La «zona cero» del amianto en el Metro de Madrid

Empleados del suburbano relatan su trabajo con el material cancerígeno y piden a la empresa negociar indenminaciones

Un trabajador de Metro sostiene una pieza con amianto GUILLERMO NAVARRO

EP/S. L.

Canillejas es la «zona cero» del amianto en el Metro de Madrid . Por primera vez, trabajadores del suburbano han relatado su experiencia con este material cancerígeno a través de una visita guiada por los Talleres Centrales de mantenimiento de Canillejas, en la que han relatado cómo trabajaron durante años con estas piezas sin conocerlo y ser avisados por la compañía. Los afectados piden ahora que se negocie una batería de indemnizaciones .

Uno de ellos, Alfonso Blanco, con 28 años dedicado al mantenimiento de ciclo corto, ha explicado que durante quince años han manipulado, limado, limpiado y transportado decenas de piezas de amianto. Como consecuencia de ello ha muerto un empleado de Canillejas y otras tres personas han contraído la enfermedad por el tumor que provocan las fibras de asbesto, el último un técnico de escaleras diagnosticado hace solo unas semanas.

También sospechan que otros dos trabajadores, fallecidos en 2017 y 2013 por cáncer de pulmón, pudieran haber estado en contacto con fibrocemento. Y auguran, según estudios consultados, que se irán conociendo en los próximos años más casos porque la enfermedad se detecta tras 20 o 30 años de exposición .

Blanco, además, duda de las pruebas que les han realizado «a posteriori» desde la compañía, y han apostado por hacerla externamente, ya que consideran que los trabajadores que creen que se han visto afectados necesitan un TAC de alta resolución y una espectometría completa.

Durante la visita, ha ido mostrando dónde se encontraban los materiales con amianto presentes en algunos trenes de las líneas 1, 5, 6 y 9 del Metro. «La Consejería de Transportes se comprometió a tener desamiantado todo a finales de 2019 pero no le va a dar tiempo», ha augurado.

El empleado de mantenimiento de ciclo corto ha explicado gráficamente cómo limpiaban sin ningún tipo de mascarillas piezas con amianto, trasladando el polvo al ambiente de trabajo. «Nosotros no lo sabíamos, pero la empresa sabiéndolo no nos dijo nada . El problema es que no han hecho los deberes. Hemos estado trabajando sin formación ni información », ha criticado. En la misma línea, el delegado de Prevención Sergio Hoyuelos ha explicado que Metro «ha actuado con 10 años de retraso y solo cuando Inspección de Trabajo se lo ha exigido». «Las 70 piezas encontradas solo son solo la punta del iceberg. No estamos al 100 por cien seguros», ha dicho.

«Peligro por amianto»

Los elementos con amianto están identificados con una pegatina en la que aparece una «a» y la leyenda «Atención, contiene amianto. Respirar el polvo de amianto es peligroso para la salud. Seguir las normas de seguridad». Pero durante la visita a las instalaciones no solo han mostrado cajas o piezas de la maquinaria de Metro con amianto como zapatas de trenes, sino también paredes y cubiertas con fribrocemento, que aparecen con la leyenda «Se prohíbe terminantemente manipular (taladras, cortar, retirar, etc) material que pueda contener amianto sin autorización».

«Esos carteles están muy bien ahora, pero nosotros hemos taladrado, perfilado y lijado paredes con amianto sin saberlo. Además, muchas cubiertas son todas de uralita», ha explicado.

Durante la visita, también han mostrado los históricos convoyes amarillos de Metro que circulaban durante los años 50, 60 y 70, unos coches que luego se utilizaron como vehículos de obra, mantenimiento y traslado de personal. Según ha explicado Alfonso Blanco, el 80 por ciento de los 16 trenes todavía tiene amianto.

