Ultimátum de Vox a Ciudadanos: o firman un pacto a tres o votarán «no» a Ayuso
Temor en el PP a que Gabilondo gane su investidura por la crisis abierta en Cs
Se acaba el tiempo. Concretamente, para Vox se acaba este martes a las 14.00 horas. Es el plazo límite que da a Ciudadanos para firmar, con ellos y con el PP, un acuerdo programático conjunto de mínimos. Si no lo hacen, advertía Rocío Monasterio , «Vox votaría no a la investidura de Ayuso ». La posibilidad desata sudores fríos entre los populares, donde se ve con preocupación la postura de bloqueo absoluto entre los otros dos partidos del espectro conservador, y advierten de que la investidura de Gabilondo podría terminar triunfando.
Las matemáticas no lo admiten: el socialista (37 escaños) cuenta con los apoyos declarados de Más Madrid (20) y Unidas Podemos (7), lo que supone 64 escaños. Que serían menos que los 68 «noes» que sumaría su candidatura: los de PP, Vox y Ciudadanos. Pero los más veteranos del PP recuerdan que política y matemáticas casan mal, y más aún en la Asamblea madrileña , donde a algunos aún se les aparecen los fantasmas de Tamayo y Sáez , los diputados socialistas que se esfumaron en una votación de la Asamblea en 2003 y arrancaron de raíz la posibilidad de un Gobierno socialista en la Comunidad.
Abrir esa espita –la de la investidura de Gabilondo– es muy peligroso, recuerdan los populares, y más en un momento en que Ciudadanos ha vivido varias «fugas» en su formación a nivel nacional por parte de personas partidarias de un acercamiento al PSOE y un alejamiento del PP y, sobre todo, de Vox.
Serra: «Una estafa»
El presidente de la Asamblea, Juan Trinidad (Cs), inició ayer su ronda de contactos con los partidos políticos, de cara a decidir a última hora de la tarde de hoy quién es el candidato a la investidura –si lo hay– y en qué fecha se produce esta votación. La primera en verle fue la portavoz de Unidas Podemos, Isa Serra, quien le mostró su disposición de votar a Gabilondo «siempre y cuando lleguemos a un acuerdo programático».
Serra insistió en que sería «una estafa a los madrileños» que el presidente de la Asamblea planteara una investidura sin candidato –una posibilidad legal que recoge el nuevo reglamento– cuando «hay una persona que tiene el mayor número de apoyos y quiere presentarse».
Pocos minutos después, Trinidad recibía a Rocío Monasterio (Vox), quien le dejó claro que su formación no piensa votar al candidato socialista si se presenta a la investidura. Acontinuación, ha cargado duramente contra Ciudadanos, por no querer ni reunirse con ellos y tratarles, dijo, como «los soberanistas supremacistas». Vox lamentó que su documento de mínimos de tres puntos haya sido totalmente ignorado por el partido de Ignacio Aguado , a quien recordó que lleva «35 días y 35 noches esperando» para negociar.
El documento programático, recordó, se ha modificado ya en seis ocasiones para hacerlo más «aceptable» por Cs. Pero han sido, reconoció, cambios realizados por indicación del PP y en las negociaciones que mantienen con este partido, porque con la formación naranja no han logrado volver a verse desde aquel café que se tomaron dos días antes de constituirse la Asamblea.
Vista su actitud, Monasterio insistió en que «no podemos dar nuestros votos a cambio de nada» y en estas circunstancias «no podemos apoyar a nadie en la investidura». Por lo que, concluyó, «si no hay firma con Ciudadanos y PP del documento, mi voto sería no a la investidura de Ayuso».
Intransigencia
Esta posibilidad causó revuelo en las filas populares. De hecho, destacan que la postura «intransigente» de Vox y de Ciudadanos acerca una investidura de Ángel Gabilondo que, aunque la aritmética apunta que sería fallida, podría terminar no siéndolo si alguien en Ciudadanos decide saltarse la disciplina de partido y votar a favor del socialista.
Recuerdan que, precisamente ahora, la formación naranja atraviesa una crisis a nivel nacional por las posturas de varios dirigentes a favor de acercarse al PSOE. Extienden incluso algunos populares la idea de que Ignacio Aguado, líder regional de Cs, puede «no tener controlado a todo el mundo en su grupo, donde muchos diputados son nuevos», en un intento de incrementar la presión sobre la formación naranja para que cambie de postura y ceda. Y les indican que «ya se sentaron con Vox» para negociar la composición de la Mesa de la Asamblea .
A Vox también le recuerdan los populares que se les ha facilitado conseguir una vicepresidencia en la Mesa de la Asamblea y les advierten del peligro de «jugar con fuego» con la investidura de Gabilondo: «Existe un riesgo real».
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