«Señoritas paseando por la Gran Vía», de Catalá Roca
«Señoritas paseando por la Gran Vía», de Catalá Roca - ABC
Curiosidades de Madrid

El secreto guardado durante 60 años por las «Señoritas de la Gran Vía»

Un investigador del pasado madrileño encuentra a dos de las jóvenes inmortalizadas por Catalá Roca en la icónica imagen del Madrid de los años 50

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«No se me ocurre mejor foto para despedir el Día de la Mujer que está foto de Catalá Roca. Felicidades hoy y todos los días, sois muy grandes, infinitas. ¡Buenas noches!», escribía Manu García del Moral en Facebook el pasado 8 de marzo junto a la famosa fotografía de unas jóvenes cogidas del brazo por la Gran Vía de Madrid. Nada sospechaba entonces el autor de « Secretos de Madrid» (Editorial La Librería) de que estaba a punto de descubrir uno de los secretos mejor guardados de esa icónica imagen: la identidad de esas señoritas que caminaban con paso firme en la España de los años 50.

Javier Marín le escribió un mensaje a través de la red social.

«Una de ellas es su madre y otra mi tía», le dijo. Nunca habían querido aparecer en los medios de comunicación, pero sesenta años después, al ver la fotografía en los carteles por el 75º aniversario de El Corte Inglés y caer en la cuenta de que son historia viviente de Madrid, accedieron a revelar su secreto.

Carmen y Pepita, que entonces contaban con 20 y 18 años, iban a ver alguna película en alguno de los cines de la Gran Vía aquel día de 1959 en que Francesc Catalá Roca las inmortalizó. Les acompañaba Rosita, una prima de 13 años, su amiga Mini, con la que aún hoy mantienen contacto, y otras dos amigas más, de las que ya no recuerdan sus nombres.

«Pasear por la Gran Vía era el pasatiempo oficial de entonces», apunta el investigador del pasado madrileño, que habló largo y tendido con las dos primeras. No recuerdan la fecha concreta, pero por los vestidos que llevaban, debía de ser fin de semana cuando el fotógrafo catalán captó su imagen de espaldas. Cogidas del brazo las seis, ni siquiera se dieron cuenta de que alguien las retrataba en su paseo.

Manu García del Moral entre Carmen (izda) y Pepita (dcha)
Manu García del Moral entre Carmen (izda) y Pepita (dcha) - M. GARCÍA DEL MORAL

«Lo curioso es que nunca le han dado ninguna importancia al hecho de haber protagonizado una de las imágenes más icónicas de Madrid», relata a ABC García del Moral. Vieron la fotografía pasado un tiempo y supieron de inmediato que eran ellas. «Se reconocieron. Mi madre descubrió la foto en los 90. Aunque estén de espaldas es fácil», señala Javier Marín en Facebook.

Había además un dato revelador. «A Pepita, la segunda por la izquierda, le había hecho su madre el vestido estampado que llevaba», relataron a García del Moral.

Con paso firme por la vida

A sus 80 años, Pepita conserva la sonrisa y la decisión con la que caminaba en su juventud junto a su hermana Carmen, la madre de Javier, que hoy cuenta con 83 años. «Tal y como se desprende en la fotografía de Catalá Roca estas hermanas avanzaron con paso firme, no sólo por la Gran Vía, también por la vida», escribió García del Moral en su blog tras conocerlas. Tras estudiar comercio, Carmen se convirtió en funcionaria mientras que Pepita trabajó en una fábrica de plásticos y diversas empresas. «Fueron de las primeras en conducir por las entonces semidesiertas carreteras de Madrid, en llevar tacones o en aprender inglés», destaca el artífice de « Secretos de Madrid».

«Fueron pioneras, luchadoras y trabajadoras. Son artífices de la revolución invisible, la que ocurre poco a poco», dice orgulloso Javier en Facebook. También José y María mostraban su emoción al ver escrita la historia de su madre y su tía. A la hija de Carmen se la habían contado hace escasos años, cuando surgió por casualidad el tema en un encuentro familiar.

«Siempre lo intuí. Estaba convencido de que aquellas seis chicas tenían algo de especial y así lo pude certificar en persona. Adelantadas a su tiempo, su energía y singularidad aún hoy nos abruma al verlas en aquella foto. Seguramente el bueno de Catalá Roca, que de intuición andaba sobrado, se olió algo similar cuando vio llegar a su posición de cazador urbano a aquellas señoritas con paso alegre y por eso no dejo que escaparan de su curioso objetivo», escribió Manu en «Secretos de Madrid».

Ni Carmen ni Pepita conocieron a Catalá Roca, ni éste llegó a saber la vida que llevaron esas decididas señoritas de la Gran Vía. Al conocer la historia, Javier se puso en contacto con los descendientes de Catalá Roca y se hizo con una fotografía de las series limitadas que ahora cuelga enmarcada en la casa familiar. Era su secreto, hasta ahora bien guardado.

«¡Tanto tiempo siendo las enfermeras de Carmen y nunca nos ha contado que es una de las chicas de la Gran Vía!», se sorprendían en la residencia de la cuarta joven por la derecha de la legendaria fotografía.

Un detalle queda todavía en la sombra. ¿Quiénes eran esas dos amigas que el tiempo ha borrado de la memoria de Carmen y Pepita?

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