Cofres encapsulados

«En septiembre del año pasado, cuando ya había salido el primer caso de enfermedad, nos pidieron que hiciéramos una revisión eléctrica a uno de los trenes y yo me negué. Mis compañeros me acompañaron. La empresa nos amenazó con abrirnos expediente pero días después paralizaron estos trenes auxiliares. Desde entonces, el mantenimiento se hace con contratas externas», ha relatado.

Los empleados también han enseñado los cofres con amianto encapsulados y han explicado que en un primer momento les ordenaron dar un barniz con pintura roja sobre los cofres «sin saber que era amianto». «No nos han dado la garantía de encapsulamento y sin saber la vida útil de esa encapsulamiento. Metro no ha tenido nunca a gente especialista en tratamiento de amianto, como si los tenía Renfe. Las limpiaban con una manguera de aire sin mascarillas ni ningún tipo de protección. La empresa actúa con retraso y nunca ha cuidado de sus empleados», ha señalado Horcajuelo.

«Cuando venían los perleados aquí, nosotros con un trapo y una lija soplábamos y aspirábamos, sin mascarillas y sin ningún tipo de protección porque la norma técnica lo único que nos pide son guantes, gafas y botas de seguridad. Nosotros con una manga de aire para limpiar los mecanismos soplábamos e iba al ambiente. Ahora es cuando no podemos tocarlo. Ahora el servicio está haciendo lo que tiene que hacer, es decir controlarlo tanto. Ni los responsables de unidad ni ningún oficial sabíamos que estas piezas contenía amianto», han señalado.

El trabajador de mantenimiento de ciclo corto también ha relatado que cuando destapaban los trenes y quitar las tapas, dejando el cofre al aire de los trenes, las naves de limpieza más antigua soplaban el polvo y la sociedad. Y no las más viejas, las de Canillejas o Laguna, no son estacas e iban al ambiente.

En ese momento ha terciado en la exposición el responsable de Mantenimiento de Material en Movimiento, Pedro Pablo Pascual, que ha asegurado que ahora mismo Metro de Madrid «está haciendo bien el trabajo y están en un proceso de desamiantado importante, en el que ningún trabajador manipula amianto, que es de rigor decirlo». «Pero mañana puede salir otra pieza , y si todos los días sacamos circulares, ¿quien me dice que no manipula mañana otro contractor que contiene otra pieza con amianto», le ha replicado Alfonso Blanco.

Indemnizaciones

Por su parte, el secretario de CCOO en Metro de Madrid, Juan Carlos de la Cruz, se ha mostrado «preocupado» por los trabajadores que han visto reconocida su enfermedad profesional. «Tenemos firmado en el convenio colectivo una póliza de seguro de vida para tener una garantía de posibles enfermedades o fallecimientos en nuestra vida laboral pero desde la Ley de Presupuestos llevamos varios años que nos la están negando. En el caso del fallecido por amianto los familiares no van a tener el derecho de recoger lo que por ley les corresponde», se ha quejado.

También han exigido a la Dirección de la empresa que no «haga pasar por un calvario judicial de muchos años» a los trabajadores que ya tienen reconocida esa enfermedad profesional «y están solicitando que de buena voluntad se negocie». «Hay un decreto presentado en el Congreso donde están hablando de posibles indemnizaciones por enfermedades profesionales y coeficiente reductor por haber manipulado estos elementos durante años de vida laboral. Esperemos que los políticos de Metro los familiares afectados gravemente no tengan que pasar por el calvario judicial para cobrar el recargo de prestaciones y la indemnización que le corresponde al trabajador afectado», ha solicitado.

El sindicalista ha denunciado que por el momento no han obtenido respuesta de Metro de Madrid y que no quieren seguir perdiendo el tiempo en las comisiones. «Queremos que ante esta situación nos den una respuesta y no solo nos reúnan con buenas palabras para decirnos qué van a hacer. Ahora solo se hace a requerimiento de Inspección de Trabajo. Tenemos cinco requerimientos, cuatro diligencias y dos actas de infracción. No queremos continuar judicializando todo esto», ha concluido.

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