles un ataque homófobo.
—Reconozco que no sé quién es, pero evidentemente me parece fatal. Eso demuestra que la gente está muy tensa, pero como decía, debemos vivir todos el Orgullo con libertad.
—¿Recuerda alguna anécdota de los Orgullos anteriores?
—Tengo un amigo gay muy convencido, de los que empezó el Orgullo, que un año se hizo una camiseta. Acabo de darme cuenta de que no lo puedo decir. Bueno, lo puedes poner pero me van a crujir. En la camiseta ponía «Trágate tu Orgullo, gay». Y le pegaron. Él es el típico que está favor del Orgullo a tope, pero que quiere tocar un poco las pelotas. Ese año le salió el tiro por la culata, pero lo recuerda como una anécdota graciosa.
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