Iglesias de Madrid

Purísimo Corazón de María: una parroquia con mucha historia

El templo, arrasado en la Guerra Civil, se recuperó en 1947. De entonces solo se conserva un Cristo crucificado

Interior de la parroquia del Purísimo Corazón de María ISABEL PERMUY

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Embajadores, glorieta de Embajadores, Portillo de Embajadores, Fábrica de tabaco, café y cigarreras, es un cruce de caminos entre el Madrid de la historia, el Madrid de tendencias, el Madrid de teatro alternativos, el Madrid de siempre, un Madrid también límite que apunta a un río que marcaba diferencias. En la calle de Embajadores, 81, más cerca de la glorieta de Santa María de la Cabeza que de la que da nombre a la calle y al barrio, está la parroquia del Purísimo Corazón de María . Un templo que pasa inadvertido, a no ser que nos situemos en la calle Cardenal Solís. Hasta no hace mucho, finales de los setenta, esta parroquia tenía anejo un colegio con un edificio noble que hubo de ser derruido por problemas técnicos . La construcción posterior de un edificio de viviendas y locales parroquiales no le da a este templo la prestancia que debiera por historia y arraigo en la zona.

Porque la historia de esta parroquia, según la crónica no publicada de María Consuelo Camazón, se remonta a 1865 cuando un maestro de la zona, Cayetano Palomares y Corros, que tenía una pequeña capilla en las afueras del Portillo, le ofreció al arzobispado de Toledo el lugar para la celebración ordinaria del culo divino. Petición que no fue tenida en cuenta según el informe del visitador apostólico. Sin embargo, la insistencia santa del buen hombre, y otro emplazamiento más adecuado, hizo que el 2 de diciembre de 1869 se le diera licencia previa a la bendición. Y así el 17 de mayo de 1879, con la presencia de Su Majestad el Rey Alfonso XII y la Princesa de Asturias, doña Isabel Francisca, se procedió a una solemne ceremonia de bendición.

Pero un 20 de julio de 1936, ese templo que había sido la casa de generaciones de fieles sucumbió ante las llamas de una guerra incivil que se ensañó con la Iglesia y las iglesias. Pasados los años, el 27 de abril de 1941, monseñor Leopoldo Eijo y Garay bendijo el nuevo templo que hoy alberga a la comunidad parroquial. De las imágenes de antaño solo queda un Cristo crucificado al que los fieles devotos le tienen mucha devoción.

Hoy la parroquia está atendida, desde hace seis meses, por el sacerdote Fausto Calvo y por el vicario parroquial Rodolfo Pérez Velázquez, que también es capellán del CEU de Montepríncipe. Les ayudan tres sacerdotes más, Secundino Villalobos, Lorenzo Gómez y Rolando Camozzi. En el territorio de la parroquia viven tres religiosas de las Siervas de Jesús Obrero.

Los fieles, que sienten a la parroquia como suya, como parte de su vida, recuerdan con afecto a los sacerdotes que han servido allí durante no pocos años, a Ángel Cámara, Andrés Pérez y José González. De entre las actividades más significativas de esta comunidad destaca el método de catequesis familiar.

Durante los dos primeros años, la catequesis se imparte una vez al mes a los padres, que a su vez la transmiten a sus hijos que van una semana al mes a la parroquia. En el tercer y último año, los niños ya asisten semanalmente a las catequesis. Un método que trae frutos de integración y de participación de una nueva generación a la vida de la comunidad parroquial en un contexto en el que la edad media de la asistencia al culto de la parroquia es alta. Hay también un grupo de jóvenes que se preparan para el sacramento de la confirmación.

Centro de escucha

La feligresía de esta parroquia es muy generosa, sobre todo cuando se le ponen sobre la mesa necesidades concretas, en una zona en la que está creciendo la inmigración venezolana. Con especial cuidado se atienden, desde Cáritas, las necesidades económica de personas mayores.

Y las espirituales también con las visitas a enfermos. De entre los muchos carteles que hay en el acceso interior a la Iglesia nos encontramos con «Servicio gratuito de acompañamiento emocional. Centro de escucha. Espacio libre de juicios», iniciativa auspiciada por Cáritas. Desde hace bien poco, y a petición del obispo, se ubica en esta parroquia un grupo de Effetá, jóvenes que han pasado por esta experiencia de primer anuncio del Evangelio. También es relevante para la vida de fe la Adoración Eucarística. Cuenta con un turno de la Adoración Nocturna que se reúne los primeros sábados de mes al término de la misa de ocho de la tarde.

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